Una rama de olivo data una cat¨¢strofe
El an¨¢lisis del vegetal pone fecha exacta a la erupci¨®n de la isla de Thera
Una vieja, humilde y retorcida rama de olivo ha emergido de la legendaria ¨¦poca del Minotauro como testimonio fundamental de la mayor cat¨¢strofe de la antig¨¹edad. La rama fue enterrada durante la devastadora erupci¨®n volc¨¢nica que a finales de la Edad del Bronce revent¨® la isla de Thera (actual Santorini, en el mar Egeo), afect¨® a amplias zonas del Mediterr¨¢neo y, seg¨²n creen los especialistas, provoc¨® el colapso de la civilizaci¨®n minoica, con centro en la cercana Creta. El an¨¢lisis del radiocarbono de la rama ha permitido fechar con exactitud el momento de la muerte del olivo sepultado por el material volc¨¢nico.
La investigaci¨®n, publicada en la revista Science, sit¨²a la erupci¨®n, que marc¨® el final de una ¨¦poca y posiblemente contribuy¨® a crear el mito de la Atl¨¢ntida, entre los a?os 1627 y 1600 antes de Cristo, lo que supone adelantarla m¨¢s de un siglo sobre la fecha que antes se barajaba. Por consiguiente, en un efecto domin¨®, la cronolog¨ªa hist¨®rica se desplaza hacia atr¨¢s y, opinan los estudiosos, deber¨ªa ser revisada. Algo as¨ª, para la historia del ¨¢rea mediterr¨¢nea, como si la conquista de Granada o la ca¨ªda de Constantinopla, se hubieran producido cien a?os antes.
La explosi¨®n de la isla de Thera fue un suceso a¨²n m¨¢s brutal que la erupci¨®n del Krakatoa en 1883, con la que comparte muchas caracter¨ªsticas, como la formaci¨®n de tsunamis al colapsar la caldera volc¨¢nica. Si el volc¨¢n indonesio explot¨® con un VEI (¨ªndice de explosividad volc¨¢nica) de grado 6, el del mar Egeo lo hizo con un valor de 7, que los vulcan¨®logos consideran "colosal".
En 1967, Spyridon Marinatos descubri¨® en Thera los restos de lo que debi¨® haber sido una gran ciudad, de tama?o y (mala) suerte comparables a Pompeya. Tambi¨¦n aqu¨ª se hab¨ªan conservado las paredes, las calles y frescos, de estilo minoico. No se han hallado, todav¨ªa, cuerpos humanos, pero ser¨ªa ingenuo pensar que la gente pudo escapar de semejante infierno. La erupci¨®n que destruy¨® el lugar y le dio su extravagante fisonom¨ªa actual fue seguramente una de las peores que ha visto la humanidad. Al penetrar el agua del mar por las grietas del cr¨¢ter entrando en contacto con el magma se produjo una explosi¨®n tremenda. Debi¨® o¨ªrse en todo el sur de Europa, Norte de ?frica y Oriente Medio y arroj¨® tal cantidad de ceniza a la atm¨®sfera que oscureci¨® el cielo de la regi¨®n durante d¨ªas.
Desde el punto de vista de la historia, el efecto principal de la erupci¨®n fue que provoc¨® el colapso de la civilizaci¨®n minoica. Se cree que, adem¨¢s de terremotos, golpearon Creta olas de nueve metros de altura. La ceniza de la erupci¨®n arruin¨® las cosechas durante a?os. El poder mar¨ªtimo cretense, que sosten¨ªa una red de v¨ªnculos mediterr¨¢neos, se quebr¨®. Se tejer¨ªan leyendas y mitos que aludir¨ªan a una isla sepultada en el mar en una incomprensible org¨ªa de destrucci¨®n. Es posible que una de ellas fuera la de la Atl¨¢ntida. El eco de la erupci¨®n acaso resuena en obras griegas posteriores. En su tragedia Hip¨®lito, Eur¨ªpides menciona "una ola sobrenatural que llegaba hasta el cielo"... Pero no nos ha llegado ninguna fuente escrita contempor¨¢nea de la cat¨¢strofe. Entonces el griego a¨²n no exist¨ªa y la escritura cretense de la ¨¦poca, el lineal A, permanece indescifrado. No tenemos la suerte de contar con el testimonio de un testigo humano -como lo fue Plinio con la erupci¨®n del Vesubio en el a?o 79-, pero s¨ª con una elocuente rama de olivo.
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