Las barcas de subsaharianos abren una nueva ruta desde el norte de Senegal

Las barcas cargadas de subsaharianos que llegan estos d¨ªas a las islas Canarias occidentales zarpan desde San Luis, ciudad situada al norte de Senegal, justo en la desembocadura del r¨ªo que da nombre al pa¨ªs. Luego navegan hasta alcanzar la localidad mauritana de Nuadib¨², situada 600 kil¨®metros al norte. All¨ª llenan sus bidones de combustible e inician la segunda parte de su viaje: 600 kil¨®metros m¨¢s, que separan esa ciudad de la isla de Tenerife. ?sta es la conclusi¨®n que ha alcanzado la polic¨ªa espa?ola a partir de las declaraciones de los inmigrantes y de las pistas que han dejado sobre su periplo.

Hace s¨®lo dos meses, los inmigrantes subsaharianos que pretend¨ªan alcanzar las costas de Canarias embarcaban en Nuadib¨², ciudad situada al norte de Mauritania, muy cerca de la frontera con el S¨¢hara Occidental. Pero las gestiones del Gobierno espa?ol ante las autoridades de Nuakchot provocaron un aumento de la vigilancia policial en los puertos del pa¨ªs magreb¨ª. Las redadas de la Gendarmer¨ªa se saldaron con la detenci¨®n de cientos de personas que intentaban salir clandestinamente del pa¨ªs.

Pero la acci¨®n de las fuerzas de seguridad hubo de limitarse a los puertos, debido a su escasez de medios para controlar las aguas territoriales. En este momento, Mauritania s¨®lo dispone de un buque de guerra, dos patrulleras de pesca, seis lanchas neum¨¢ticas y dos cayucos para vigilar m¨¢s 600 kil¨®metros de costa atl¨¢ntica, a los cuales hay que a?adir otros 600 kil¨®metros de frontera fluvial con Senegal.

El aumento del control en los puertos de Nuadib¨² y Nuakchot ha desplazado a los inmigrantes hacia el sur, en concreto hasta los alrededores de la ciudad senegalesa de San Luis. Desde all¨ª zarpan ahora piraguas o cayucos considerablemente m¨¢s grandes que los que llegaban a Canarias hace s¨®lo dos meses. La longitud de las embarcaciones ha pasado de 12 o 18 metros a 20 o 22. El n¨²mero de pasajeros ha aumentado en proporci¨®n hasta superar el centenar.

Tenerife es el objetivo de las lanchas. Desde San Luis hasta la capital de las Canarias occidentales hay 1.200 kil¨®metros en l¨ªnea recta, exactamente el doble que desde Nuadib¨². Sin embargo, los cayucos contin¨²an llegando al archipi¨¦lago con la misma cantidad de combustible que empleaban hace s¨®lo dos meses para la traves¨ªa desde la ciudad mauritana: 780 litros de gasolina, repartidos en 13 bidones de 60 litros cada uno. Las fuerzas de seguridad espa?olas deducen que ello es debido a que los inmigrantes aprovechan el d¨¦bil control de las aguas mauritanas para repostar a en el mar, frente a Nuadib¨², con la ayuda de pescadores locales. ?stos tambi¨¦n les suministrar¨ªan el agua y los alimentos necesarios para el segundo tramo de su traves¨ªa.

El cambio de ruta de las embarcaciones se ha notado precisamente en Nuadib¨², en donde hace ya dos semanas que no se producen detenciones de inmigrantes. El director de la Media Luna Roja en la localidad, M. Ahmed¨², declar¨® por tel¨¦fono a este peri¨®dico que "los ¨²ltimos 15 d¨ªas han sido de tranquilidad absoluta". El centro de acogida que una secci¨®n del Ej¨¦rcito espa?ol construy¨® con urgencia la ¨²ltima semana de marzo a las afueras de la ciudad permanece vac¨ªo, seg¨²n la misma fuente.

Si el punto de embarque de los inmigrantes ha variado, no lo ha hecho la procedencia de ¨¦stos. El 60% de los subsaharianos que han llegado los ¨²ltimos d¨ªas a Canarias proceden de Senegal, y el 40% restante, de Mal¨ª. Los originarios de ambos pa¨ªses forman, por ese orden, las dos mayores colonias de subsaharianos en Espa?a.

No obstante, es previsible que, si el flujo de barcazas hacia Canarias no se detiene, las nacionalidades de sus ocupantes vayan multiplic¨¢ndose progresivamente. Al igual que Mauritania, Senegal mantiene acuerdos de libre circulaci¨®n con 16 pa¨ªses de la zona, de forma que los ciudadanos de los Estados signatarios pueden franquear sus fronteras presentando solamente su documento nacional de identidad. La mayor proximidad del nuevo puerto de embarque puede alentar sus ambiciones de emigrar a Europa.

San Luis, el lugar desde el que zarpan ahora los cayucos, es una antigua ciudad colonial francesa que ejerce una atracci¨®n creciente sobre los turistas europeos. No son, sin embargo, el turismo ni la pesca sus principales fuentes de ingresos. Al igual que el resto del pa¨ªs, la precaria econom¨ªa de la ciudad se mantiene gracias a las remesas de divisas que env¨ªan los emigrados.