Alberto Ruy S¨¢nchez regresa a Mogador en 'Nueve veces el asombro'
![Jes¨²s Ruiz Mantilla](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fs3.amazonaws.com%2Farc-authors%2Fprisa%2F6a8979ac-e7b3-4e49-a28d-8ef780472c20.jpg?auth=adca90b9344430353a3efa521c6f05b31de12fb2c013241bb04b919b8e0a8605&width=100&height=100&smart=true)
"Dicen que la ciudad de Mogador no existe, que la llevamos dentro". ?ste es el primer cap¨ªtulo completo de Nueve veces el asombro (Alfaguara), el nuevo libro, inclasificable, tan personal de Alberto Ruy S¨¢nchez. "Pero otros dicen que s¨ª existe y que justamente la llevamos dentro". As¨ª se abre y se cierra el segundo cap¨ªtulo del regreso de este autor mexicano, inquieto, sensible, evocador, a su mundo propio de Mogador.
Por ese territorio del deseo, un concepto que Ruy S¨¢nchez sobrepone al amor, anduvo este autor mexicano ya en su novela Los jardines de Mogador. "Es el ¨¢mbito donde se resumen las pasiones de los personajes de mis libros", asegura Ruy S¨¢nchez. Un ¨¢mbito de exploraci¨®n, donde el autor ahonda en la naturaleza del deseo.
Mogador puede ser muchas cosas y estar en muchos sitios. Es ese mundo que los lectores pueden llevar dentro, o no. "Es una mujer y sobre ella interiorizo el mundo er¨®tico. La literatura er¨®tica est¨¢ principalmente hecha con visiones externas, a m¨ª me interesan las internas", afirma Ruy S¨¢nchez.
Es un jard¨ªn de Scherezade, donde no hay plantado m¨¢s que utop¨ªa y mestizajes. Puede ser tambi¨¦n un territorio donde las fronteras entre la narrativa y la poes¨ªa no est¨¦n claras. "De hecho, he querido forjar una po¨¦tica del asombro", cuenta. Pero no un asombro con definici¨®n castellana. "No en el sentido de echar sombra o espantarse y m¨¢s rico que maravillarse. En el sentido de un significado ¨¢rabe que me parece perfecto: 'Experimentar un impacto agradable ante algo inesperado que se juzga maravilloso'. Es una definici¨®n perfecta para m¨ª".
Ruy S¨¢nchez es exigente con su visi¨®n de la literatura. "El escritor debe crear como una revelaci¨®n, ajeno a los g¨¦neros. Tambi¨¦n debe moldear lo que tiene entre manos como un objeto artesanal y no debe regirse por las leyes de una intriga, sino de un ¨¢mbito", asegura. Son las leyes sagradas que ¨¦l mismo ha aplicado en el mundo de Mogador. Pero el lector es libre de transgredirlas, naturalmente.
![El escritor Alberto Ruy S¨¢nchez, en Madrid.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/K2RIHBNW2C43NCHXWVB2KJFMLA.jpg?auth=2e48f5e36cee5f2f5916489c2d4cd933c8fc2d151338020d9a9fe0d015613a9a&width=414)
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