Blair afronta un posible voto de castigo en las municipales de hoy

La grave crisis que socava desde hace d¨ªas al Gobierno de Tony Blair puede convertir las elecciones locales de hoy en las peores para el Partido Laborista desde 1968, cuando la revuelta de las bases contra el Gobierno de Harold Wilson dej¨® al laborismo con el 25% de los votos en los comicios locales. Aunque estas elecciones est¨¢n condicionadas por cuestiones locales, un batacazo har¨ªa a¨²n m¨¢s inestable la posici¨®n del primer ministro.

La debilidad del l¨ªder laborista no ha dejado de acentuarse desde que llevara al pa¨ªs a la guerra de Irak, en la primavera de 2003. Blair ha conseguido llegar a estas elecciones municipales manteniendo en el Gabinete a John Prescott, Charles Clarke y Patricia Hewitt, tres ministros que llevan casi dos semanas protagonizando las primeras p¨¢ginas de la prensa y cuya suerte pende de un hilo.

Las elecciones de hoy -cuyos resultados no se conocer¨¢n hasta ma?ana- se espera que vayan seguidas de una amplia remodelaci¨®n del Gobierno. Quiz¨¢s la ¨²ltima de Blair como primer ministro. "No permit¨¢is que los titulares de nueve d¨ªas oscurezcan los logros de nueve a?os", les pidi¨® el martes a sus seguidores. Los desaires de los trabajadores de la sanidad p¨²blica a la ministra Hewitt, la aventura del viceprimer ministro Prescott con su secretaria y la liberaci¨®n por el responsable de Interior, Clarke, de m¨¢s de 1.000 presos extranjeros que pod¨ªan haber sido deportados al t¨¦rmino de su condena, se han convertido en la peor campa?a electoral para Blair.

Lo ¨²nico bueno para el laborismo es que parte de una base comparativa muy baja (el 26% de los votos en 2004 seg¨²n unas fuentes y el 28% seg¨²n otras), y que los conservadores de David Cameron no acaban de despegar, al menos en las encuestas que miden la intenci¨®n de voto en unas generales.

Pero ¨¦stas son elecciones locales y en el Reino Unido es especialmente dif¨ªcil tomar referencias comparativas. Primero, por la citada influencia de cuestiones locales. Y segundo, porque en 2004 las elecciones se desarrollaron en municipios distintos a los que votan ahora. Hoy s¨®lo hay elecciones en Inglaterra y ¨²nicamente en 176 de sus 388 consejos municipales. Los analistas estiman que el Partido Laborista saldr¨¢ bien librado si pierde entre 100 y 150 concejales, bastante tocado si pierde m¨¢s de 250 y en profunda crisis si pierde m¨¢s de 350 representantes.

En t¨¦rminos de porcentaje de voto, cualquier resultado por debajo del 25% podr¨ªa suponer tambi¨¦n un fuerte varapalo, aunque las dimensiones depender¨¢n del comportamiento de los conservadores. En las elecciones de 2004 ya fueron el partido m¨¢s votado, con el 38%, aunque el recuento del Consejo de Gobierno Local realizado por la Universidad de Plymouth reduce ese dato al 32,1% en los ayuntamientos de Inglaterra.

Los tories necesitan superar el 40% del voto en unas generales para conseguir la mayor¨ªa en esca?os y, aunque elecciones locales y legislativas son apenas comparables, si David Cameron consigue hoy romper ese techo podr¨¢ presentarse como alternativa real al laborismo y acentuar¨¢ las presiones para que Blair abandone Downing Street.