No es seguro defraudar al seguro
M¨¢s de 63.000 siniestros presentados a las compa?¨ªas ofrec¨ªan datos falsos
Seis meses por estafa. As¨ª de caro le sali¨® el intento de enga?ar a sus cuatro seguros a un hombre que se cort¨® dos dedos para cobrar la cu¨¢druple indemnizaci¨®n por, presuntamente, lesionarse al despiezar un animal. Si se hubiera salido con la suya, se habr¨ªa embolsado m¨¢s de 200.000 euros. Pero le pillaron. Y por ello, Liberty Seguros se acaba de llevar el primer premio, en la especialidad de Seguros Personales (Invalidez), del XII Concurso Sectorial de Detecci¨®n de Fraudes de Seguros, convocado por Investigaci¨®n Cooperativa entre Entidades Aseguradoras y Fondos de Pensiones (ICEA).
"Fue una labor del tramitador de siniestros de acuerdo con las otras compa?¨ªas afectadas [Ocaso, a la que el reclamante ped¨ªa 180.000 euros; Winterthur, y Estrella]", explica un portavoz de la direcci¨®n de verificaci¨®n de Siniestros de Liberty. "Al estudiar el caso saltaron unos mecanismos de alarma -que no vamos a citar para no dar pistas a posibles defraudadores- que llevaron a los tramitadores de las distintas compa?¨ªas a contactar entre s¨ª". Exist¨ªan adem¨¢s pruebas f¨ªsicas que facilitaron que la denuncia prosperase en el juzgado. El caso ocurri¨® en 1999. Desde entonces, las investigaciones continuaron hasta concluir en un primer juicio el pasado septiembre, tras el que el afectado apel¨®. La sentencia firme de 25 de diciembre de 2005 le conden¨® a seis meses de prisi¨®n y declar¨® nulas las p¨®lizas suscritas.
"Este concurso da un mensaje claro: que el fraude es un delito de estafa, y que tambi¨¦n son delito las denuncias falsas por robo", seg¨²n un juez
"Para detectar algo, lo fundamental es la experiencia, el olfato para ver ese detalle que llama la atenci¨®n", dice L¨®pez Rouco
A los tribunales
"Es importante que las compa?¨ªas aseguradoras lleven ante los tribunales este tipo de fraudes", subraya por su parte Juli¨¢n S¨¢nchez Melgar, magistrado de la Sala Segunda del Supremo, y que, por segundo a?o consecutivo, ha estado en el jurado de estos premios. "Este concurso da un mensaje claro: que el fraude es un delito de estafa y que tambi¨¦n hay delito cuando, por ejemplo en el caso de los robos, se presentan denuncias falsas".
La cuesti¨®n adem¨¢s es que lo que cuestan estos fraudes se refleja en el bolsillo de los consumidores, como subraya un portavoz de ICEA. Al repercutir sobre la cuenta de resultados de las compa?¨ªas, ¨¦stas intentan compensar el gasto subiendo las primas. La suya y la m¨ªa. Sin embargo, desde la Asociaci¨®n de Usuarios de Bancos, Cajas y Seguros (Adicae), su vicepresidente, Fernando Herrero, opina que tales riesgos "no son tan graves como los pinta" el sector, y que con la publicidad que se da al fraude "se corre el riesgo de estigmatizar al consumidor".
Las cifras, en cualquier caso, son apabullantes: de los 35.000 millones de euros pagados por el sector en concepto de indemnizaciones, al menos 612,5 millones ten¨ªan indicios de fraude. Seg¨²n datos de ICEA, "de 100 siniestros declarados, 2,5 contienen elementos de fraude". De este 2,5%, "el 70% de las cantidades reclamadas son ileg¨ªtimas".
