Prodi logra que el ex comunista Napolitano se convierta en presidente de Italia
La coalici¨®n de Silvio Berlusconi rompi¨® el tradicional consenso y vot¨® en blanco
Giorgio Napolitano, militante comunista durante m¨¢s de medio siglo, fue elegido ayer presidente de la Rep¨²blica italiana. La hostilidad entre la izquierda de Romano Prodi y la derecha de Silvio Berlusconi se plasm¨® una vez m¨¢s en la votaci¨®n definitiva de los 1.009 senadores, diputados y representantes de las regiones: Napolitano obtuvo s¨®lo 543 papeletas procedentes de sus propias filas, mientras la oposici¨®n, rompiendo la tradici¨®n republicana del consenso en la elecci¨®n del jefe del Estado, vot¨® en blanco. La investidura del nuevo presidente est¨¢ prevista para el lunes.
Prodi se mostr¨® inmensamente feliz, porque su coalici¨®n mantuvo la disciplina de voto y porque se despej¨® al fin el ¨²ltimo obst¨¢culo a su nombramiento como primer ministro. Se esperaba que el encargo de formar Gobierno le llegara el martes. "S¨®lo lamento", dijo Prodi, "que la Casa de las Libertades no haya entendido que Napolitano ser¨¢ verdaderamente el presidente de todos".
Tambi¨¦n Berlusconi pod¨ªa sentirse satisfecho. Logr¨® imponer su estrategia de "oposici¨®n total" sobre un amplio sector de su coalici¨®n que no ve¨ªa inconvenientes en respaldar a Napolitano y relajar un poco la tensi¨®n pol¨ªtica, contabiliz¨® poqu¨ªsimos francotiradores en sus filas (s¨®lo dos o tres democristianos rompieron la disciplina de voto) y pudo pronunciar una frase largamente preparada: "La izquierda ha concluido hoy la ocupaci¨®n de todas las altas instituciones del Estado, pese a representar a menos de la mitad del pa¨ªs".
Berlusconi mantuvo un tono belicoso, de campa?a, con la vista puesta en las municipales y regionales del 28 de mayo. "Nos acusaron durante cinco a?os de abusar de nuestra mayor¨ªa. Bien, est¨¢ a la vista de todos lo que hace la izquierda en cuanto obtiene una ¨ªnfima mayor¨ªa", declar¨® Il Cavaliere. El sector m¨¢s ultramontano de la coalici¨®n berlusconiana, representado por la Liga Norte, fue m¨¢s lejos: "No reconocemos a este presidente", proclam¨® el ex ministro Roberto Calderoli. "S¨ª, s¨ª lo reconocemos, somos personas razonables", tuvo que corregirle Berlusconi.
La izquierda italiana celebr¨® una fiesta p¨®stuma: con el triunfo de Napolitano, de 81 a?os, se rompi¨® el tab¨² que desde 1948 cerraba al Partido Comunista el acceso a la jefatura del Estado. Ya no exist¨ªa el PCI, transformado en Dem¨®cratas de Izquierda, y la guerra fr¨ªa concluy¨® hace tiempo, pero muchos ciudadanos vieron en el nuevo presidente el s¨ªmbolo de una superaci¨®n definitiva del pasado. "Hoy ha muerto la Primera Rep¨²blica", dijo el centrista Clemente Mastella, "y se abre una fase completamente nueva". Hasta el Vaticano celebr¨® el acontecimiento. "Tambi¨¦n los cat¨®licos nos sentimos felices", subray¨® el cardenal Achille Silvestrini. "Los tiempos han cambiado y ya nadie piensa en la conventio ad excludendum contra los comunistas", agreg¨®.
El presidente de los Dem¨®cratas de Izquierda, Massimo d'Alema, fue a la vez el gran derrotado y el gran vencedor moral de la jornada. D'Alema aspiraba al principio a la presidencia de la C¨¢mara de Diputados, pero tuvo que cederla a Fausto Bertinotti, de Refundaci¨®n Comunista, cuando ¨¦ste la exigi¨® sin admitir otras opciones. Luego se perfil¨® como un buen candidato a la presidencia, pero el centroderecha amenaz¨® con no presentarse en el Parlamento si se concretaba la candidatura de D'Alema, calificado de "excesivamente partidista". Y D'Alema volvi¨® a renunciar, esta vez a favor de Napolitano. Massimo d'Alema, al que incluso algunos compa?eros de partido consideraban maniobrero y ego¨ªsta, adquiri¨® con esos gestos un insospechado perfil de estadista generoso.
"A¨²n no tengo cerrada la lista de los ministros, pero conf¨ªo en que D'Alema forme parte de mi Gobierno", dijo Prodi. Para el dirigente poscomunista estaban preparadas una vicepresidencia y la cartera de Exteriores, aunque cab¨ªa la posibilidad de que, despu¨¦s de optar a los puestos m¨¢s altos del Estado, D'Alema prefiriera no aceptar un encargo menor y se consagrara a la misi¨®n de unir al centro-izquierda en un gran Partido Democr¨¢tico.
DISCIPLINA DE VOTO
-La coalici¨®n de Prodi mantuvo la disciplina de voto
-La elecci¨®n era el ¨²ltimo obst¨¢culo para el nombramiento de Prodi como primer ministro Berlusconi mantuvo un tono de campa?a con la vista puesta en las regionales y municipales del 28 de mayo
-Con el triunfo de Napolitano se rompi¨® el tab¨² que cerraba al Partido Comunista el acceso a la presidencia
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