Inmovilismo y algo m¨¢s
El portavoz del Grupo Popular en el Congreso de los Diputados, Eduardo Zaplana, reclam¨® el pasado domingo que nadie en su partido busque f¨®rmulas de renovaci¨®n o moderaci¨®n. Considera estas f¨®rmulas un ejercicio de deslealtad y una insensatez que no se justificar¨ªa ni por la consecuci¨®n de mejores resultados electorales. Pues bien, tras estas declaraciones, no tengo la menor duda que el presidente del PP-A, Javier Arenas, no es desleal ni insensato y, al igual que Zaplana, apuesta por el inmovilismo en una sociedad de cambio. Lo entiendo as¨ª por las declaraciones que acaba de hacer con motivo de la pr¨®xima designaci¨®n del candidato del PP a la alcald¨ªa de Sevilla. Arenas dice estar convencido de que la persona id¨®nea para su grupo es Jaime Raynaud y que si nada cambia, lo que no ser¨ªa nada extra?o en este personaje pues sus veleidades son bien conocidas -unas veces opta por el "si" al Estatuto para Andaluc¨ªa y otras no-, nos lo har¨¢ saber en las pr¨®ximas semanas. Y esta decisi¨®n a favor de lo inmutable, por parte de Javier Arenas, la ense?an las encuestas que se est¨¢n dando a conocer con motivo de las elecciones municipales que se anuncian para la pr¨®xima primavera. Unas encuestas que, bien encargadas por los grupos pol¨ªticos o realizadas por los medios, avanzan el sentir de la sociedad y pueden preparar la estrategia de los grupos pol¨ªticos. Algo que, en el caso del Grupo Popular, le es indiferente. Lo importante para este grupo no es lo que la sociedad, ni siquiera la sociedad conservadora, exija. Lo importante es lo que el portavoz indique, bajo pena de insensatez cuando no de traidor.
Y as¨ª, seg¨²n una encuesta que se ha dado a conocer el pasado s¨¢bado por un diario de Andaluc¨ªa, resulta que el concejal Raynaud -candidato de Arenas- solo mejora a su secretario general Juan Ignacio Zoido que, por cierto, ocupa el ¨²ltimo lugar entre los encuestados de derechas, seguramente porque saben que es de centro, aunque el interesado a¨²n no se haya enterado. Pues nada, pese al lugar que ocupa, Arenas mantiene la candidatura. Es verdad, y m¨¢s a estas alturas, que la intenci¨®n de voto est¨¢ sujeta a actuaciones p¨²blicas y de gobierno, que pueden acentuar o disminuir la tendencia; tambi¨¦n a los esc¨¢ndalos que tengan acogida judicial y a su entrega por cap¨ªtulos que, a veces, m¨¢s que buscar justicia lo que se busca es el hundimiento del grupo que se ve afectado por los actos de sus representantes. En suma que una actuaci¨®n acertada en la ciudad de Sevilla o una actuaci¨®n atinada por la gestora en Marbella -cito como ejemplo- y una ausencia de denuncias sobre latrocinios, pueden hacer que aumenten las diferencias entre unos y otros.
Ahora bien, si no es posible determinar el resultado final, lo que si ponen de manifiesto las encuestas es la actualidad y el pensamiento de los ciudadanos al tiempo de su realizaci¨®n. En esta ocasi¨®n es evidente que existe un deseo generalizado para que se presente como candidata del grupo popular la ex alcaldesa Soledad Becerril. Posiblemente por la seguridad y serenidad que aportaba esta persona en el ejercicio p¨²blico; tambi¨¦n por su respeto y confianza en el sistema democr¨¢tico. Precisamente lo que falta ahora en el PP, sea con A o con Z ya que el Grupo Popular, tal como se define por sus mandos, est¨¢ m¨¢s preocupado por la fidelidad a las personas que ocupan el poder que por las ideas, como tambi¨¦n que ejerce su pol¨ªtica desde el aislamiento. Algo cada vez m¨¢s parecido al comportamiento de Berlusconi ante la p¨¦rdida de las elecciones en Italia con una diferencia y es que, mientras en Italia apenas llevan una semana aguantando la negativa de Berlusconi a admitir la derrota, aqu¨ª llevamos m¨¢s de dos a?os en la misma l¨ªnea de estupidez, pues no paran de poner en tela de juicio el sistema democr¨¢tico. Unas veces poniendo en cuesti¨®n la legitimidad del gobierno, otras el sistema judicial y otras, el sistema de investigaci¨®n y, en esta l¨ªnea de actuaci¨®n y tal como la plantea Zaplana y sigue Arenas, solo tienen cabida los leales a ellos mismos. Un planteamiento que puede llegar a producir hartazgo, cuando no la quiebra del propio grupo, por la falta de compromiso con el sistema de pol¨ªtico y con unas ideas y actitudes que piden a gritos su renovaci¨®n y moderaci¨®n.
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