Se juega con una pelota

El f¨²tbol azulgrana saldr¨¢ ganador hoy de la final de Par¨ªs. Al igual que el Bar?a, el Arsenal acude al encuentro desde el centro del campo y, consecuentemente, el resultado avalar¨¢ la figura de los medios y volantes con independencia de que la Copa la levante un defensa como Puyol o un delantero como Henry. A un lado formar¨¢ Iniesta y/o Xavi y en el otro Cesc, tres jugadores que participan de la misma cultura futbol¨ªstica porque se han formado en el Miniestadi, una f¨¢brica de medios centro desde que Johan Cruyff se sent¨® en el banquillo del Camp Nou en 1988.

Acostumbrados a llenar la cancha, los centrocampistas del Bar?a no recib¨ªan m¨¢s orden de sus entrenadores que la de combinar con sus compa?eros de l¨ªnea: "Ayuda, toca, pasa, cubre, llega". La misma norma val¨ªa para el que se perfilaba como interior derecho como para el izquierdo o los dos que formaban en el ombligo del campo. Hasta que Cruyff se invent¨® a Milla en una decisi¨®n que se gest¨® en la manera de entender el juego del Ajax. La figura del 4 qued¨® de alguna manera inmortalizada desde entonces en el Bar?a.

Los distintos equipos del club se armaron necesariamente a partir del medio centro. El referente de Milla se extendi¨® a las distintas categor¨ªas con tanta impronta que el puesto siempre fue m¨¢s importante que el futbolista. Milla parti¨® al Madrid y nada pas¨® en el Bar?a porque entendi¨® que el aragon¨¦s quiso hacer valer su nombre por encima de sus funciones. A Milla le sucedi¨® Guardiola y despu¨¦s de Guardiola lleg¨® Xavi. Y Xavi ser¨¢ hoy seguramente suplente en beneficio de Iniesta.

La producci¨®n de centrocampistas ha sido tan cualitativa y cuantitativa que Arteta y Cesc acabaron por abandonar la instituci¨®n barcelonista y recalaron finalmente en el Everton y el Arsenal. Cesc ser¨¢ hoy el hilo conductor de los gunners.

Se ha evolucionado sensiblemente desde la partida de Cruyff. Hoy son Gilberto Silva y Edmilson, futbolistas de corte defensivos, quienes ocupan el puesto de medios centro en los dos finalistas por su capacidad para mezclar con los centrales o tomar al media punta rival. Pero el estilo de juego de ambos equipos, sin embargo, lo marcan Cesc e Iniesta, dos medios que han adelantado su posici¨®n natural sin perder influencia en el juego del equipo, sobre todo en el caso del azulgrana, que en determinados partidos, como el disputado en Lisboa, ejerce de 4 con una autoridad realmente sorprendente.

Fiel al origen del f¨²tbol, el Bar?a intenta ganar los partidos con un juego de ataque que pasa necesariamente por que la pelota la manejen los medios. Los azulgrana generan centrocampistas muy espec¨ªficos que s¨®lo conciben el juego a partir de la posesi¨®n del bal¨®n, con independencia del puesto que ocupen en la divisoria. La mayor¨ªa sabe guardar la posici¨®n y participan del efecto del pase multiplicador. Tocan la pelota o la conservan, abren o recogen, filtran o descargan, activan a los jugadores de banda o meten pases interiores para el ariete, dan velocidad al cuero y verticalidad al equipo...

No hay quien les robe el bal¨®n porque su f¨ªsico liviano les ha ense?ado a soltarla desde que nacen, circunstancia vital para explicar su capacidad de supervivencia en la adversidad. Las leyes del f¨²tbol parecen condenarles a ser jugadores complementarios por sospechosos ante entrenadores intervencionistas m¨¢s a gusto con jugadores fuertes. La pizarra, sin embargo, acaba por caer y siempre hay quien revienta el cuero a patadas. As¨ª que, a la larga, no queda m¨¢s remedio que recurrir a los peloteros y recuperar el esp¨ªritu infantil del juego. Pese a que la figura del 4 como volante ofensivo es susceptible de ser reconvertida en un pivote defensivo, su onda expansiva gener¨® medios de todos los colores que dan sentido com¨²n al f¨²tbol.

Ronaldinho y Henry, dos futbolistas con vida propia, competir¨¢n hoy para desequilibrar la final, pero quienes equilibrar¨¢n a sus equipos y marcar¨¢n el estilo de juego ser¨¢n Iniesta y Cesc. La f¨¢brica del Bar?a triunfa hoy en Par¨ªs.