Manos m¨¢gicas
Unas manos flotan por el aire como el vuelo de una hoja. Son manos ¨¢giles y r¨¢pidas, con dedos delgados y no exageradamente largos. Manos que hacen aparecer un juego de cartas que se abre como un abanico. Quiz¨¢ las barajas se transforman en un pa?uelo, o no: quiz¨¢ es sencillamente que ha aparecido un pa?uelo negro que se enreda con las cartas, y uno ya no sabe de d¨®nde salen tantos naipes. Y de repente ya no los ves. O mejor, se transforman cada vez en naipes m¨¢s peque?os, hasta que desaparecen de tu vista. Ahora sale una carta de la nada, y otra, y otra, como si las manos las atraparan al vuelo, o como si la carta fuera una fruta que se cogiera de un ¨¢rbol invisible. Salen naipes de todo el espacio. Y m¨¢s tarde salen monedas. Y adem¨¢s monedas escondidas en la oreja de un espectador, en el cuello, en la cabeza, debajo de la manga... As¨ª empieza el espect¨¢culo de Hausson, Praeludium de m¨¤gia en si major, que estos d¨ªas, y hasta el 16 de abril, se presenta en el Espai Brossa de Barcelona dentro de la programaci¨®n Barri Brossa 2006.
El mago Hausson nos sumerge en el mundo fascinante del ilusionismo: aparecen y desaparecen objetos, se cortan personas por la mitad, se adivinan cartas, se entremezclan aros sin que haya una ranura, se prev¨¦ el destino de tus vacaciones... Y el p¨²blico sale deslumbrado. Aunque yo contin¨²o fascinada por el movimiento de sus manos, la sencillez y pulcritud de sus movimientos, la elegancia que transmite un simple gesto.
Jes¨²s Julve, o lo que es lo mismo, Hausson, naci¨® en Barcelona y a los nueve a?os, tras aprobar el ingreso del bachiller, sus padres le regalaron una caja m¨¢gica. Y as¨ª se enganch¨® a los juegos de manos. Empez¨® a frecuentar los dos grandes centros de magia en esta ciudad: El Rey de la Magia, en la calle de la Princesa, y M¨¢gicus, en la calle de la Diputaci¨®. Empez¨® sus actuaciones en el colegio y en la parroquia, y la afici¨®n se transform¨®, sin darse cuenta ni quererlo, en profesi¨®n. Se especializ¨® en magia esc¨¦nica y recorri¨® toda Europa, adem¨¢s de Chile y Brasil. Pero su vida dio un vuelco el d¨ªa que se le present¨® Joan Brossa en el camerino y le propuso actuar en la Fundaci¨® Mir¨®. Hausson acababa de llegar de Montecarlo, donde hab¨ªa ganado el primer premio de manipulaci¨®n de manos, y aquella noche actuaba en un festival de magia en el Institut del Teatre. Hausson acept¨® la propuesta de Brossa, a lo que ¨¦l respondi¨®: "Me alegro y te lo agradezco, porque ya te he metido en el programa". La actuaci¨®n de Hausson se a?ad¨ªa a la de Crista Lem y Albert Vidal, y se trataba de homenajear a Joan Mir¨® y a J. V. Foix, que cumpl¨ªan 80 a?os. As¨ª empez¨® una larga y s¨®lida amistad. Era el a?o 1978.
Desde aquel d¨ªa Brossa frecuent¨® el estudio de Hausson y pasaban largas horas charlando. O iba a su casa y organizaban lo que ellos llamaban "sesiones de magia", que consist¨ªan en cenar, hablar de las cosas m¨¢s inconsistentes y ver v¨ªdeos de actuaciones de magos de todo el mundo. Hasta que un d¨ªa Brossa le propuso montar un espect¨¢culo de magia para ¨¦l. Era el a?o 1983. A partir de aqu¨ª la colaboraci¨®n entre ambos se solidific¨®: cuando Brossa inauguraba una exposici¨®n, Hausson le daba la pincelada de magia. O al rev¨¦s. Cuatro a?os m¨¢s tarde presentaron en Vic y en el Romea La gran sessi¨® de m¨¤gia. Ser¨ªa el ¨²ltimo trabajo conjunto, pero de ah¨ª arrancar¨ªa para Hausson otra concepci¨®n de la magia y una b¨²squeda constante de nuevos caminos, que le han llevado a trabajar con Jordi Coca, Xavier Oliv¨¦, Hermann Bonn¨ªn y Jordi Sabat¨¦s.
Hausson ha actuado en toda clase de espect¨¢culos: festivales de poes¨ªa y de todo tipo, galas de entregas de premios, performances, ferias, televisi¨®n... Ahora colabora con el pianista Jordi Sabat¨¦s en un espect¨¢culo de magia, m¨²sica y las pel¨ªculas del a¨²n desconocido Segundo de Chom¨®n, contempor¨¢neo de M¨¦li¨¨s, a quien le realizaba los efectos especiales.
Este ¨²ltimo espect¨¢culo de Hausson en el Espai Brossa quiere recuperar el sabor de los antiguos cabarets de Barcelona, de gran tradici¨®n en los a?os cincuenta y sesenta. Emporium, R¨ªo, Bolero, Rigat..., eran salas donde imperaba el glamour, el buen gusto. Los domingos por la tarde se llenaba de parejas que iban a tomar una copa y a admirar a los magos m¨¢s conocidos del mundo. Bonn¨ªn, que en esta ocasi¨®n ha dirigido el espect¨¢culo de Hausson, ha recreado este esp¨ªritu de cabaret en el Espai Brossa y ha condensado en una hora los diferentes n¨²meros que es capaz de mostrar un mago: manipulaci¨®n, n¨²meros hablados, aparatos, magia de sal¨®n, juegos de manos colectivos... Sentados ante unas mesitas, con una copa de cava en la mano y los ojos fijos en el escenario, se nos pasan los minutos volando, colgados de unas manos que van y vienen, que hacen y deshacen para hacernos sentir lo que es y no es, porque nada es lo que parece cuando uno est¨¢ ante un mago con may¨²sculas.
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