Liberada en Irak la periodista Jill Carroll tras tres meses de secuestro
Despu¨¦s de casi tres meses de secuestro, la periodista estadounidense Jill Carroll declar¨® ayer tras ser liberada por sus captores: "Me siento feliz de estar libre. S¨®lo quiero volver a mi familia, inmediatamente". Carroll, de 28 a?os, colaboradora del diario The Christian Science Monitor, llevaba cubierta la cabeza por un hiyab. "Me han tratado bien. Es importante que se sepa que no me golpearon ni me amenazaron con hacerlo", declar¨® a Bagdad Televisi¨®n, un canal local perteneciente al Partido Isl¨¢mico Iraqu¨ª, sunitas contrarios a la presencia estadounidense.
El embajador norteamericano en Irak, Zalmay Khalilzad, explic¨® que el l¨ªder de esta formaci¨®n pol¨ªtica, Tariq al Hashemi, le llam¨® para informarle de que los secuestradores hab¨ªan depositado a la mujer a las puertas del partido.
El editor del diario para el que escribe, Richard Bergenheim, adem¨¢s de destacar el "enorme coraje" de su colaboradora, dijo que no se hab¨ªa negociado su liberaci¨®n ni pagado rescate alguno, una idea que fue repetida en Washington desde instancias de la Administraci¨®n. Tanto el presidente George W. Bush como la secretaria de Estado, Condoleezza Rica, en Berl¨ªn, felicitaron a todos los que han participado en su liberaci¨®n. El editor del Christian, apunt¨® a Al Hashemi como la persona clave en la liberaci¨®n.
Carroll y su int¨¦rprete iraqu¨ª, Allan Enwiyah, fueron capturados el 7 de enero en Bagdad, cerca de la oficina de Adnan al Duleimi, un pol¨ªtico sun¨ª, a quien iban a entrevistar. Los insurgentes detuvieron el autom¨®vil de la periodista, asesinaron al traductor y se marcharon con la informadora.
El ch¨®fer result¨® ileso porque escap¨® a tiempo. Lo poco que se sab¨ªa sobre el secuestro se conoci¨® a trav¨¦s de su declaraci¨®n. La periodista apareci¨® despu¨¦s en varios v¨ªdeos en los que se mostr¨® tranquila. Los captores exig¨ªan la libertad de las mujeres presas de las c¨¢rceles iraqu¨ªes, algo que no se ha cumplido. Las autoridades comenzaron a temer por la vida de Carroll cuando apareci¨® hace dos semanas el cad¨¢ver de Tom Fox, un pacifista cristiano norteamericano secuestrado en noviembre junto a un brit¨¢nico y dos canadienses. Tanto Al Duleimi como Al Hashemi y otros l¨ªderes sun¨ªes hab¨ªan exigido la liberaci¨®n sin da?o de la periodista.
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