Valente, el largo vuelo del p¨¢jaro solitario
El primer volumen de las obras completas del escritor gallego re¨²ne toda su poes¨ªa
"Qu¨¦ horrendo suscribir todo lo escrito", dijo Jos¨¦ ?ngel Valente (Ourense, 1929-Ginebra, 2000) cuando en una ocasi¨®n se enfrent¨® a la tarea de reunir su poes¨ªa. Lo recuerda ahora Andr¨¦s S¨¢nchez Robayna, albacea del escritor gallego y responsable de la direcci¨®n de sus Obras completas y de la edici¨®n del primer volumen -dedicado exclusivamente a la poes¨ªa- que acaba de aparecer en Galaxia Gutenberg / C¨ªrculo de Lectores. El segundo (y ¨²ltimo), del que se encargar¨¢ Claudio Rodr¨ªguez Fer, estar¨¢ dedicado a la obra ensay¨ªstica de Valente. Cuenta S¨¢nchez Robayna que seguramente el escritor habr¨ªa mirado con "furiosa autocr¨ªtica" y una "sonrisa ir¨®nica" esta primera entrega de su obra que, por cierto, ofrece mucho material in¨¦dito.
El albacea, Andr¨¦s S¨¢nchez Robayna, destaca la preocupaci¨®n filos¨®fica del poeta
Para Robayna, Valente "comprendi¨® que la ideolog¨ªa lastra y arruina el fen¨®meno po¨¦tico"
Cuando Alianza public¨® su obra po¨¦tica completa en 1999 en dos vol¨²menes, Valente dijo en una entrevista que lo suyo era "nadar contracorriente". Y explic¨® que "la palabra po¨¦tica es una palabra abierta por la que t¨² desciendes a las infinitas capas de la memoria". Eso fue lo que hizo a lo largo de su obra, medirse con el tiempo e intentar expresar aquello que s¨®lo puede expresarse a trav¨¦s de la poes¨ªa.
Un d¨ªa de principios de los a?os noventa, el poeta y ensayista canario Andr¨¦s S¨¢nchez Robayna recibi¨® una llamada de Valente. "Cuando empiece a gaguear, me lo dices", le coment¨® desde el otro lado de la l¨ªnea. Tem¨ªa que la edad lo convirtiera en un fantoche y conven¨ªa que su obra no quedar¨¢ a la intemperie. As¨ª que durante esa misma conversaci¨®n lo nombr¨® su albacea. Como tal, y a instancias de la editorial que las publica, se ha embarcado en estas obras completas.
En el pr¨®logo de la primera entrega, S¨¢nchez Robayna recoge una cita de Valente de Las palabras de la tribu para intentar acercarse al desaf¨ªo profundo de su obra: "El acto creador aparece [...] como el conocimiento a trav¨¦s del poema de un material de experiencia que en su compleja s¨ªntesis o en su particular unicidad no puede ser conocido de otra manera".
Tambi¨¦n de su concepci¨®n de la poes¨ªa trat¨® Valente en su conferencia Palabra y materia, que acaba de rescatar en una nueva colecci¨®n el C¨ªrculo de Bellas Artes, que no s¨®lo ofrece el texto sino tambi¨¦n un CD donde puede o¨ªrse la voz del escritor en 1999, en uno de los ¨²ltimos actos p¨²blicos a los que asisti¨® antes de morir. All¨ª se refiere a la palabra de la poes¨ªa y dice de ella que es "palabra que no se consuma, como sucede en el uso instrumental del lenguaje, en lo que designa, sino que pertenece perpetuamente abierta hacia el interior de s¨ª. Y de ese modo, la poes¨ªa se hace o es fundamentalmente experiencia de la interioridad de la palabra".
Un descenso profundo a las capas de la memoria, un acto creador que s¨®lo llega al conocimiento de algo cuando lo expresa, una palabra que permanece siempre abierta hacia el interior de s¨ª. "Valente fue un p¨¢jaro solitario, como ¨¦l mismo se defini¨®", dice S¨¢nchez Robayna. "Tuvo lecturas y preocupaciones filos¨®ficas que no tuvieron sus contempor¨¢neos. Vol¨® solo, solo se transform¨®, lejos de cualquier corriente. El poeta de la modernidad es el poeta cr¨ªtico. Con su palabra critica la realidad. As¨ª hizo Valente, y ah¨ª reside su grandeza".
