Derecha montaraz
La derecha parece estar condenada a repetir la historia en Andaluc¨ªa y Javier Arenas a liderar un nuevo error. Si en el a?o 1980 no quiso que Andaluc¨ªa avanzara por la v¨ªa r¨¢pida de la autonom¨ªa seg¨²n el art¨ªculo 151 de la Constituci¨®n y tener el mismo nivel que las llamadas autonom¨ªas hist¨®ricas, ahora se agarra como a un clavo ardiendo con el argumento de que Andaluc¨ªa no es, ni puede ser, porque romper¨ªa Espa?a, una "realidad nacional". Entonces, la derecha consigui¨® que dos millones y medio de andaluces la dejaran contra las cuerdas, como a un boxeador sonado hasta el punto que besar¨ªa la lona dos a?os m¨¢s tarde. El pueblo andaluz demostr¨® a la derecha rancia y carca, y a Espa?a, que su autonom¨ªa era una realidad salida de las urnas y que siente a Andaluc¨ªa como su propia esencia. El 28 de febrero de 1980 no fue un canto al sol, sino un sentimiento muy profundo el que ech¨® ra¨ªces. Si la derecha y adl¨¢teres, ahora, quieren enterrarlo posiblemente lo paguen, tal como le sucedi¨® a la Uni¨®n de Centro Democr¨¢tico (UCD). De hecho, la derecha nunca se recuper¨® de aquella debacle. Es la derecha montaraz que no admite que sea la izquierda la que lidere el nuevo Estatuto; algo as¨ª sucedi¨® en 1981 cuando Mart¨ªn Villa y Adolfo Su¨¢rez negociaron con el PSA una salida por la v¨ªa del art¨ªculo 144 a fin de evitar que el partido socialista y la izquierda aparecieran como los vencedores en la consecuci¨®n de la autonom¨ªa por el 151.
A diferencia de lo que hace ahora Arenas, en 1980 Clavero no acept¨® imposiciones y dimiti¨®
Es la derecha montaraz, que no admite que sea la izquierda la que lidere el nuevo Estatuto
No es bueno enterrar la historia y mucho menos rescribirla seg¨²n conveniencias y deber¨ªa ser, hoy en d¨ªa, una labor imprescindible el recuperar la memoria hist¨®rica, primero por nosotros mismos y, sobre todo, para quienes no habiendo vivido los hechos que nos dieron la autonom¨ªa plena los conozcan. Hay unas fechas claves en el autogobierno andaluz, con la larga macha que inici¨® el pueblo andaluz el 4 de diciembre de 1977, con la manifestaci¨®n por la autonom¨ªa, con cerca de un mill¨®n de andaluces en las calles; el 28 de febrero de 1980, con el refer¨¦ndum de ratificaci¨®n de la iniciativa auton¨®mica y el 20 de octubre de 1981, con el refer¨¦ndum de ratificaci¨®n del Estatuto de Carmona. La autonom¨ªa andaluza ha sido la que m¨¢s respaldo popular ha tenido en Espa?a en las urnas y nada menos que en dos ocasiones. La primera, en 1980, con 2.247.287 votos, el 55% del total del censo (ya se sabe aquello de los muertos y emigrantes que votaron) y en 1981, con 2.172.577.
Por eso extra?a el empecinamiento de la derecha actual en mantener posiciones muy alejadas de aquellos sentimientos; lamentablemente la historia parece repetirse, aunque con personajes, en parte distintos. En Madrid, Rajoy, Acebes, Zaplana y Aznar (no lo olvidemos) mandan y deciden. Javier Arenas, en Andaluc¨ªa, cumple sin abrir la boca; le va en ello su rid¨ªculo futuro. M¨¢s o menos tal cual fue en el a?o 1980. Entonces eran Su¨¢rez, Abril Martorell, Arias Salgado, Mart¨ªn Villa, P¨¦rez Llorca y Garc¨ªa A?overos y dos diputados cuneros, Garc¨ªa D¨ªez y Landelino Lavilla, los que pretendieron trazar el futuro de Andaluc¨ªa; y aqu¨ª, Manuel Clavero Ar¨¦valo. Con una diferencia real: Clavero no acept¨® imposiciones, dimiti¨® y se ech¨® a los caminos a favor de lo que el pueblo ped¨ªa. Arenas, por si no se sabe, dej¨® tirado en la cuneta al profesor Clavero y fue traidor a quien fuera su principal mentor. Hay testigos de entonces, con una memoria clarividente, tal cual Arturo Moya Moreno, por poner un solo nombre. Arenas hizo suya "la imprudencia desleal de Clavero".
