Que sea biocarburante, por favor

El mercado ha entendido con rapidez mete¨®rica el mensaje. Desde que el Gobierno anunci¨® en agosto pasado, a trav¨¦s del Plan de Energ¨ªas Renovables (PER), que los biocarburantes quedaban exentos de fiscalidad hasta el a?o 2010 no pasa una semana sin que un fondo de capital riesgo o una empresa de las grandes anuncie un voluminoso proyecto para fabricar carburantes sustitutos de la gasolina o el gas¨®leo. Hacienda dejar¨¢ de ingresar 2.855 millones de euros por este motivo.

Al contrario de esos combustibles f¨®siles, que soportan grav¨¢menes del 53% y 45%, respectivamente, el incentivo fiscal ha disparado las expectativas de negocio en un sector hasta ahora marginal dedicado al aprovechamiento de residuos.

El mayor problema para el desarrollo de los biocarburantes es la ausencia de una red de distribuci¨®n y estaciones de servicio

En Suecia circulan 30.000 coches llamados flexibles, que funcionan con mezclas de 85% de bioetanol y 15% de gasolina

El precio del crudo y el nuevo marco del PER han modificado el escenario. Hace bien poco los productores de biocarburantes denunciaban que Espa?a incumplir¨ªa la directiva que exige una participaci¨®n del 5,8% de los biocarburantes en el consumo energ¨¦tico para el a?o 2010, que se estima ronde los 37 millones de Tep (tonelada equivalentes de petr¨®leo). En este momento esa participaci¨®n es del 0,9%. Pero todo apunta a que al final del periodo Espa?a ser¨¢ exportador nato de biocarburantes.

La empresa que se anticip¨® en esta carrera es Abengoa. Elabora desde hace tiempo bioetanol, un alcohol procedente del ma¨ªz, trigo, patatas y ca?a de az¨²car. Se mezcla en distintas proporciones con la gasolina y tiene la ventaja de que reduce entre un 40% y un 80% la emisi¨®n de gases. El a?o pasado factur¨® 226.000 metros c¨²bicos con destino la mayor parte a la exportaci¨®n. Es el primer productor europeo y posee cuatro plantas en Estados Unidos.

En el mercado interno el bioetanol estaba vedado por la ausencia de una red de distribuci¨®n y las cautelas de los fabricantes de coches ante la dificultad de mantener estable la mezcla de combustible. "En las primeras pruebas se resecaban las juntas de los motores", dec¨ªan.

Estos problemas t¨¦cnicos forman parte del pasado. En Suecia circulan m¨¢s de 30.000 coches llamados flexibles con mezclas de 85% de etanol y 15% de gasolina. A partir del pr¨®ximo 25 de mayo los ecologistas tendr¨¢n a su disposici¨®n en Espa?a un Ford Focus flexible fabricado en Almusafes con dos versiones; el de cinco puertas a 17.175 euros y el familiar a 12.825. "Sale un poquito m¨¢s caro porque hemos tenido que hacer ajustes en la culata y las v¨¢lvulas", comenta un portavoz de la compa?¨ªa.De nuevo la barrera para la expansi¨®n del bioetanol, como la del biodi¨¦sel, es la distribuci¨®n. No existe una red de la envergadura de los otros combustibles, aunque CLH acaba de terminar en Villaverde (Madrid) una planta para mezclas y montar¨¢ otras dos en Vizcaya y Barcelona.

En Espa?a el biodi¨¦sel tiene m¨¢s futuro que el etanol por el mayor consumo de gas¨®leo. De momento, las ocho plantas existentes fabrican 166.000 toneladas para flotas y empresas municipales de transportes (ver estaciones de biocarburantes en www.energias-renovables.com).

La mayor apuesta por este biocarburante viene del consorcio Acciona-Repsol, que invertir¨¢ 300 millones en el montaje de seis plantas, de las que saldr¨¢n m¨¢s de un mill¨®n de toneladas al a?o. S¨®lo con esta producci¨®n se cumplir¨¢ la mitad del objetivo del PER, que es alcanzar 2,2 millones de Tep para 2010.

Nadie le va a hacer sombra a este consorcio, pero a los pocos d¨ªas de anunciarlo Ebro Puleva informaba de la creaci¨®n de dos plantas con 200.000 toneladas de capacidad. Por su parte, Grupo Activos y la SEPI desarrollar¨¢n otras siete. El fondo Eolia Mistral y Entab¨¢n har¨¢n otras tres plantas para 675.000 toneladas anuales. Los financieros Juan Abell¨®, Abel Matutes y hasta el ex alcalde de Nueva York Rudolf Giuliani figuran en sociedades que invertir¨¢n en otras plantas m¨¢s.

El futuro de los biocarburantes est¨¢ a la vuelta de la esquina. S¨®lo falta involucrar a los agricultores en cultivar la materia prima que, hoy por hoy, se importa de Brasil, Indonesia y Argentina.