15 horas para resolver una crisis

La experiencia curte. Pasqual Maragall ha logrado cerrar esta crisis de gobierno en tan s¨®lo 15 horas. Acostumbrado a las sacudidas que ha sufrido su Ejecutivo, o que ¨¦l mismo ha provocado, desde que tom¨® posesi¨®n en diciembre de 2003, el presidente de la Generalitat ha resuelto la remodelaci¨®n de su gabinete en un tiempo r¨¦cord y sin sufrir graves heridas.

Contrariamente a lo que sucedi¨® en octubre del pasado a?o, cuando Esquerra Republicana, Iniciativa Verds e incluso su propio partido, el PSC, le abortaron su pretendida reestructuraci¨®n gubernamental, ahora Maragall ha sabido presionar y convencer a sus socios. Sin duda, el presidente ha atinado el momento para efectuar los cambios, con una debilitada y solitaria Esquerra en su oposici¨®n al Estatuto catal¨¢n.

El presidente hab¨ªa prometido no modificar el Ejecutivo hasta despu¨¦s del refer¨¦ndum

El presidente, de cuyo obstinado car¨¢cter dan cuenta quienes le rodean en Presidencia, ten¨ªa en mente los cambios desde octubre de 2005. Entonces se resign¨® por la negativa de los partidos que le apoyan, ante los que se comprometi¨® a mantener intacto el Gobierno hasta celebrado el refer¨¦ndum del Estatuto, previsto para el 18 de junio.

Pero Maragall no ha sabido esperar o quiz¨¢ se ha convencido, como comentan fuentes socialistas, de la idoneidad de efectuar ahora la reestructuaci¨®n. "Despu¨¦s del refer¨¦ndum era muy complicado. Si bien estamos convencidos de que el resultado ser¨¢ favorable, una estrecha victoria hubiera reforzado a Esquerra Republicana. Era ahora o nunca", se?ala un destacado dirigente del PSC.

El presidente madur¨® los cambios durante esta Semana Santa hasta el punto de que su pretensi¨®n era hacerlos p¨²blicos el mismo s¨¢bado 15. A sus compa?eros del PSC les convenci¨® sobre la oportunidad de la remodelaci¨®n, en especial al primer secretario y ministro de Industria, Jos¨¦ Montilla. Iniciativa y Esquerra, en cambio, s¨®lo le pidieron tiempo para analizarlo. Al menos, no se top¨® con su negativa. "Fue jugando con todos. Nos dec¨ªa que Iniciativa estaba de acuerdo con los cambios y que ya hab¨ªa propuesto al sustituto de Salvador Mil¨¤ [consejero de Medio Ambiente cesado]. Y a Iniciativa le dec¨ªa lo mismo de nosotros. Pero todos sab¨ªamos que era un farol. Por eso intentamos ganar tiempo", relata un dirigente de Esquerra Republicana.

Republicanos y ecosocialistas eran conscientes de que esta vez no pod¨ªan mantener otro pulso con Maragall. Pero les molest¨® sobremanera que el presidente ya hubiera contactado con posibles candidatos para sustituir a sus consejeros en el Gobierno. As¨ª, fue Maragall quien propuso, por ejemplo al concejal del Ayuntamiento de Barcelona, Jaume Oliveras, o al portavoz parlamentario de ERC y principal negociador del Estatuto, Joan Ridao, para sustituir al republicano Joan Carretero al frente del Departamento de Gobernaci¨®n. A Francesc Baltasar para relevar a Salvador Mil¨¤ en Medio Ambiente o a Manel Balcells al frente de Universidades en vez de Carles Sol¨¤.

Como se encarg¨® de recordar ayer el l¨ªder de ERC, Josep Llu¨ªs Carod Rovira, las remodelaciones son competencia exclusiva del presidente pero a cada partido le corresponde proponer a los futuros consejeros.

