Carn¨¦ por puntos contra una epidemia oculta
Si el carn¨¦ por puntos fuera un funcionario, demandar¨ªa a la administraci¨®n por sobrecarga de trabajo y crisis de estr¨¦s derivada del exceso de responsabilidad. El nuevo sistema con el que el Gobierno conf¨ªa en atajar las muertes provocadas por los accidentes de tr¨¢fico e impulsar la reducci¨®n de la siniestralidad hasta un 40% antes de 2009, se enfrenta a unas cifras que se cuentan entre las peores de toda la Uni¨®n Europea. En Francia mueren en carretera 101,6 personas por cada mill¨®n de habitantes; en Italia, 104,9; en Alemania 80,1; en el Reino Unido, 61,4; y en Espa?a 127,9.
Importar sistemas que han certificado su eficacia en otros pa¨ªses europeos, con reducciones en m¨¢s de un 10% el n¨²mero de v¨ªctimas en el primer a?o de aplicaci¨®n, puede ser una soluci¨®n; pero sobre todo, al volante, Espa?a tiene su marcada idiosincrasia. Y el carn¨¦ por puntos no es la panacea, como reconoce la Direcci¨®n General de Tr¨¢fico (DGT); pero ser¨¢ la columna vertebral de un cuerpo enfermo que necesita ayuda urgente. Afectar¨¢ a 21 millones y medio de conductores espa?oles.
58.000 personas han perdido la vida en la ¨²ltima d¨¦cada en accidentes de tr¨¢fico
El nuevo permiso no puede ser el caballo de Troya que enmiende el tr¨¢gico balance de v¨ªctimas, pero es fundamentalmente un mecanismo con un doble objetivo: de concienciaci¨®n, porque el saldo de 12 puntos puede ir disminuyendo, y eso hace que el conductor reflexione cada vez que est¨¦ a punto de cometer una infracci¨®n; y de castigo para los reincidentes, una actitud que hasta ahora no estaba penalizada con dureza.
Las infracciones seguir¨¢n teniendo un coste econ¨®mico, pero adem¨¢s restar¨¢n puntos. Cuando se agote el saldo se perder¨¢ el carn¨¦. Se prev¨¦ que anualmente 60.000 personas pierdan alg¨²n punto y 6.000 los consuman todos.
Tr¨¢fico considera que en el primer a?o de aplicaci¨®n del nuevo permiso la mortalidad puede caer un 10%. El Real Autom¨®vil Club de Espa?a (RACE) ha calculado que podr¨ªa verse un descenso de entre el 3% y el 10%. Es decir, dejar¨ªan de producirse entre 150 y 500 muertes. Seg¨²n el CIS, el 84% de los espa?oles es incapaz de imaginar el coste en vidas humanas de los accidentes en carretera, que en 2005 provocaron 3.329 muertos y 1.501 heridos graves -en esta cifra no se incluyen los datos de zonas urbanas, donde cada a?o fallecen en torno a un millar de personas-.
En la ¨²ltima d¨¦cada, esta epidemia oculta -como la defini¨® la Organizaci¨®n Mundial de la Salud- se llev¨® por delante 58.000 vidas, y caus¨® heridas a un mill¨®n y medio de espa?oles. Para hacerse una idea de lo que representa, basta imaginar una ciudad del tama?o de ?vila, totalmente desierta; y otra, de las dimensiones de Barcelona, en la que todos sus habitantes tuvieran alg¨²n tipo de discapacidad o herida como consecuencia de alg¨²n encontronazo en la carretera.
Las estad¨ªsticas dibujan un perfil claro de las v¨ªctimas y dejan ver alguna de las circunstancias en las que se producen los siniestros. Los estudios de Tr¨¢fico arrojan anualmente casi id¨¦nticos perfiles y similares circunstancias. Las salidas de v¨ªa por exceso de velocidad, la fatiga y el sue?o o la distracci¨®n est¨¢n detr¨¢s del 39% de los siniestros. En el 85% de los casos, alguno de los conductores implicados cometi¨® al menos una infracci¨®n, un 30% superaba la tasa de alcohol, y tres de cada 10 fallecidos durante 2005 no usaban el cintur¨®n de seguridad.
Los datos tambi¨¦n indican que los menores de 30 a?os son quienes tienen una mayor tasa de mortalidad al volante; de hecho, los accidentes son la principal causa de mortalidad en la franja de edad comprendida entre los 15 y los 29 a?os. Pero las estad¨ªsticas tambi¨¦n reflejan que el mayor porcentaje de v¨ªctimas mortales (23%) corresponde a personas entre 25 y 34 a?os, y que el 39% ten¨ªa m¨¢s de 10 a?os de experiencia al volante.
Las v¨ªas m¨¢s peligrosas siguen siendo las carreteras convencionales, con una concentraci¨®n del 75% de los siniestros. Ante esta abrumadora realidad, la DGT ya ha anunciado que tras la implantaci¨®n del carn¨¦ por puntos y la instalaci¨®n de los radares fijos en autopistas y autov¨ªas, las patrullas con radares m¨®viles se centrar¨¢n en controlar a los infractores que circulen por esas carreteras. Adem¨¢s del coste humano, los costes econ¨®micos derivados de los accidentes de circulaci¨®n alcanzan en Espa?a los 16.000 millones, unos 400 euros anuales por cada ciudadano.
En la ¨²ltima d¨¦cada, el parque de veh¨ªculos ha crecido a un ritmo de casi un mill¨®n de veh¨ªculos anuales. Hoy, roza los 28 millones entre coches, camiones, furgonetas, autobuses y motocicletas. El grupo m¨¢s numeroso corresponde a los turismos: casi 20 millones. S¨®lo en 2005 se matricularon 2.319.601 veh¨ªculos, un 7,9% m¨¢s que el a?o anterior.
Lo m¨¢s preocupante es que uno de cada cuatro veh¨ªculos espa?oles tiene una antig¨¹edad de 15 a?os o m¨¢s, y cinco millones y medio de turismos fueron fabricados antes de 1992, con lo que no cuentan con cinturones de seguridad en los asientos traseros. Y con lo que no podr¨¢ luchar el nuevo permiso es con los 959 puntos negros -sin contar Catalu?a y Pa¨ªs Vasco- que a¨²n existen en las carreteras espa?olas.
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