El PP, de servicios m¨ªnimos en el Estatuto

"Algunos d¨ªas me levanto y digo que el nivel de acuerdo es del 90% y otros, que me llaman carro?ero, digo que el 80%". Esta declaraci¨®n de Javier Arenas es de hace un a?o. En ellas ven¨ªa a reconocer que no hab¨ªa grandes diferencias entre las propuestas del PP y del PSOE para la reforma del Estatuto.

?Qu¨¦ ha pasado para que casi 12 meses despu¨¦s el grupo popular haya votado no a 11 t¨ªtulos de la nueva proposici¨®n de ley, es decir, a los 250 art¨ªculos? Los socialistas e Izquierda Unida no tienen duda de que ese rechazo no se ha decidido en Sevilla, sino en Madrid por imposici¨®n de la direcci¨®n nacional del PP. Una negativa con la que pretende resucitar el debate territorial a cuenta de la iniciativa andaluza.

Las posibilidades de un acuerdo antes del pleno definitivo del d¨ªa 2 en el Parlamento son remotas

Los populares nunca han cre¨ªdo necesaria la reforma del Estatuto de Autonom¨ªa para Andaluc¨ªa y durante el proceso de tramitaci¨®n parlamentaria han optado por los servicios m¨ªnimos, tanto en los contenidos como en las asistencias de la ponencia.

Uno de los asuntos nucleares de cualquier estatuto es el de competencias. Desde primera hora se vio que el PP estaba ayuno de propuestas, como se comprueba en los listados entregados por los cuatro grupos parlamentarios en junio de 2005. El resto de las formaciones, m¨¢s o menos, ten¨ªan claras sus apuestas. Los socialistas ya avanzaban entonces su pretensi¨®n de que Andaluc¨ªa asumiera competencias estatales, adem¨¢s de participar directa o indirectamente en todos los procesos de decisi¨®n pol¨ªtica que afecte a la comunidad. Las iniciativas de IU, las m¨¢s extensas y detalladas, ya apuntaban a una clasificaci¨®n por materias y el PA, reforzaba las materias exclusivas. El PP sorprendi¨® con un pedido donde s¨®lo figuraba una petici¨®n concreta: actualizar las referencias a las c¨¢maras de la propiedad urbana, los agentes de cambio y bolsa y los corredores de comercio.

En la primera fase de los trabajos de la ponencia, en las que a¨²n no se votaba, los populares manifestaron "reservas" a numerosos aspectos del Estatuto relacionados con la codecisi¨®n con el Estado o "dudas de constitucionalidad" a aspectos que reforzaban las atribuciones del presidente o la regulaci¨®n de derechos. Los temores a un portazo que implicaban estos rechazos impl¨ªcitos eran desbaratados por boca del presidente regional del PP, Javier Arenas, quien se mostraba no s¨®lo convencido del consenso, sino que pronosticaba un pacto final.

Conforme el debate catal¨¢n iba avanzando los populares empezaron a guardar m¨¢s sus cartas: fueron los ¨²nicos que no presentaron una propuesta espec¨ªfica al t¨ªtulo que recoge los principios de la financiaci¨®n de la comunidad ni tampoco al de competencias, en el que ni siquiera participaron. Incluso intentaron mezclar la bronca nacional a cuenta de la lucha antiterrorista en la reforma andaluza. Arenas lleg¨® a afirmar que la "futura negociaci¨®n" con ETA afectar¨ªa al proceso andaluz y propon¨ªa parar el reloj.

El partido que preside Javier Arenas ha querido ralentizar al m¨¢ximo el proceso y en numerosas ocasiones ha reiterado que no ten¨ªa que haber "prisas" en la aprobaci¨®n. De la c¨²pula regional, ha sido el portavoz parlamentario y ponente de la reforma, Antonio Sanz, quien ha mostrado una actitud m¨¢s positiva ante el proceso, mientras que el resto de la direcci¨®n era partidario de ir mucho m¨¢s despacio. Lo contrario, seg¨²n la c¨²pula del PP, era dar bazas al PSOE.

Los populares abandonaron la ponencia a mediados de enero aprovechando un plant¨®n del PA por las "sospechas" del agravio catal¨¢n y no s¨®lo no firmaron el borrador de la propuesta, como se hab¨ªan comprometido y al que registraron 181 votos particulares, sino que tambi¨¦n votaron en contra.

Estos hechos apuntaban claramente un no del PP al Estatuto, pero, una vez m¨¢s, Arenas promet¨ªa lo contrario. Y no s¨®lo vaticinaba acuerdo, sino que incluso adelant¨® el 4 de febrero el s¨ª en el refer¨¦ndum, que tres m¨¢s tarde convirti¨® en un no.

El PP se abstuvo en la toma en consideraci¨®n de la propuesta y termin¨® de desvelar sus cartas cuando registr¨® sus 225 enmiendas a la proposici¨®n. Las mismas planteaban un recorte a las competencias -al menos hay cinco que se sit¨²an incluso por debajo de lo aprobado en Valencia- la misma financiaci¨®n de hace 25 a?os y la mutilaci¨®n de la presencia de la Junta en los ¨¢mbitos europeos y estatal.

Y as¨ª se ha llegado hasta el pasado 19 de abril cuando el PP vot¨® no a todos los t¨ªtulos, es decir, a los 250 art¨ªculos del nuevo Estatuto. Las posibilidades de un acuerdo antes del pleno definitivo del d¨ªa 2 en el Parlamento andaluz son remotas y s¨®lo cabe esperar a lo que ocurra en el Congreso de los Diputados. Entonces ya se habr¨¢ celebrado el refer¨¦ndum de la reforma catalana y en funci¨®n del resultado tal vez cabe esperar otra finta verbal de Arenas.