Una comerciante de San Fernando muere tras ser amordazada durante un atraco

Amordazada con cinta aislante, con las manos atadas y tumbada sobre el suelo gris de la peque?a tienda de regalos, bisuter¨ªa y joyas que regentaba en San Fernando de Henares. As¨ª muri¨® al mediod¨ªa de ayer Antonia Navarrete Fern¨¢ndez, de 52 a?os. To?i, como todos la llamaban en el barrio, hab¨ªa sido v¨ªctima de un atraco media hora antes y la polic¨ªa cree que los asaltantes s¨®lo quer¨ªan inmovilizar a la mujer mientras hu¨ªan, ya que el cuerpo no presentaba signos de violencia. Su marido fue quien encontr¨® el cad¨¢ver.

To?i muri¨® asfixiada al no poder respirar por la cinta aislante que le pusieron en la boca los atracadores o quiz¨¢, como sugiri¨® una vecina, sufri¨® un infarto durante el robo. "No estaba bien del coraz¨®n", afirm¨® esta vecina. Ser¨¢ la autopsia la que determine la causa de la muerte, ya que, seg¨²n fuentes policiales y sanitarias, "la mujer no recibi¨® ninguna cuchillada ni ten¨ªa signos de haber sido golpeada en la cabeza".

El barrio entero se estremeci¨® al conocer la noticia. "?Qu¨¦ le han hecho? ?To?i!", grit¨® a las 16.20 una amiga que acababa de llegar a la zona ajardinada que hay frente al n¨²mero 24 de la calle de la Presa, donde est¨¢ la tienda de la v¨ªctima.

Junto a ella, Juan Hern¨¢ndez, due?o del cercano bar Toledano, Raquel P¨¦rez, una vecina de 18 a?os, y una veintena de personas rodeaban el cerco policial. Todos se lamentaban por la suerte de To?i, maldec¨ªan a los ladrones y se quejaban una y otra vez de la inseguridad que acecha al barrio desde hace "m¨¢s de un a?o".

La soleada jornada de ayer empez¨® a torcerse al mediod¨ªa en San Fernando. Ram¨®n, el marido de To?i y trabajador de la cercana f¨¢brica de pan y boller¨ªa de Bimbo, fue a la tienda a echar una mano a su mujer. "La ayuda cuando tiene turno de tarde o noche", explic¨® el sobrino de la pareja, un hombre robusto de unos 40 a?os que luchaba por contener las l¨¢grimas.

Ella no abri¨® y Ram¨®n se asust¨®. Sus temores se confirmaron al mirar al interior del establecimiento a trav¨¦s del cristal de la puerta de entrada: tras el mostrador, en el suelo, sobresal¨ªan los pies calzados de su esposa. Llam¨® a la polic¨ªa y rompieron el cristal. Cuando entraron, la mujer ya no respiraba y su coraz¨®n se hab¨ªa parado. Pero el cuerpo estaba caliente, por lo que los m¨¦dicos de Emergencias 112 le aplicaron, sin ¨¦xito y durante 30 minutos, t¨¦cnicas de reanimaci¨®n.

La polic¨ªa, mientras, inspeccion¨® el local y confirm¨® que todos los indicios apuntaban a un atraco: la caja registradora estaba vac¨ªa y la tienda revuelta. To?i vend¨ªa objetos de regalo y bisuter¨ªa, pero tambi¨¦n ten¨ªa oro en el negocio. "Era muy buena. Nos vend¨ªa joyas y nos fiaba si no pod¨ªamos pagarla de golpe", explicaron dos clientas habituales en el bar Toledano. "Esta pulsera se la compr¨¦ a ella", ense?¨® una. "Y yo este anillo. Y unos regalos que le hice a mi sobrina", a?adi¨®.

Sobre la una de la tarde llegaron las hijas de la pareja. Eva, de 27 a?os y azafata de Iberia, y Ana, tres o cuatro a?os menor, se fundieron en un desconsolado abrazo. Tambi¨¦n vino el hermano de ella, que es electricista y trabaja en el Ayuntamiento de la ciudad. La alcaldesa, Montserrat Mu?oz de Diego, de IU, y el concejal de Seguridad, Eloy Rodr¨ªguez, acudieron a la tienda para dar el p¨¦same a la familia. El Ayuntamiento ha declarado dos d¨ªas de luto.

La familia de To?i procede de la provincia de Ja¨¦n, aunque algunos llegaron a San Fernando hace m¨¢s de 30 a?os. "To?i fue de los primeros en venir, cuando a¨²n era casi una ni?a", explic¨® el sobrino.

Vecinos y familiares se quejaban amargamente de la inseguridad que sufre el barrio. El sobrino de la fallecida confirm¨® que ¨¦sta hab¨ªa sufrido dos atracos en los ¨²ltimos meses. "En navidades le sacaron un cuchillo as¨ª", exclam¨®, con los dedos ¨ªndices de las manos separados unos 30 cent¨ªmetros. "Y hace uno mes y medio lo volvieron a intentar, pero no se llevaron nada", a?adi¨®.

"Aqu¨ª todos hemos tenido un susto en los ¨²ltimos meses", declar¨® Juan Hern¨¢ndez, del bar Toledano. Arantxa, due?a de una farmacia situada a unos 50 metros de la tienda de To?i, a¨²n se exalta cuando recuerda lo que le sucedi¨® hace tres meses: unos atracadores arrojaron la tapa de una alcantarilla contra la puerta de la botica para robarla.

"Yo estaba en una habitaci¨®n que hay dentro de la tienda y o¨ª el golpe. Sal¨ª y me di un susto de muerte porque ya estaban en el mostrador. Por suerte, ellos tambi¨¦n se asustaron porque pensaban que no hab¨ªa nadie", recordaba ayer. Desde entonces, Arantxa se ha gastado m¨¢s de 6.000 euros en una puerta de seguridad y una cristalera antibalas.