La tarde del mi¨¦rcoles la noticia sobre la crisis del Gobierno ya hab¨ªa corrido como la p¨®lvora. Pasqual Maragall decidi¨® acelerar los cambios y llam¨® a su despacho a los l¨ªderes de Iniciativa, Joan Saura, y Esquerra Republicana, Josep Llu¨ªs Carod Rovira. Poco a poco, otros dirigentes se a?adieron a las conversaciones: el secretario general de ERC, Joan Puigcerc¨®s; el presidente del Parlamento catal¨¢n, Ernest Benach; el primer consejero, Josep Bargall¨®, o el vicepresidente del PSC, Miquel Iceta.

El presidente quiso poner en un brete a los socios: los cambios deb¨ªan afectar a las tres formaciones y cada uno aportar su cuota, tres el PSC, dos ERC y uno ICV.

Este hecho significaba que, irremediablemente, los republicanos deb¨ªan sacrificar a uno de sus consejeros m¨¢s emblem¨¢ticos y azote de los socialistas, Joan Carretero, titular de Gobernaci¨®n. Carretero ha velado, dentro del Gobierno, para salvaguardar las tesis republicanas, por ejemplo con su veto a la nueva ley electoral o a la reorganizaci¨®n territorial. Pero el consejero, pr¨®ximo a Joan Puigcerc¨®s, acab¨® por granjearse la animadversi¨®n del PSC cuando en una entrevista arremeti¨® contra la reforma del Estatuto catal¨¢n y calific¨® de demagogo al presidente del Gobierno, Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero.

La noche del mi¨¦rcoles, Maragall tuvo que esforzarse y sacar pecho para convencer a sus socios sobre la necesidad de llevar a cabo los cambios. Las discusiones fueron agrias, seg¨²n uno de los presentes. Por ejemplo, el ecosocialista Joan Saura no entend¨ªa que tuviera que sacrificar al consejero de Medio Ambiente, Salvador Mil¨¤, que en su opini¨®n ha realizado un trabajo satisfactorio.

Los republicanos, por su parte, tuvieron doble trabajo. Por un lado el pulso con Maragall y, por otro, los equilibrios internos entre las distintas familias republicanos: el sector de Carod frente al de Puigcerc¨®s. Pero al final la cosa qued¨® en tablas: Maragall cambio a consejeros de todos los partidos y los republicanos mantienen su cuota de poder.

No obstante, ERC ha hecho pagar cara a Maragall la salida de Carretero. El mi¨¦rcoles los republicanos pidieron tiempo al presidente para meditar los cambios y proponer a los consejeros sustitutos. La ejecutiva de ERC, ayer, decidi¨® que el nuevo titular de Gobernaci¨®n ser¨ªa Xavier Vendrell, mano derecha del primer consejero y secretario de organizaci¨®n del partido, a quien la Fiscal¨ªa investiga por el env¨ªo de cartas a trabajadores de la administraci¨®n auton¨®mica exigiendo el pago de cuotas a ERC. Vendrell ser¨¢, casualmente, el encargado de investigar el env¨ªo de estas cartas.

Los republicanos se regocijan de este nombramiento, que no ha gustado a la oposici¨®n de CiU y PP y ni siquiera a los socios del Gobierno en el tripartito. "Al presidente no le iba a salir barato cambiar a Carretero", se?ala un destacado miembro de Esquerra.

A pesar de estas desavenencias entre socios, tanto Iniciativa como Esquerra Republicana consideran que la remodelaci¨®n ha sido satisfactoria para sus intereses pol¨ªticos. Por una parte, como destacaron ayer dirigentes de ambos partidos, supone consolidar al tripartito y asegurar su continuidad hasta el final de la legislatura. Esta maniobra, explican desde ERC, tambi¨¦n frena cualquier pretensi¨®n de socialistas o convergentes de intentar una coalici¨®n en Catalu?a. "No me parece mal la jugada, porque Maragall ha sido capaz de abortar el pacto entre Mas y Zapatero del pasado mes de enero que, todos sabemos, no se limitaba al Estatuto", insisten fuentes republicanas.

Por otra parte, como subray¨® Carod Rovira, se desvincula la continuidad del Gobierno a la actitud que cada partido mantiene sobre el Estatuto y, en especial, a la oposici¨®n de Esquerra Republicana. Con ello, el tripartito se blinda ante cualquier ataque de la oposici¨®n.