Zorita pide otra central

Pedro S¨¢nchez se cala la gorra de propaganda y levanta la cabeza. Este jubilado de 91 a?os, ex jardinero de la central nuclear de Zorita, no duda: "Si cierra la central, aflojar¨¢ el trabajo y se ir¨¢n los obreros y eso no puede ser. Que pongan algo que d¨¦ trabajo y si hace falta, otra central". S¨¢nchez es uno de los 800 habitantes de Almonacid de Zorita (Guadalajara), el pueblo a tres kil¨®metros de la central que no teme la energ¨ªa nuclear.

Francisco Mart¨ªnez, de 72, tambi¨¦n ha trabajado en la planta. ?l, sombrero ladeado y sentado al sol, controlaba la garita que dejaba entrar el agua del Tajo para refrigerar la central. El jueves pasado era dif¨ªcil encontrar a alguien en el pueblo que no tuviera relaci¨®n con la instalaci¨®n. Quien no ha trabajado bajo la c¨²pula naranja tiene un familiar, un amigo o un vecino que ha pasado por all¨ª. Contrarios, debe de haberlos, pero de la veintena de vecinos preguntados ninguno se opuso a una nueva central.

Fenosa mantendr¨¢ el uso del suelo pero descarta "por ahora" una instalaci¨®n similar

El alcalde, Gabriel Ruiz del Olmo, del PP, que gobierna con mayor¨ªa (cinco concejales por dos del PSOE), es operador auxiliar de la nuclear: "El empleo depende de Zorita. Cuando la pusieron no nos consultaron y ahora que la cierran tampoco. Queremos otra". El regidor, en el cargo desde 1995, no teme que su apoyo a la planta le pase factura en las elecciones municipales de 2007: "Si hay gente que se opone es poca, son casos aislados. Hemos vivido 38 a?os de forma segura con la central". La planta emplea a 240 personas.

Un vecino se encara: "Es muy f¨¢cil ser ecologista y antinuclear en Barcelona, pero de las flores no comemos". Otros alegan que son empleados de la central y no pueden hablar. El pueblo est¨¢ junto a la Alcarria, cerca de los embalses de Entrepe?as y Buend¨ªa, y se escuchan los p¨¢jaros junto al runr¨²n del Tajo.

El debate nuclear, reactivado por el alto precio del petr¨®leo, el cambio clim¨¢tico y el aniversario de Chern¨®bil, adquiere tintes pr¨¢cticos en Zorita. "En los primeros a?os se ir¨¢n ingenieros y disminuir¨¢ el empleo. Luego, con el desmantelamiento volver¨¢ a subir pero s¨®lo hasta que la cierren. Luego, ya veremos", a?ade preocupado el alcalde. El ayuntamiento ha creado un pol¨ªgono industrial pero que s¨®lo se ha instalado una empresa. Tal es la dependencia de la planta.

El director de Generaci¨®n de Uni¨®n Fenosa, V¨ªctor Sola, due?a de Zorita, se?ala que "por ahora" no est¨¢ entre sus planes construir una nuclear, aunque en octubre reconoci¨® en un documento que quer¨ªa el suelo "para el uso futuro de instalaciones nucleares de generaci¨®n". Uni¨®n Fenosa mantendr¨¢ el car¨¢cter nuclear del terreno y los trabajadores que no sigan en Zorita ser¨¢n recolocados en otras centrales. La compa?¨ªa planea una central de gas, pero el alcalde de Pastrana, Juan Pablo S¨¢nchez (PP), afirm¨® a Efe que son "bastantes" los regidores de la zona que preferir¨ªan una nuclear. Una planta de gas de ciclo combinado genera menos trabajo: emplea a unas 40 personas.

Para los ecologistas es frustrante ver que el cierre de Zorita, uno de sus mayores triunfos, no se percibe como tal en la zona. Carlos Bravo, responsable de la campa?a nuclear de Greenpeace, se?ala que "los pueblos como Zorita son nucleodependientes". Bravo afirma que la central es insegura y que su cierre llega incluso tarde. Miembros de Greenpeace se subieron a la c¨²pula de la instalaci¨®n el 25 de abril de 2002 en un gesto que para ellos cuestion¨® la seguridad de la planta ante un posible ataque. El asalto o los fallos en la tapa de la vasija y que obligaron a cambiarla son de los incidentes m¨¢s graves que ha sufrido. Sola, de Uni¨®n Fenosa, insiste en que la central es segura. La Junta de Castilla-La Mancha, del PSOE, se opone a cualquier nueva planta.

La otra opci¨®n nuclear para el pueblo es el almac¨¦n de residuos radiactivos, el centro que el Gobierno busca y que debe solucionar al menos durante un siglo al mayor problema de la energ¨ªa nuclear: la generaci¨®n de residuos, activos durante decenas de miles de a?os. "Una central, bueno, pero el cementerio no lo queremos porque eso rezuma", se?ala S¨¢nchez, el alcalde de Pastrana.

Pero es seguro que la empresa tendr¨¢, al menos temporalmente, un almac¨¦n para los residuos radiactivos que ha generado la central. "Es l¨®gico que se piense en Zorita. Hay que construir un almac¨¦n y s¨®lo habr¨ªa que hacerlo m¨¢s grande para los de todas", afirma Mari¨¤ Vila, gerente de la Asociaci¨®n de Municipios en ?reas de Centrales Nucleares (Amac). "Es pronto para saber qu¨¦ pueblo albergar¨¢ los residuos", dice. Zorita es de los pocos que podr¨ªa aceptarlos. En las distancias cortas, la reacci¨®n nuclear asusta menos.