Por lo menos, que tenga terraza
Es la zona m¨¢s codiciada por los habitantes de la ciudad. Compensa la falta de espacio en el interior de la vivienda y constituye una herramienta para controlar el sol y los ruidos. Con independencia de su tama?o, siempre encontraremos una soluci¨®n para hacer de nuestra terraza un lugar acogedor.
01 Terraza mediana: la continuaci¨®n del sal¨®n
En Argentina la llaman balc¨®n-terraza. Nunca mejor dicho: es el t¨¦rmino medio entre estrechez y opulencia.
Se trata de una superficie que dar¨¢ un cambio al interior de la vivienda. Por esta raz¨®n hay que aprovechar, siempre que se pueda, el espacio exterior como una herramienta de dise?o que interact¨²e con el interior. Conviene que se comunique con amplios pa?os vidriados, ya sean fijos o para abrir. Si puede cambiar la carpinter¨ªa, elija modelos con aperturas funcionales, como las correderas elevables, que admiten vidrios de hasta 2,5 metros de largo, o las de tipo desplazable, que se enrasan en la misma l¨ªnea una vez que est¨¢n cerradas. Cuando queramos que la terraza pase a formar parte de nuestro espacio dom¨¦stico sin interrupciones de ning¨²n tipo ser¨¢ necesario emplear puertas plegables o escamoteables.
Control solar. Conviene no descuidarlo. Se pueden instalar paneles correderos en los frentes expuestos, con celos¨ªas de aluminio o madera. Si es posible, con lamas graduables para controlar el paso de aire. Si no tenemos techo, una opci¨®n recomendable es colocar un toldo con accesorios verticales. Tambi¨¦n son muy importantes las plantas, que operan como filtros solares, ac¨²sticos y de contaminaci¨®n atmosf¨¦rica. Dejaremos que trepen por celos¨ªas o bastidores de hierro y alambre.
Revestimientos. Si queremos integrar la terraza en el interior, lo ideal es que evitemos una yuxtaposici¨®n de materiales similares. Si en el interior tenemos parqu¨¦ podremos optar para el exterior por unas baldosas enmalladas de guijarros de r¨ªo o alg¨²n tipo de gres (el de porcelana es el m¨¢s resistente). Si tenemos m¨¢rmol, otra opci¨®n es continuar con el mismo material, pero con acabado abujardado, para que sea antideslizante. Tambi¨¦n podemos ocultar el suelo. Si hay altura podemos instalar un suelo modular, por medio de baldosas de pino tratado de unos 60 por 60 cent¨ªmetros. Si queremos algo fijo se puede recurrir al microcemento alisado, cuya capa de dos mil¨ªmetros de espesor puede incorporar color. Y siempre nos quedar¨¢ el recurso de las alfombras. Mejor las que pueden echarse a la lavadora. Las paredes deben respetar la unidad de la fachada, por lo que suelen ser intocables. Para ocultarlas sin crear condensaciones pueden revestirse con mallas o celos¨ªas separadas por un bastidor de madera o de hierro. Tambi¨¦n pueden emplearse las celos¨ªas autoportantes, que generalmente traen como lastre una jardinera.
Muebles. No deben obstruir la circulaci¨®n, por lo que se recomienda ubicar el equipamiento en rincones. Los bancos, los rinconeros y las banquetas dejan el espacio despejado. Si en la mesa se colocan algunas sillas, el¨ªjalas con respaldo reclinable y, si se puede, con brazos. As¨ª podr¨¢n usarse tambi¨¦n para relajarse o tomar el sol. Son muy ¨²tiles tambi¨¦n las hamacas de colgar.
02 Balcones: vistas interiores
Son los m¨¢s estrechos, pero sirven como expansi¨®n verde y, con una puerta, para dar perspectiva al interior.
Si tiene usted un balc¨®n con poca profundidad aprov¨¦chelo como vista verde desde el interior. Con esta idea se benefician las vistas interiores y se aporta humedad al ambiente. Conviene ubicar las plantas en los ¨¢ngulos o en jardineras colgadas del lado exterior de la barandilla. Lo mejor es elegir especies que tengan porte superior, para dejar libre el espacio a nivel del suelo.
Paneles vegetales. Los verticales se emplean para crear su propio microclima. Se reduce as¨ª el impacto solar sobre ventanas y muros, cortando las vistas no deseadas. Conviene dejar huecos sin cubrir para que siga cumpli¨¦ndose el efecto de libertad visual. Se pueden montar sobre una cuadr¨ªcula de alambre, mallazos de obra, varillas de bamb¨² o celos¨ªas de madera o hierro galvanizado. Deber¨¢n fijarse a los parapetos o a la barandilla. Para dejar entrar el sol en invierno elegiremos plantas caducas como la parra virgen o la glicina. Para ubicar una mesa con sillas hacen falta al menos 1,20 metros de profundidad. Conviene apoyar la mesa en una pared lateral o junto a la fachada de la vivienda. Para que el espacio no resulte agobiante se requiere una superficie m¨ªnima de 2,50 por 1,20 metros.
