La corriente subterr¨¢nea
Eusebio Sacrist¨¢n, jugador del 'dream team' y ahora t¨¦cnico, personifica el esp¨ªritu de Cruyff
Los ¨²ltimos 30 a?os la vida del Bar?a ha girado alrededor de una idea, la de marcar una ¨¦poca en la historia del f¨²tbol mundial; de una filosof¨ªa, la del f¨²tbol alegre, creativo, arriesgado, colectivo; de una persona, Johan Cruyff; de tres finales europeas en tres d¨ªas de mayo, la de la victoria, en 1992, la de la derrota, en 1994, la de hoy. Una corriente subterr¨¢nea une a las tres, un flujo oculto de continuidad que puede resumirse, por ejemplo, en la persona de un futbolista de Valladolid llamado Eusebio Sacrist¨¢n. "Soy el fruto de la semilla futbol¨ªstica de Cruyff", se define. "Yo viv¨ª siete a?os, una ¨¦poca tremenda con Johan y el concepto de ataque de este equipo quiere ser el mismo que el del dream team. A m¨ª me vienen constantemente a la cabeza ideas ofensivas de aquel equipo que a Rijkaard le vienen muy bien".
A Eusebio (La Seca, 1964) le hicieron la falta que permiti¨® a Koeman marcar en Wembley 92; Eusebio, a¨²n centrocampista, pe¨®n de toque del dream team, tambi¨¦n jug¨® cuando el Milan de Capello gole¨® al Bar?a en Atenas 94; hoy, Eusebio no saltar¨¢ al c¨¦sped del Stade de France, pero tambi¨¦n saldr¨¢ por televisi¨®n, ser¨¢ esa cabeza de pelo ensortijado a quien constantemente Frank Rijkaard pedir¨¢ consejo, consenso, opini¨®n. "Las sensaciones previas a la final de Par¨ªs son similares a las que vivimos en 1992", dice Eusebio. "Entonces ven¨ªamos de conseguir algunos t¨ªtulos, pero nos faltaba el galard¨®n principal, la Copa de Europa, el trofeo que significaba que pod¨ªamos marcar una ¨¦poca. Y ahora ocurre lo mismo: despu¨¦s de dos Ligas, se habla de ¨¦poca en Europa. Y ¨¦sta es la posibilidad de iniciarlo, la posibilidad de saldar la cuenta de Atenas. Aquel d¨ªa, aquel partido que perdimos m¨¢s que nada por exceso de confianza, por exceso de suficiencia, por falta de humildad, se rompi¨® la din¨¢mica del club. ?l ¨¦xito lo habr¨ªa cambiado todo, habr¨ªa instituido la continuidad. Vinieron luego algunos ¨¦xitos, las Ligas de Robson y Van Gaal, pero en Europa no hab¨ªamos vuelto a la altura que merecemos.Pero ahora se demuestra que en el club hab¨ªa un flujo subterr¨¢neo. Este equipo supone la continuidad de aqu¨¦l, de la filosof¨ªa, del estilo de Johan. Es su vivo reflejo 12 a?os despu¨¦s".
"Estoy m¨¢s relajado y, al mismo tiempo, m¨¢s orgulloso que en en 1992, porque soy parte importante de lo que somos ahora", dice Eusebio. "Frank siempre ha comentado mucho conmigo los partidos, y me ha consultado. Le gusta conocer mi opini¨®n. Conozco mucho a Cruyff. He aprendido tanto de ¨¦l que me s¨¦ de memoria todo lo que piensa, lo que har¨ªa en cada momento".
El Bar?a, que en tantas cosas es m¨¢s que un club, tambi¨¦n marca la diferencia en la forma en que se organiza el equipo t¨¦cnico del primer equipo. "Aqu¨ª no funciona el esquema tradicional. Cuando era jugador, no nos llegaba mucha informaci¨®n, pero sab¨ªamos que Johan consensuaba muchas cosas con Charly Rexach y Tony Bruins", dice Eusebio. "Y ahora la situaci¨®n es muy parecida. Frank es muy abierto e inteligente, deja aportar cosas a todos. Pero no le vale cualquier cosa, te das cuenta de que si no le dices cosas v¨¢lidas no te hace caso. ?l toma las decisiones, pero todos exponemos nuestras ideas: Frank analiza y decide, asume la responsabilidad. Somos un grupo muy bueno, con Henk Ten Cate, que aporta experiencia y car¨¢cter, y Juan Carlos Unzue, que tambi¨¦n aporta su experiencia como futbolista, aparte de su trabajo con los porteros. Y yo, mi experiencia de tantos a?os y de lo que viv¨ª en aquel equipo, de mis siete a?os, muy intensos, con Johan. Y nuestro funcionamiento es bastante espont¨¢neo, no hay una organizaci¨®n estricta, algo que a Frank no le apetece".
El Bar?a que hoy jugar¨¢ contra el Arsenal lleva los genes de Cruyff pero naci¨® el invierno de 2005, cuando cay¨® eliminado por el Chelsea. "Los conceptos de ataque son los mismos. Extremos bien abiertos, posesi¨®n de bal¨®n en campo contrario, velocidad de circulaci¨®n... Pero el planteamiento tambi¨¦n pasa ahora por buscar m¨¢s el equilibrio, m¨¢s presi¨®n de todos juntos desde el campo contrario. Y estar siempre muy juntos. A partir de ah¨ª nace el desarrollo ofensivo. La experiencia del a?o pasado, la eliminaci¨®n ante el Chelsea, nos sirvi¨® para ir mejorando. Un equipo tiene que estar en constante evoluci¨®n, y s¨®lo se puede crecer como equipo si se corrigen los errores", explica Eusebio. "Y no creo que esto sea una traici¨®n, una derrota del romanticismo del dream team. Jugamos de una manera m¨¢s controlada, m¨¢s cuerda, pero con la misma idea".
Y como entonces, como en los a?os de Laudrup, Romario y Stoichkov, el Bar?a, su plantilla, cuenta con los mejores futbolistas del momento, con cracks que supeditan su brillo al juego colectivo. "El funcionamiento colectivo hace que haya mayor compromiso y les obliga a un mayor rendimiento", explica Eusebio. "Es una contraprestaci¨®n: su compromiso genera un mejor equipo y as¨ª ellos logran m¨¢s reconocimiento como mejores del mundo".
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