M¨¦todos extremos para adolescentes conflictivos
La reeducaci¨®n practicada en la granja de Girona se basaba en supuestos m¨¦todos conductistas llevados al l¨ªmite. El premio, pero sobre todo el castigo extremo, era el elemento primordial para buscar un cambio en el comportamiento. Algunos adolescentes, siempre seg¨²n la polic¨ªa, eran encerrados en jaulas o en celdas de un metro cuadrado durante ocho horas al d¨ªa, castigo que en algunos casos pod¨ªa prolongarse semanas. Ninguno de los tres detenidos ten¨ªa ninguna titulaci¨®n que le acreditara para la terapia o la educaci¨®n de menores. Los Mossos aseguran que los responsables del centro admitieron que encerraban y limitaban la comida a los menores, pero negaron que les pegaran.
Imma Massip, psiquiatra y terapeuta familiar, mantiene que los m¨¦todos usados en la granja, en caso de ser ciertos, no tienen ninguna justificaci¨®n profesional ni podr¨ªan formar parte de ninguna intervenci¨®n m¨¦dica o educativa. "Eso formar¨ªa parte del puro y simple maltrato, ni tan siquiera es tolerable como forma de contenci¨®n. La violencia solo genera violencia", asegura la psiquiatra.
El reformatorio clandestino remite, seg¨²n la versi¨®n policial, a una perversi¨®n de ciertos m¨¦todos usados en algunos centros de menores de Suiza que intentan reeducar a adolescentes conflictivos. Las declaraciones de los dos chicos interrogados aluden repetidamente a una organizaci¨®n de origen suizo denominada Time Out. La investigaci¨®n no ha demostrado que la granja de Girona tuviera alg¨²n tipo de relaci¨®n con miembros de esta organizaci¨®n, legal, que se centra en adolescentes con problemas de conducta.
Parecidos a c¨¢rceles
Los centros de Time Out "tratan a j¨®venes que no soportan la frustraci¨®n y que est¨¢n en completa oposici¨®n con la autoridad". No tienen reparos en reconocer que sus centros, a los que acuden fugados reincidentes y autores de peque?os delitos, se asemejan exteriormente a una prisi¨®n. Uno se vanagloria incluso de haber corregido los defectos de seguridad de las puertas, que los j¨®venes "ya no pueden abrir con sus tarjetas telef¨®nicas".
El responsable de Time Out en Basilea, Heinz Treuer, advierte que casi cada cant¨®n de Suiza tiene ramas de esta organizaci¨®n y no todas se rigen por las mismas reglas, informa Rodrigo Carrizo Couto. "No es imposible que alguna rama de la organizaci¨®n pueda haber enviado a j¨®venes al extranjero e incluso pedir dinero por ello". El responsable de Basilea insiste en afirmar que sus centros se limitan a "hacer trabajar y cambiar de aires", advierte.
Por las declaraciones de los padres y los menores, uno de los chavales menores hab¨ªa sido llevado directamente al centro de Girona desde otro en territorio franc¨¦s. Otros habr¨ªan estado tambi¨¦n en centros educativos especiales de Suiza.
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