Mobiliario. Elija muebles multifuncionales. En un espacio tan acotado conviene decidirse por la polivalencia. Un claro ejemplo lo representa el sill¨®n Barceloneta. Dise?ado en los a?os cincuenta por Correa y Mil¨¢ para un edificio de viviendas situado en el barrio mar¨ªtimo de Barcelona -al objeto de ver pasar los barcos o disfrutar de las largas noches de verano-, tiene la particularidad de ser bajo, liviano y con un respaldo inclinado que recoge la cabeza, invitando al reposo y la contemplaci¨®n. Al no tener brazos puede convertirse, al plegarse, en banqueta o mesa auxiliar.
Los muebles quedar¨¢n a la intemperie, por lo que conviene elegir aquellos que puedan permanecer en el exterior sin que se deterioren o exijan un mantenimiento especial. Tambi¨¦n interesa que este espacio pueda disfrutarse durante todo el a?o. Su vista desde el interior de la vivienda debe ser agradable y permitirnos percibir los cambios de estaci¨®n. Por esta raz¨®n, el balc¨®n es un territorio m¨¢s que apropiado para los nuevos materiales. Se busca, adem¨¢s de resistencia, liviandad visual y estructural. Propiedades que ofrece, principalmente, el aluminio, resistente y ligero. Las fibras sint¨¦ticas, como el hularo, que no se mancha con la humedad, es indeformable y resiste muy bien el calor. Con tejidos t¨¦cnicos como porotex o dral¨®n -confeccionados con fibras acr¨ªlicas transpirables y resistentes a la decoloraci¨®n- se confeccionan asientos, respaldos, cojines y colchonetas.
Toldo. Da forma al espacio. Por peque?o que sea el balc¨®n, conviene cubrirlo con un toldo. As¨ª se le da escala y ¨®pticamente parece m¨¢s grande. Desde el interior tendr¨¢ la apariencia de un espacio acotado. Conviene elegir un modelo de brazo invisible, con posibilidad de variar su inclinaci¨®n y profundidad.
Detalles. Para dar un punto ex¨®tico. No por tener un espacio peque?o debemos olvidar la importancia que tienen ciertos objetos de decoraci¨®n que alegran la vista. Las macetas se elegir¨¢n de acuerdo al estilo de la vivienda. Las de barro van con todo. Si se quiere algo diferente puede optarse por las de cer¨¢mica, barro esmaltado, fibra de vidrio, acero galvanizado o madera. Junto a un grupo de plantas o sobre una mesita muy baja se puede dar un punto de color con recipientes de cristal o cer¨¢mica.
Iluminaci¨®n. Para proporcionar un clima agradable durante la noche se aconseja una iluminaci¨®n baja y sutil. Se pueden emplear guirnaldas luminosas enrolladas entre las plantas o celos¨ªas, ¨¢rboles de luces colgantes, mallas luminosas o pinchos para plantas, todas aptas para exterior. En Ikea y Habitat abundan las propuestas de este tipo. Si el balc¨®n es peque?o, lo mejor ser¨¢ descartar la iluminaci¨®n fija proveniente de un aplique o una l¨¢mpara colgante, pues ser¨¢ absorbida por la oscuridad.
03 La terraza del ¨¢tico: un oasis en la jungla
Suele ser la m¨¢s grande, a veces favorecida por la incorporaci¨®n de espacios comunes, pero privativos de cada propietario. Si nos lo proponemos podemos convertirla en un oasis.
Tiene el valor de un ambiente exterior. Conviene, por tanto, elaborar un proyecto para optimizar la distribuci¨®n con arreglo a la orientaci¨®n y las vistas. Con un estudio preliminar se podr¨¢ valorar la posibilidad de incluir una zona de jard¨ªn, de huerto o de ambos, junto con un ¨¢rea pavimentada descubierta y otra zona cubierta con categor¨ªa de porche.
Un jard¨ªn en la terraza. Constituye una aportaci¨®n al cuidado del medio ambiente y al ahorro energ¨¦tico, ya que, por medio de una cubierta ecol¨®gica, se compensa la masa densamente construida que hay en nuestras ciudades. En caso de disponer de un d¨²plex, la cubierta verde incrementa el aislamiento t¨¦rmico y ac¨²stico, mejorando las condiciones ambientales. Aporta humedad, reduce el polvo y mejora el entorno urbano. Distintos sistemas de drenaje acumulan agua y protegen la cubierta. La empresa Intenper comercializa varios sistemas. El m¨¢s sencillo consiste en colocar el sustrato necesario para las plantas sobre una membrana impermeabilizante, resistente a las ra¨ªces. Se puede instalar una capa de hasta 10 cent¨ªmetros de sustrato ecol¨®gico especial para hacer crecer plantas tapizantes aut¨®ctonas. El mantenimiento es m¨ªnimo y son muy ligeras.
