Manadas de lobos
Al amanecer, salen en cuatro o cinco veh¨ªculos cargados de explosivos. Y al cabo de un tiempo se separan cada uno hacia un destino suicida. Quiz¨¢s tengan algunos objetivos pre-establecidos, pero si encuentran dificultades, los cambian sobre la marcha y se tiran contra otros, ya sea una comisar¨ªa de polic¨ªa, un mercado o una fila de chi¨ªes a la espera de un autob¨²s o de un empleo. Realmente, es muy dif¨ªcil luchar contra este terrorismo de manada de lobos (wolf pack), como se lo denomina en Irak, pues atenta contra lo que puede y a menudo, como si no tuvieran carencia de candidatos a suicidas, vuelven contra los mismos objetivos. En esa guerra de poco sirve meterse en el hoyo causado por un previo ob¨²s. Adem¨¢s, usando a menudo cargas de artiller¨ªa -quedan millares en el pa¨ªs-, ponen bombas en las carreteras que detonan, al paso de alg¨²n veh¨ªculo, por infrarrojos, con lo que los inhibidores no sirven.
Las bajas estadounidenses se han reducido algo, no porque las tropas ocupantes hayan tenido ¨¦xito, sino porque hacen menos patrullas y se exponen menos. Los iraqu¨ªes que les van reemplazando tampoco est¨¢n dispuestos a sacrificarse. A menudo, los mismos que est¨¢n en las nuevas fuerzas de seguridad iraqu¨ªes tiene un pluriempleo en las milicias chi¨ªes o sun¨ªes. ?Hay extranjeros? ?Realmente funciona all¨ª Al Qaeda? El 11-M en Madrid y el 7-7 en Londres han demostrado que Al Qaeda puede ser m¨¢s mort¨ªfera como ideolog¨ªa o referente que como organizaci¨®n.
Los insurgentes sun¨ªes parecen haber cambiado de prioridad: en vez de atentar en primer lugar contra los ocupantes, prefieren atacar a los chi¨ªes -como ocurri¨® en la mezquita de Samarra- no ya para provocar una guerra civil sino para que los atacados se sientan indefensos y a su vez viren, como est¨¢ pasando, contra los americanos y las fuerzas ocupantes de otros pa¨ªses, en un tri¨¢ngulo infernal, en el que las milicias chi¨ªes se han convertido en centrales. Algunos observadores estiman que de seguir avanzando la violencia intercomunitaria, los ocupantes pueden verse obligados a hacer labores de interposici¨®n, lo que complicar¨ªa a¨²n m¨¢s su labor.
A pocos d¨ªas de los tres a?os de la afirmaci¨®n de Bush de "misi¨®n cumplida", Irak va a peor. Los propios informes oficiales americanos lo confirman. Parece avanzarse inexorablemente hacia la divisi¨®n del pa¨ªs en, al menos, tres trozos, lo que provocar¨ªa un movimiento s¨ªsmico en toda la regi¨®n, la "apertura de las puertas del infierno" contra la que previno Amr Mussa, secretario general de la Liga ?rabe. Discretas limpiezas ¨¦tnicas o movimientos de poblaci¨®n incluso entre barrios de una misma ciudad llevan tiempo produci¨¦ndose. En todo caso, ninguno de sus vecinos quiere ver surgir un Estado kurdo independiente.
Casi cuatro meses despu¨¦s de las elecciones, Irak sigue sin Gobierno y sin proyecto. Su Constituci¨®n est¨¢ mostrando ser m¨¢s un factor de divisi¨®n que de unidad. Puede que la Administraci¨®n americana siga una t¨¢ctica, pero la cambia constantemente y no se vislumbra una estrategia para pacificar Irak, mientras se va quedando sin aliados: la Italia de Prodi se retirar¨¢ y ni en la UE ni en la OTAN se habla ya casi de Irak. Washington sabe que para estabilizar Irak y ejercer presi¨®n sobre los chi¨ªes, necesita a Ir¨¢n, por lo que, por primera vez, se han anunciado conversaciones directas entre americanos e iran¨ªes. Pero se dedica a amenazar a Teher¨¢n por el tema nuclear y los iran¨ªes agitan a su vez lo que pueden. ?O es al rev¨¦s: tienen las veladas amenazas de atacar Ir¨¢n como primer objetivo forzar a Teher¨¢n a colaborar en Irak?
En todo caso, para Bush la decisi¨®n sobre la retirada de las tropas americanas no la tomar¨¢ ¨¦l sino alguno de sus sucesores, lo que indica que va para largo y quiz¨¢s en esto, no le falte raz¨®n, aunque es el responsable en jefe del desaguisado, junto a un Rumsfeld que ah¨ª sigue. En estos tiempos van saliendo trapos sucios sobre la multitud de errores cometidos por la Administraci¨®n Bush en Irak. Pero las reflexiones de futuro escasean. Quiz¨¢s porque el horizonte est¨¢ oscuro. aortega@elpais.es
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