Guerras en Gaza
La comunidad internacional y la mayor¨ªa de israel¨ªes y palestinos celebraron el pasado a?o la retirada de las tropas israel¨ªes de Gaza como un paso que pod¨ªa abrir nuevas esperanzas de retomar un proceso de paz que durante a?os estuvo en coma. Dichas esperanzas se antojan hoy un sarcasmo a la vista de los acontecimientos dram¨¢ticos y amenazantes que se precipitan. Ayer se multiplicaron los indicios que hacen evidente e inminente la amenaza de que estalle en Gaza otra guerra, ¨¦sta no entre israel¨ªes y palestinos, sino entre los seguidores del Gobierno radical islamista de Ham¨¢s y los leales al presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), el cada vez m¨¢s impotente Mahmud Abbas. El caos en los territorios ocupados se extiende y nadie, ni Ham¨¢s ni la ANP ni Israel ni la comunidad internacional, parece capaz de frenar una escalada que amenaza con desembocar en la en¨¦sima tragedia para el pueblo palestino.
La quiebra de las siempre maltrechas instituciones palestinas se puso cruelmente en evidencia cuando Ham¨¢s respondi¨® con una defensa cerrada del ¨²ltimo atentado suicida palestino en Tel Aviv frente a la condena que hizo el presidente palestino. El posterior nombramiento de Jamal Samhadana, uno de los terroristas m¨¢s buscados por Israel, como jefe de la fuerza policial de Gaza, en un intento del radicalismo por hacerse con las estructuras de las fuerzas de seguridad de la ANP, ha sido el detonante de esta crisis cuyo final es imprevisible. El presidente Abbas conden¨® el nombramiento de Samhadana, pero Ham¨¢s desautoriz¨® al presidente, y su l¨ªder en el exilio, Jaled Marsal, lo tach¨® de "colaborador de Israel", lo que equivale a una declaraci¨®n de guerra a muerte.
Ya desde el triunfo electoral de Ham¨¢s, la lucha por el poder en las calles, por los puestos de trabajo y el control de la econom¨ªa en los territorios ocupados hab¨ªan disparado las tensiones entre grupos paramilitares islamistas y de la OLP, y diversas bandas y clanes que forman unos entramados de intereses que se mezclan con postulados ideol¨®gicos y religiosos. El s¨¢bado se produjeron 20 heridos en los peores enfrentamientos entre miembros regulares de milicias de Ham¨¢s y Al Fatah desde las elecciones de enero. El alto el fuego firmado apenas dur¨® horas. Ayer se reanud¨® el conflicto con el asalto al Ministerio de Sanidad. La confusi¨®n sobre la obediencia de diversos grupos involucrados es grande, pero est¨¢ claro que se trata de un choque frontal entre Ham¨¢s y los ¨®rganos de la ANP.
El colapso del orden en los territorios ocupados es una terrible amenaza para el pueblo palestino, para Israel y toda la regi¨®n. Es imprescindible una urgente intervenci¨®n internacional que al menos frene la escalada de violencia para abrir oportunidades de di¨¢logo entre las facciones palestinas. Hasta el peor fan¨¢tico debiera temer hoy el estallido de una guerra civil palestina que destruir¨ªa cualquier posibilidad de un proceso negociado en Oriente Pr¨®ximo.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.