Y la historia y los hechos son a¨²n m¨¢s contumaces si tenemos que recordar lo sucedido en el refer¨¦ndum de ratificaci¨®n del Estatuto de Carmona, en octubre de 1981. La UCD, que ya est¨¢ en plena y dram¨¢tica desintegraci¨®n, decide apoyar el Estatuto, aunque de una manera muy tibia, tal ha recordado quien entonces era su secretario general en Andaluc¨ªa y redactor del Estatuto, Carlos Rosado; la derecha dura y rancia que corr¨ªa por las venas de Alianza Popular se inclina por el no y Manuel Fraga baja a Andaluc¨ªa con el zurr¨®n cargado de amenazas y recordando que las plagas b¨ªblicas ser¨ªan cuento de ni?os con lo que estaba por llegar. Esto es lo que hizo la derecha en Andaluc¨ªa y por eso extra?a, a propios y ajenos, y a quienes fueron compa?eros de partido que no de camino, que Javier Arenas, quiz¨¢s para quitarse este estigma, haya confesado sin miedo al rid¨ªculo en la Cadena SER, que en el refer¨¦ndum de ratificaci¨®n auton¨®mica, en 1981, pronunciara nada menos que unos cincuenta m¨ªtines; m¨¢s o menos, a dos por d¨ªa. Hay que recordar, porque as¨ª est¨¢ escrito, que la UCD, llevada de la mano por Soledad Becerril y Carlos Rosado, se limitaron a organizar en campa?a reuniones sectoriales, sin olvidar aquella famosa frase de Leopoldo Sotelo, una vez elegido presidente del Gobierno, que le dio por venir a Andaluc¨ªa como si quisiera limpiar pecados y abandonos hist¨®ricos; el que esto firma le pregunt¨® en una calle malague?a si ten¨ªa sentido de culpabilidad al ser tan reiteradas sus visitas y, como era Semana Santa, contest¨®: "Yo vengo a Andaluc¨ªa a ver procesiones". Genial y propio de don Leopoldo.
Estos son los hechos, por eso y porque Andaluc¨ªa se gan¨® a pulso ser comunidad hist¨®rica en las urnas, nada menos que en dos ocasiones, algo que no tiene parang¨®n en la historia de Espa?a, hay que pedir respeto en unos momentos en los que se negocia el Estatuto; respeto a Andaluc¨ªa y a los andaluces. Primero, a quienes desde Andaluc¨ªa son incapaces de entender que el Estatuto, que deber¨¢ ser aprobado en el Parlamento andaluz el pr¨®ximo d¨ªa 2 de mayo, es reflejo de la "larga marcha" iniciada en el a?o 1977; respeto a quienes desde Andaluc¨ªa siguen enarbolando el arma demag¨®gica de que Espa?a se rompe y caminamos a una rep¨²blica, pero sobre todo, pedir que tengan respeto al pueblo andaluz, y a Andaluc¨ªa quienes desde fuera, desde la distancia, pretenden que la realidad nacional andaluza sea de segunda categor¨ªa. Y eso no lo va a permitir el pueblo andaluz.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Archivado En
- UCD
- Opini¨®n
- Declaraciones prensa
- Reformas estatutarias
- Constituci¨®n de las Autonom¨ªas
- Javier Arenas
- Estatutos Autonom¨ªa
- PP
- Comunidades aut¨®nomas
- Refer¨¦ndum
- Pol¨ªtica auton¨®mica
- Administraci¨®n auton¨®mica
- Pol¨ªtica municipal
- Andaluc¨ªa
- Gente
- Elecciones
- Partidos pol¨ªticos
- Espa?a
- Administraci¨®n p¨²blica
- Pol¨ªtica
- Sociedad
- Estatutos
- Normativa jur¨ªdica
- Legislaci¨®n
- Justicia