El primer volumen de las obras completas de Jos¨¦ ?ngel Valente llega casi a las mil p¨¢ginas. Re¨²ne todos los libros de poemas que public¨®, las traducciones que realiz¨® (solo o acompa?ado), una serie de piezas en prosa -que reuni¨® en los t¨ªtulos El fin de la edad de plata y Nueve enunciaciones- y un amplio ap¨¦ndice que ha recogido poemas, textos en prosa e incluso una prosa dram¨¢tica, que hab¨ªan permanecido in¨¦ditos o hab¨ªan sido publicados de manera dispersa. "Parte del material que figura en el ap¨¦ndice era p¨²blico, pero hab¨ªa aparecido de manera muy fragmentaria y en lugares muy distintos", explica S¨¢nchez Robayna. "Los he reunido a partir de los papeles de su archivo, que est¨¢ en la biblioteca de la c¨¢tedra Valente de la Universidad de Santiago de Compostela, pero hab¨ªa muchos textos que ni siquiera hab¨ªa conservado. ?stos han ido apareciendo en revistas de lo m¨¢s diverso e incluso he encontrado alg¨²n poema guardado en mi propio archivo".
M¨¢s dif¨ªcil tuvo que ser tomar la decisi¨®n de publicar lo que el propio Valente hab¨ªa decidido no dar a la luz. "Creo que he sido muy respetuoso y no se ha editado todo el material in¨¦dito que existe. No ha habido el culto de lo in¨¦dito por lo in¨¦dito, eso no me interesa, sino que se ha rescatado aquello que a?ade algo nuevo a lo ya conocido".
S¨¢nchez Robayna trat¨® mucho con Valente durante los ¨²ltimos a?os de vida del poeta y cree que ha sabido interpretar su obra. "He querido ponerme en la piel de un autor que era muy cr¨ªtico con todo lo que hac¨ªa. Considero, adem¨¢s, y en eso sigo a T. S. Eliot, que los grandes poetas necesitan unas obras completas, pues muchos de sus versos s¨®lo se entienden cabalmente cuando se integran en el marco general de su creaci¨®n, cuando se pueden leer sabiendo lo que hab¨ªa hecho antes y lo que hizo despu¨¦s. Hay, por tanto, entre los in¨¦ditos una serie de poemas de juventud, que revelan sus inquietudes iniciales, y est¨¢ tambi¨¦n ¨ªntegro el primer libro que escribi¨®, Nada est¨¢ escrito, y que acaso nunca se decidi¨® a publicar por razones sentimentales y porque en ¨¦l hay mucho de lo que hay en A modo de esperanza, su primer t¨ªtulo que lleg¨® a las librer¨ªas".
Tras esta primera ¨¦poca, el volumen rescata piezas escritas en ¨¦pocas distintas, en los momentos en los que trabajaba en Poemas a L¨¢zaro o Breve son. Hay tambi¨¦n versos escritos entre 1960 y 1997, traducciones dispersas y una colecci¨®n de prosas ("La apuesta est¨¢ perdida de antemano, pues yo no s¨¦ qui¨¦n soy. D¨ªmelo t¨², si puedes, al borde de este abismo donde una sola pregunta m¨¢s nos precipitar¨ªa en el vac¨ªo para siempre. No quiero que nadie vuelva a interrogarme. No responder¨¦").
Toda la poes¨ªa de Valente, de manera definitiva. La hondura de su mirada, la riqueza de su formaci¨®n, la originalidad de una trayectoria que pas¨® por tantos lugares y tantas referencias hasta que la voz del poeta fue ¨²nicamente suya. "Valente se inicia en la escritura desde unas convicciones profundamente cristianas", explica S¨¢nchez Robayna. "M¨¢s adelante lo encontramos metido a fondo en el marxismo, leyendo de cerca a sus grandes te¨®ricos, tocado por su influencia. Pero llega el momento en que comprende que la ideolog¨ªa lastra siempre y arruina el fen¨®meno po¨¦tico. De pronto, se da en su poes¨ªa una apertura fabulosa y se enfrenta a la m¨²sica, a la pintura, a la escultura y, por supuesto, a los lenguajes m¨ªsticos. El p¨¢jaro solitario se precipita entonces en la m¨¢s radical de sus aventuras y se empapa de la espiritualidad cat¨®lica, jud¨ªa y suf¨ª".