Espacios con sombra. Se forman con p¨¦rgolas de madera, hierro o aluminio. Conviene ubicarlos adosados a la vivienda para que protejan la fachada, creando un espacio intermedio entre el interior y el exterior. Las p¨¦rgolas de madera se pueden construir macizas o laminares. Con estas ¨²ltimas logran cubrirse grandes luces con secciones m¨ªnimas; las de aluminio ofrecen una gran liviandad estructural. La m¨¢s frecuente en la terraza de un ¨¢tico suele ser la p¨¦rgola de sombra. Se pueden emplear lonas tensadas o regulables, esteras de ca?izos o fibras, grillas de madera y, por supuesto, vegetaci¨®n (preferiblemente caduca).
El suelo. El dise?o del suelo ayuda a sectorizar la terraza. Si es grande, no conviene pavimentarla en toda su superficie, sino dividirla en sectores. As¨ª se logra darle escala y calidad espacial. En los rincones con altura de suelo es posible proyectar una zona verde. Con un sistema de drenaje Zinco, por ejemplo, se requieren 30 cent¨ªmetros de espesor para arbustos, 20 para matorrales o c¨¦sped y 50 para ¨¢rboles peque?os. La zona intermedia, tambi¨¦n soleada, se puede cubrir con grava. En el ¨¢rea m¨¢s pr¨®xima a la vivienda se instala un suelo nivelado, como las tarimas de madera especial para exteriores: teca, pino n¨®rdico, ipe, iroco, etc¨¦tera. Otra opci¨®n es colocar un pavimento en seco, como el sistema Intenper TF. Este suelo se compone de losas de hormig¨®n poroso con base de poliestireno extruido que se colocan sin mortero directamente sobre una membrana impermeabilizante y una capa de fieltro geotextil. En este sistema, todas las capas se colocan sin necesidad de realizar pendientes.
Mobiliario e iluminaci¨®n. La mesa convendr¨¢ ubicarla en la zona de sombra. A pleno sol es ¨²til contar con unas butacas reclinables o unas tumbonas, acompa?adas de una sombrilla. Si le gusta la parrilla tenga a mano una barbacoa con ruedas (las m¨¢s pr¨¢cticas en la ciudad son las de gas).
El marco de estas ¨¢reas lo establecen las plantas. El boj, el durillo y la tuya se pueden emplear para crear separaciones o para marcar el per¨ªmetro de la terraza. El bamb¨² puede servir como biombo verde. Las plantas arom¨¢ticas dan perfume y color a nivel del suelo. La iluminaci¨®n debe estar sectorizada. Se disfruta m¨¢s de la terraza con luces bajas, ya sea por medio de pinchos con focos disimulados entre las plantas o mediante pilotos empotrados en la pared o en el suelo. En la zona de asientos se puede colocar alguna l¨¢mpara y sobre la mesa siempre una luz puntual. Las velas terminan de aportar la magia. Col¨®quelas en recipientes de vidrio, farolillos de colores, grandes macetones, en forma de cala o antorcha, o en portavelas colgantes.
Cuatro estilos posibles
Minimalista. Se asocia a viviendas modernas en las que predomina el gusto por el espacio di¨¢fano y la comunicaci¨®n completa con el exterior a trav¨¦s de grandes superficies vidriadas. Se equipa con muebles de aluminio y 'porotex'. Se colocan unas pocas plantas en macetones de barro. Como sombra se emplea un toldo de brazo invisible.
Rom¨¢ntica. El estilo de la vivienda es cl¨¢sico, pero de l¨ªneas modernas. Como la terraza es cubierta se eligen muebles de 'ratan' y celos¨ªas de hierro galvanizado para hacer trepar rosales o un jazm¨ªn. Para atenuar el ruido
del tr¨¢fico se instala una fuente en una de las paredes.
Zen. Ubicada en un ¨¢tico. El suelo se cubre con bolo
de m¨¢rmol y en las zonas de paso se colocan pasarelas
de madera de iroco con luz incorporada. Como asiento
se elige una banqueta de 'loom' apoyada en una de las paredes. En un rinc¨®n plantamos un grupo de cerezos.
Mediterr¨¢nea. Abierta al mar, se rodea de bancos de obra encalados. En el techo pueden colocarse troncos de sabina y mallas de brezo. Se decora con motivos ¨¦tnicos, alfombras de fibras naturales, cojines de colores o mesas bajas tailandesas. Lograremos la culminaci¨®n del toque ex¨®tico con unos farolillos de vidrio y chapa oxidada.
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