Una gr¨²a para trasladarlo de la cama a la silla de ruedas
Con dolor por su ausencia, la familia del pentapl¨¦jico Jorge Le¨®n Escudero aspira a que su desaparici¨®n contribuya al debate general sobre la eutanasia, por las personas que se pueden encontrar en iguales circunstancias. Nacido en Segovia, hac¨ªa 53 a?os, considerado por los vecinos con los que convivi¨® hasta bien entrada su juventud como un avanzado en su tiempo, Jorge Le¨®n trabaj¨® como enfermero en el turno de noche del servicio de radiolog¨ªa del Hospital Cl¨ªnico de Valladolid, conviviendo con las desgracias de los dem¨¢s, atendiendo las urgencias. Su pasi¨®n, sin embargo, fue la escultura, incluso creaba bocetos con el ordenador, llevando el rat¨®n con la cabeza, la ¨²nica parte de su cuerpo con movilidad. Era enemigo de la mercantilizaci¨®n del arte; alguna obra suya se pudo ver en una bienal organizada por la ONCE en el C¨ªrculo de Bellas Artes de Madrid.
Deportista, amante de la espeleolog¨ªa, hace seis a?os, en el mismo piso de Valladolid donde fue encontrado muerto el jueves de madrugada, sufri¨® un terrible accidente al resbalarse y caer de las barras en las que practicaba la gimnasia, a dos metros del suelo, rompi¨¦ndose el cuello.
Personas de su entorno y seguidores de su diario en Internet resaltan que pocos como Jorge hac¨ªan reflexiones tan profundas sobre la eutanasia, precisamente porque ¨¦l viv¨ªa en una situaci¨®n de padecimiento.
Bien atendido y arropado por amigos, a los que siempre recib¨ªa con un excelente sentido del humor, a veces cargado de iron¨ªa, aunque la procesi¨®n fuera por dentro, quienes le conocieron recuerdan que manten¨ªa mucha correspondencia con otras personas y le consideraban uno de los mejores te¨®ricos sobre el tema del sufrimiento y la eutanasia, incluso participando en debates a nivel internacional, a trav¨¦s de la red.
Por eso, con un total desconocimiento de c¨®mo se han producido los hechos, la familia respalda absolutamente la decisi¨®n y considera que esta muerte ser¨¢ ¨²til en el debate sobre la eutanasia y en una posible modificaci¨®n de la legislaci¨®n en Espa?a que d¨¦ respuesta a muchas personas que llevan una vida muy dif¨ªcil, como la de Jorge, sin intimidad, inm¨®vil, con respiraci¨®n asistida, sin valerse por s¨ª mismo y teniendo que emplear una peque?a gr¨²a para trasladarlo de la cama a un sill¨®n. Sus pr¨®ximos se preguntan ahora si esto era vida realmente.
Cumpliendo el deseo expresado en el testamento firmado ante notario, su hermano encarg¨® la incineraci¨®n de los restos mortales, sin guardar las cenizas. Involucrado directamente en los movimientos estudiantiles del final del franquismo, comprometido con la izquierda, no creyente, este pentapl¨¦jico sostuvo siempre ante los suyos que la mejor oraci¨®n era beber un vaso de vino en su memoria. Y muchos lo han hecho.
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