El historiador del arte Stoichita revisa el mito de Pigmali¨®n

El historiador del arte Victor I. Stoichita (Bucarest, 1949) investiga el l¨ªmite entre arte y realidad, el triunfo de la ilusi¨®n est¨¦tica, la historia del simulacro en la cultura occidental, las im¨¢genes y los objetos, el hombre-estatua, la educaci¨®n del doble. Todo est¨¢ en su ¨²ltimo libro, Simulacros. El efecto Pigmali¨®n: de Ovidio a Hitchcock (Siruela), presentado ayer en el C¨ªrculo de Bellas Artes, de Madrid, junto al fil¨®sofo Ignacio G¨®mez de Lia?o y Horia Barna, director del Instituto Cultural Rumano.

Stoichita, catedr¨¢tico en la universidad suiza de Friburgo, se considera un "historiador de las im¨¢genes" m¨¢s que un historiador del arte tradicional. En Simulacros, que se publica en espa?ol con traducci¨®n de su mujer, Anna Mar¨ªa Coderch, antes de su salida en Italia, Estados Unidos y Jap¨®n, Stoichita lanza una mirada transversal al mito cl¨¢sico de Pigmali¨®n, desde los versos latinos de Ovidio en Metamorfosis, y al efecto Pigmali¨®n en el arte y la ciencia, con el an¨¢lisis de su iconograf¨ªa desde el siglo XIII, en las ilustraciones en novelas y cuadros, hasta la imagen f¨ªlmica, sobre todo en la pel¨ªcula V¨¦rtigo, de Hitchcock, las serigraf¨ªas pop de Warhol y la mu?eca Barbie, en el l¨ªmite de la actual realidad virtual y la simulaci¨®n digital.

"El efecto pigmalioniano se desarrolla sobre todo en el renacimiento y en manierismo, pero el ejemplo clave es el arte del cine, la imagen en movimiento, que es la caracter¨ªstica del simulacro y del enga?o, y donde el efecto de transgresi¨®n es m¨¢s fuerte", declara Stoichita.

El autor recorre las ediciones ilustradas donde aparece el mito de Pigmali¨®n, en la novela er¨®tica El libro de la rosa, en el siglo XIII, y consulta otros manuscritos y obras de arte, como las estatuas de Sansovino y Miguel ?ngel, los cuadros de Zeuxis, Rafael, Guido Reni, Raoux, Ricci, Falconet, Girodet, textos de Shakespeare y Rousseau, y las fotograf¨ªas de Louis Bonnard en el taller de G¨¦r?me. Llega hasta las aportaciones de Baudrillard y Deleuze sobre la actual sociedad del simulacro. Observa el efecto Pigmali¨®n en la obra de Juan Mu?oz, con los grandes mu?ecos que coloca en distintos espacios, pero afirma que el cine es el arte del siglo XX, la imagen en movimiento que da la impresi¨®n de vida. A?ade que el erotismo est¨¢ en el origen del mito, "la tensi¨®n entre masculino y femenino", y que no ha recogido "el fuerte impacto en el p¨²blico" de la versi¨®n de Bernard Shaw en teatro y cine porque es un trabajo sobre la voz, una historia de lenguaje, que se aparta de su recorrido visual.