El perfil bajo del empresario catal¨¢n

Los Sanahuja, que batallan por reforzarse en la primera inmobiliaria espa?ola, re¨²nen algunos ingredientes t¨ªpicos de los clanes familiares dominantes en el chico universo empresarial catal¨¢n. De la urticaria ante las fotos al repel¨²s por hablar del negocio pasando por sigilosas inversiones en bancos espa?oles. Jam¨¢s una entrevista. Biograf¨ªas recompuestas a retazos. An¨¦cdotas gastadas a resultas de la opacidad, como el refugio antinuclear que dijo tener el fundador de la saga, Rom¨¢n Sanahuja Bosch.

Pero la promotora familiar Sacresa, que hoy maneja unos ingresos por ventas de unos 250 millones de euros y ya tiende la mano a la tercera generaci¨®n en los seis hijos de su actual presidente, Rom¨¢n Sanahuja Pons, lleva al l¨ªmite el perfil bajo. Y perpet¨²a en ellos su talante "formal, resolutivo y austero", seg¨²n allegados a un clan que no se prodiga ni con la end¨®gena ¨¦lite empresarial de Catalu?a.

Pese al tiempo transcurrido y a la variedad de proyectos inmobiliarios m¨¢s recientes en zonas propias de clases medias, como las viviendas en el antiguo campo del RCD Espanyol, la historia de los Sanahuja, disparada con la ola de nuevos pisos asequibles construidos en los sesenta, se detendr¨¢ siempre un momento en el derrumbe por aluminosis de un pu?ado de pisos en el barrio de Nou Barris de Barcelona, v¨ªctima mortal incluida, hace 16 a?os. Sacresa entr¨® en 2003 en Metrovacesa como escudo defensor de Joaqu¨ªn Rivero. Hoy, Rivero se defiende de ella.