Se ha hablado de dos ¨¦pocas en la obra de Valente, pero acaso haya muchas m¨¢s, o simplemente que la voz del poeta, siempre la misma, se quebrara en un momento dado y persiguiera territorios poco explorados. "En torno a Material memoria y Tres lecciones de tinieblas se produce el viraje que deriva hacia el mundo m¨ªstico", cuenta S¨¢nchez Robayna. "Hizo una lectura minuciosa de la Gu¨ªa espiritual de Miguel de Molinos junto a un gran amigo cubano, Calvert Casey, y eso le ayud¨® a descubrir un nuevo territorio. No tard¨® en volver a San Juan de la Cruz, y a recuperar otras tradiciones".
Vuelve su obra, sigue volando Valente: "Mientras pueda decir / no morir¨¦. / Mientras empa?e el h¨¢lito / las palabras escritas en la noche / no morir¨¦. / Mientras la sombra de aquel vientre baje / hasta el v¨¦rtice oscuro del encuentro / no morir¨¦. / No morir¨¦. / Ni t¨² conmigo".
Una trayectoria at¨ªpica
Hacia 1950, la voz de Jos¨¦ ?ngel Valente ya hab¨ªa adquirido una sorprendente madurez. En la introducci¨®n a esta primera entrega de sus Obras completas, S¨¢nchez Robayna escribe: "Junto al poeta, en Valente empiezan a aparecer en ese momento tambi¨¦n el ensayista y el cr¨ªtico, aspectos que se afianzan muy pronto en su personalidad y que no pueden deslindarse de su voz l¨ªrica". Y poco despu¨¦s a?ade que ser¨¢ una constante en su obra aquella vieja aserci¨®n de Unamuno: "Sentir el pensamiento" y "pensar el sentimiento".
Son aspectos que revelan la originalidad de Valente en el mundo que le toc¨® vivir. Gracias a la biblioteca que un cura republicano cedi¨® a su familia cuando tuvo que salir exiliado de Espa?a, el joven Valente pudo leer La Regenta antes de los 15 a?os, cuando escribi¨® su primer poema.
Otro cura lo empuj¨® a que viajara a Madrid cuando en 1947 hab¨ªa iniciado sus estudios de Derecho en Santiago. Lleg¨® a la capital en 1948 y empez¨® a estudiar tambi¨¦n Filosof¨ªa y Letras. Rafael Lapesa fue su gran maestro y entr¨® en contacto con los c¨ªrculos intelectuales m¨¢s activos del momento, que gravitaban alrededor de los colegios mayores Guadalupe y Cisneros. S¨¢nchez Robayna subraya que fue muy importante su relaci¨®n con escritores hispanoamericanos, como Ernesto Cardenal, o su trato con Emilio Lled¨®, Jos¨¦ Luis Aranguren, Juan Goytisolo... e incluso con Manuel Fraga Iribarne, que destacaba por su preparaci¨®n filos¨®fica, aunque fuera mucho m¨¢s amigo de su hermano. Eran tiempos en los que Ruiz Jim¨¦nez impulsaba de manera t¨ªmida un equivalente de la democracia cristiana y en los que pronto aparecer¨ªan los primeros signos de contestaci¨®n a la dictadura de Franco.
Valente cuestion¨® de forma decidida el r¨¦gimen, llegando a formar parte del Frente de Liberaci¨®n Popular antifranquista y colaborando estrechamente con los emigrantes espa?oles en Suiza. Se hab¨ªa trasladado a Ginebra en 1958 despu¨¦s de pasar una temporada en Oxford (donde estuvo desde 1954), y permaneci¨® all¨ª hasta 1982 (de ah¨ª se trasladar¨ªa a Par¨ªs), relacion¨¢ndose de manera muy estrecha con Mar¨ªa Zambrano.
Su trayectoria fue pues at¨ªpica. Vivi¨® de joven en una Espa?a sombr¨ªa, de la que pudo liberarse pronto. Mucho m¨¢s adelante se instal¨® en Almer¨ªa. Los tiempos hab¨ªan cambiado.
Babelia
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