En el caso de las 24 entidades que presentaron a concurso sus 63.526 casos, con importes reclamados por m¨¢s de 190 millones de euros, la detecci¨®n del fraude evit¨® el pago de algo m¨¢s de 144 millones, pero aun as¨ª se abonaron m¨¢s de 46 millones. Los gastos de investigaci¨®n fueron s¨®lo de 3.713.023 euros. "La rentabilidad de la inversi¨®n en la investigaci¨®n de fraudes en 2005 ha sido de 38,82 euros por cada euro", cita ICEA.
Los casos m¨¢s habituales se dan en el ramo del autom¨®vil. "Por ejemplo, ponerse de acuerdo entre amigos o familiares para que se implique en el siniestro alguien que tiene una p¨®liza a todo riesgo, cuando el accidente le ocurri¨® a una persona que iba sola, y con seguro a terceros", describe Juan L¨®pez Rouco, presidente de la Asociaci¨®n de Peritos de Seguros y Comisarios de Aver¨ªas (Apcas), miembro del tribunal del concurso. "O que se cite que ha sido un accidente por un cami¨®n y los da?os est¨¢n demasiado abajo en el coche afectado como para haber sido causados por un veh¨ªculo tan alto".
"La misi¨®n del perito es ver las causas, las circunstancias, valorar los da?os y proponer una investigaci¨®n", contin¨²a L¨®pez Rouco: "Para detectar algo, lo principal es la experiencia, el olfato para ver ese detalle que llama la atenci¨®n. El perito es el primero en llegar. Examina todo, mide y toma todos los datos, y, despu¨¦s, con c¨¢lculos matem¨¢ticos, sobre todo en el ramo del autom¨®vil, se pueden hacer reconstrucciones inform¨¢ticas en tres dimensiones que demuestran c¨®mo fue de verdad el accidente".
Hay otras opciones, como que alguien entre a robar en una casa y los que viven en ella aumenten en la denuncia el valor de lo robado. "Ha habido casos en que han cogido al ladr¨®n y ¨¦ste ha admitido el robo, pero no de todo lo que se denunciaba: no ten¨ªa c¨®mo llev¨¢rselo", describe el presidente de Apcas, que repite la palabra "picaresca".
Otro caso, tambi¨¦n sentenciado, fue el de un hombre que ten¨ªa su casa decorada con muebles, cuadros y alfombras de lujo. Para cobrar del seguro antes de mudarse, se fue de compras a un gran almac¨¦n, llen¨® la casa de elementos baratos, y prendi¨® fuego. Lo malo es que quedaron pruebas de c¨®mo se inici¨® el incendio y, adem¨¢s, los restos no coincid¨ªan con los materiales que el reclamante aseguraba que cubr¨ªan suelos y paredes.
Da?os y enga?os
LOS ACCIDENTES de autom¨®vil son, aparte de una desgracia nacional, una buena fuente de fraudes, seg¨²n ICEA. El primer premio de este ramo se lo llev¨® Reale Seguros Generales por un caso en el que el afectado asegur¨® haber colisionado por alcance con un quad -moto de cuatro ruedas- cuyo conductor qued¨® tetrapl¨¦jico. Pero los da?os en los veh¨ªculos no coincid¨ªan ni hab¨ªa pruebas de la presencia de un segundo veh¨ªculo en donde se accident¨® el quad. La verdad: el conductor hizo un caballito y cay¨® fatalmente.
Tambi¨¦n le ech¨® la culpa al quad el lesionado en el accidente cuyo fraude condujo a Caser y Mapfre a llevarse el tercer premio de este ramo: los traumatismos los sufri¨® practicando un deporte de riesgo que nada ten¨ªa que ver con las cuatro ruedas.
En el ramo de Seguros de Responsabilidad Civil, el segundo premio se lo llev¨® Mapfre por descubrir que, cuando una lata cay¨® y da?¨® el pie del denunciante, ¨¦ste no estaba en su casa, cubierto por el seguro Multirriesgo-Hogar, sino en un comercio de su propiedad.
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