Los socialistas exigen la dimisi¨®n de Villepin por el esc¨¢ndalo del espionaje
S¨¦gol¨¨ne Royal califica el momento pol¨ªtico de Francia como "el fin de un reino sin ¨¦tica"
El primer ministro franc¨¦s, Dominique de Villepin, mantuvo ayer silencio sobre su implicaci¨®n en el caso Clearstream, un montaje de los servicios secretos destinado a involucrar a su rival Nicolas Sarkozy en una falsa trama de corrupci¨®n. Pero el coro de voces pidiendo su dimisi¨®n segu¨ªa creciendo, desde la l¨ªder socialista S¨¦gol¨¨ne Royal hasta el centrista Fran?ois Bayrou, para quien la situaci¨®n del primer ministro es "inviable". Le Parisien citaba fuentes del palacio del El¨ªseo que suger¨ªan que el presidente, Jacques Chirac, se negaba a "dejar caer" a Villepin.
Seg¨²n Le Parisien, uno de los pocos diarios que se publican en Francia los domingos, desde el entorno del presidente de la Rep¨²blica se considera que la hip¨®tesis de una dimisi¨®n de Villepin "no tiene fundamento", y que lo que Chirac desea es "que todo el mundo se ponga a trabajar". Pero este mismo peri¨®dico citaba tambi¨¦n la profec¨ªa de un ministro del Gobierno que no quer¨ªa ser identificado: "Si nada cambia en los pr¨®ximos d¨ªas, el ¨²ltimo a?o del quinquenato [el mandato presidencial] corre el riesgo de convertirse en un largo v¨ªa crucis para la mayor¨ªa entera [la Uni¨®n por un Movimiento Popular, UMP]". La autoridad de Villepin, a?ad¨ªa este miembro de su Gabinete, "ya hab¨ªa sufrido mucho con la crisis del Contrato de Primer Empleo y ahora con el caso Clearstream, la sospecha perdurar¨¢ pase lo que pase".
Desde la oposici¨®n, las cr¨ªticas sub¨ªan de tono. S¨¦gol¨¨ne Royal, la candidata socialista a la presidencia favorita en todas las encuestas, calificaba el momento pol¨ªtico como "el fin de un reino sin ¨¦tica". En un acto con militantes en la localidad de Courrieres, Royal denunciaba la "descomposici¨®n" del Estado, aquejado de "una corrupci¨®n en el sentido m¨¢s profundo del t¨¦rmino, la de la mentira". "El poder es una corrupci¨®n cuando no se sabe a t¨ªtulo de qu¨¦ se ejerce", dijo la l¨ªder socialista, que reclam¨® un "retorno a los valores morales en lo m¨¢s alto del Estado".
Numerosos pol¨ªticos ped¨ªan ayer la dimisi¨®n de Villepin y un adelanto del calendario electoral; desde el que fuera primer secretario del Partido Socialista, Henri Emmanuelli, hasta el l¨ªder de la centrista Uni¨®n para la Democracia Francesa (UDF), Fran?ois Bayrou, para quien la situaci¨®n de Villepin es "inviable" ahora, pero ya lo era "desde hace varios meses". Seg¨²n Bayrou, Chirac debe adelantar las elecciones presidenciales y legislativas, previstas para mayo y junio de 2007. "Es la tercera crisis grav¨ªsima en menos de seis meses", indic¨® refiri¨¦ndose a la rebeli¨®n de las barriadas en oto?o y la protesta por el contrato precario para j¨®venes.
Si como podr¨ªa ser, Villepin -y Chirac- sigue dispuesto a aferrarse al poder, la pregunta que se hace todo el mundo es c¨®mo se las apa?ar¨¢ para sortear este esc¨¢ndalo. Ha tenido un largo puente y le queda la jornada de hoy para armar su estrategia, pero ma?ana ser¨¢ el centro de la atenci¨®n del pa¨ªs. El Parlamento, cuya ¨²ltima tarea antes de Semana Santa fue, precisamente, desmantelar su reforma laboral, que hab¨ªa sacado a la calle a millones de franceses una y otra vez, reabre el martes con el plato fuerte del proyecto de ley sobre inmigraci¨®n, una aut¨¦ntica arma electoral elaborada nada menos que por Sarkozy.
Por la ma?ana, el primer ministro se re¨²ne con los diputados de la UMP, y luego acude a la Asamblea Nacional para someterse a la habitual sesi¨®n de preguntas al Gobierno. El mi¨¦rcoles hay Consejo de Ministros y el jueves debe someterse a las preguntas de los medios de comunicaci¨®n, en su comparecencia mensual. Sarkozy tambi¨¦n mantiene silencio y parece beneficiarse del esc¨¢ndalo, pero fuentes de su entorno muestran su preocupaci¨®n porque el desprestigio de la derecha acabe arrastr¨¢ndole tambi¨¦n a ¨¦l.
Mientras tanto, el implacable trabajo de los jueces Jean-Marie d'Huy y Henri Pons no se detiene. Citando "fuentes concordantes", Le Journal du Dimanche apuntaba ayer que los dos magistrados tienen previsto realizar "acciones importantes" en los pr¨®ximos d¨ªas, un eufemismo que todo el mundo traduce por un registro en el palacio de Matignon, residencia del primer ministro. Para tomarle declaraci¨®n, sin embargo, D'Huy y Pons lo tienen m¨¢s dif¨ªcil, pues el protocolo que protege al jefe del Ejecutivo podr¨ªa forzarles a hacerlo por escrito.
Un registro similar en el Ministerio de Defensa llev¨® a los magistrados a encontrar la prueba, en forma de nota manuscrita, que les permiti¨® que el general de los servicios secretos Philippe Rondot confesara, seg¨²n public¨® el viernes Le Monde, que habr¨ªa recibido el encargo de Villepin, entonces ministro de Exteriores, invocando "instrucciones" del presidente Jacques Chirac, de involucrar a Sarkozy en un falso listado de cuentas secretas destinadas a recibir sobornos.
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