La Audiencia de Madrid reabre un caso de sedaci¨®n de Legan¨¦s

La Audiencia de Madrid ha admitido el recurso de apelaci¨®n presentado por la Asociaci¨®n de V¨ªctimas de Negligencias Sanitarias (Avinesa) contra el archivo de la primera querella contra un m¨¦dico del hospital Severo Ochoa de Legan¨¦s por una sedaci¨®n. La Audiencia ordena al Juzgado de Instrucci¨®n n¨²mero 3 de Legan¨¦s que reabra el caso y llame a declarar a los m¨¦dicos aportados por Avinesa.

El auto, dictado por la Secci¨®n 17? de la Audiencia, considera acreditado que el magistrado-juez Jos¨¦ Mar¨ªa Escribano Lacleriga ha incurrido en una "irregularidad procesal" al archivar el casi sin llamar a declarar al m¨¦dico autor de un informe aportado por la acusaci¨®n.

El juez tuvo en cuenta cinco informes antes de archivar el caso: dos presentados por la defensa, uno por la acusaci¨®n, otro por el m¨¦dico forense (parte independiente) y el ¨²ltimo eran las conclusiones de la comisi¨®n Lamela. Este ¨²ltimo acusaba a los m¨¦dicos de Legan¨¦s de aplicar 73 sedaciones irregulares.

Seg¨²n el recurso de Avinesa, el juez llam¨® a declarar a los autores de los dos informes de la defensa para que se ratificaran en lo expuesto en su trabajo. Pero no hizo lo mismo con el autor del informe de la acusaci¨®n. Este informe cuestiona la utilizaci¨®n del f¨¢rmaco Midazolam en la sedaci¨®n aplicada al paciente C¨¢ndido P. I., de 78 a?os y que muri¨® en las urgencias del Severo Ochoa. Los magistrados de la Audiencia consideran ahora que este hecho ha dejado en situaci¨®n de "indefensi¨®n" a la hija del fallecido. Fuentes del caso han explicado que el m¨¦dico de la acusaci¨®n ha sido llamado a declarar el pr¨®ximo 8 de junio.

C¨¢ndido P. I. muri¨® en el Severo Ochoa el 22 de octubre de 2003. La familia sostiene que sufr¨ªa Enfermedad Obstructiva Cr¨®nica (EPOC), pero que su estado de salud no era lo suficientemente grave como para causarle la muerte. La familia vincula el uso de Midazolam a la muerte del paciente, ya que, sostiene, este medicamento est¨¢ contraindicado en los casos de EPOC.

El m¨¦dico que le aplic¨® la sedaci¨®n, en cambio, considera que, cuando lleg¨® al centro, el paciente sufr¨ªa una "reagudizaci¨®n de su EPOC" que le sumi¨® en una situaci¨®n ag¨®nica terminal no recuperable.

El facultativo, adem¨¢s, sostiene que respet¨® todos los protocolos nacionales e internacionales en la materia. "Hicimos todo lo posible por salvarle la vida", afirm¨® el pasado 24 de febrero, tras conocer el archivo de su caso.

La versi¨®n del m¨¦dico fue ratificada por los peritos aportados por la defensa, lo que llev¨® al magistrado de Legan¨¦s a sostener que "hay una falta absoluta de indicios" de criminalidad en el caso y que la actuaci¨®n del m¨¦dico acusado fue "correcta, adecuada y acorde con los c¨¢nones de la ciencia m¨¦dica". No haberle aplicado la sedaci¨®n a C¨¢ndido P. I. hubiera sido, seg¨²n el auto, "inhumano". Sobre el Midazolam, el juez consider¨® que "es uno de los f¨¢rmacos m¨¢s utilizados para las sedaciones" y que la muerte del enfermo no se puede achacar al f¨¢rmaco, sino "a la evoluci¨®n desfavorable de la enfermedad".

El de C¨¢ndido P. I. es uno de los cuatro casos denunciados en los tribunales sobre supuestas sedaciones irregulares aplicadas en urgencias de Legan¨¦s. Tres son de particulares y el cuarto fue presentado por el consejero de Sanidad de Madrid, Manuel Lamela, sobre 73 sedaciones.