Espejismo
A Espa?a nos llega tan poco del f¨¦rtil pop mexicano que el debut en vivo de Belanova parec¨ªa a priori una cita atractiva. El tr¨ªo se presenta, adem¨¢s, con la garant¨ªa del productor Cachorro L¨®pez, m¨²sico argentino que -al igual que Andr¨¦s Calamaro o Daniel Melingo- se dio a conocer como parte de Los Abuelos de la Nada. Portadas y clips suger¨ªan un grupo medianamente cool. Y no.
Seg¨²n informan, Belanova es un fen¨®meno en su pa¨ªs, con grandes ventas y muchos premios. Aqu¨ª, sin embargo, el tr¨ªo de Guadalajara no proporciona sorpresas; m¨¢s bien, la sensaci¨®n de d¨¦j¨¤ vu. Lo que sugiere la escucha de Dulce beat (Universa) es la reencarnaci¨®n de uno de aquellos fugaces grupos tecno-pop con chica guapa que conocimos en los ochenta, con base en Valencia o Madrid.
Belanova
Denisse Guerrero (voz), Edgar A. Huerta (programaci¨®n, teclados) y Ricardo Arreola (bajo, guitarra) m¨¢s Campanita (bater¨ªa). Sala Morocco. Madrid, 30 de marzo.
Nombres que seguramente nada dir¨ªan a los miembros de Belanova: ellos parecen provenir de la escuela brit¨¢nica, como evidenci¨® la saltarina versi¨®n de Boys don't cry, de The Cure. Lo que se vio en el Morocco fue una producci¨®n de lujo, con cuatro pantallas de plasma, muchas luces y pocas nueces. Al frente, Denisse Guerrero apareci¨® de mu?equita sexy, vestida y peinada por alg¨²n departamento de sabotaje. Felizmente para ella, pronto decidi¨® desprenderse de unos zapatos de tac¨®n de aguja que amenazaban su integridad f¨ªsica.
Todo posturitas y voz penetrante, Guerrero defendi¨® con entusiasmo parlanch¨ªn un repertorio m¨¢s que liviano. El concierto fue un viaje en la m¨¢quina del tiempo. Un flash-back sin iron¨ªa, sin final feliz.
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