La mafia que puso a S?o Paulo de rodillas
La banda criminal Primer Comando de la Capital expande su poder con una mezcla de m¨ªstica social y disciplina carcelaria
Jonathan era un joven de 19 a?os que, como otros tantos de una barriada empobrecida del norte de S?o Paulo, hab¨ªa dejado de ir al colegio hace a?os y no ten¨ªa trabajo conocido. El martes fue tiroteado por la Polic¨ªa Militar al no detenerse el coche en el que viajaba en un control. Cuando los agentes se acercaron a su cad¨¢ver a¨²n empu?aba una pistola de mediano calibre con las siglas PCC grabadas en la culata y de su cuello colgaba una placa dorada con una inscripci¨®n: "Paz, Justicia y Libertad". En uno de sus bolsillos, los agentes encontraron un papel del Primer Comando de la Capital (la organizaci¨®n criminal que ha puesto en jaque al Estado de S?o Paulo durante cuatro d¨ªas), con la palabra vestibular escrita en ¨¦l.
El 70% de los secuestros son planificados y ordenados desde dentro de las prisiones
"Se trata de una especie de salvoconducto que dice que el chico es un aspirante a entrar en la banda, para muchos j¨®venes es un sue?o. Las palabras de la placa son el lema del PCC", explica un polic¨ªa. La familia de este agente, de unos 50 a?os y con un hijo tambi¨¦n polic¨ªa, ha pasado cuatro d¨ªas fuera de su hogar, refugiada en casa de unos familiares en otra zona de la capital paulista, pendiente del tel¨¦fono mientras radios y televisiones retransmit¨ªan en directo desde helic¨®pteros asaltos y tiroteos. "Ha sido una gran victoria del crimen organizado. Ellos dicen que van a actuar y se van a casa", se lamenta el soci¨®logo Demetrio Magnoli.
Y el vencedor es Marcos Williams Herbas Camacho, alias Marcola, que dirige la organizaci¨®n fundada por ocho presos hace 13 a?os durante un partido de f¨²tbol en el penal de Taubat¨¦, a 130 kil¨®metros de S?o Paulo. Seis est¨¢n muertos y los otros dos, a¨²n presos, apartados de la organizaci¨®n. Marcola, condenado a 44 a?os por el asalto a un banco y cuyo libro de cabecera es El arte de la guerra del chino Sun Tzu, se ha abierto paso hasta la c¨²pula, ha eliminado a sus rivales, ha evitado traiciones y hoy dirige con mano de hierro una engrasada maquinaria que asegura "combatir la opresi¨®n dentro del sistema penal paulista", pero que en la pr¨¢ctica extiende sus redes mucho m¨¢s all¨¢ de los muros de las atestadas prisiones de S?o Paulo.
Aunque apela a la simbolog¨ªa (utiliza el ying yang como bandera y los n¨²meros 15.3.3 como se?a de reconocimiento) el PCC basa su poder en una financiaci¨®n bien estructurada. Los miembros de pleno derecho, denominados hermanos integrados y que la polic¨ªa estima en 130.000, pagan una cuota mensual que va de los nueve euros (25 reales) de quienes se encuentran presos en r¨¦gimen cerrado, a los 177 euros (500 reales) de quienes viven fuera de la prisi¨®n. A estas aportaciones hay que a?adir los pagos que realizan los familiares tanto en sus visitas a prisi¨®n como en el exterior. "Creemos que, como m¨ªnimo, manejan m¨¢s del mill¨®n de reales al mes [350.000 euros]", advierte Jo?o Rinaldo Machado, presidente del sindicato de Trabajadores Penitenciarios de S?o Paulo.
Con este presupuesto, la direcci¨®n de PCC, desde la c¨¢rcel, controla el tr¨¢fico de drogas, ordena la compra de armas, secuestros y organiza acciones delictivas de gran impacto, pero tambi¨¦n fleta autobuses para que los familiares de sus miembros les visiten en la c¨¢rcel, distribuye cestas de alimentos entre presos, organiza fiestas en las c¨¢rceles o compra juguetes a los hijos de sus miembros en prisi¨®n. Adem¨¢s, otorga asistencia jur¨ªdica a los reclusos, compra equipos de televisi¨®n para la c¨¢rcel -indispensables ante la proximidad del Mundial de f¨²tbol- e incluso paga cursos de derecho para tener abogados aliados. Machado denuncia que muchos directores de prisiones se aseguran la tranquilidad en sus centros y su seguridad haciendo concesiones a los presos. "Hay un trabajo excesivo para los guardias. No pueden acceder a los pabellones si no pactan antes el n¨²mero de guardias que van a entrar con los presos. Y mucho menos pueden entrar en las celdas".
Al igual que numerosos estamentos, Machado opina que el principal arma del PCC es el tel¨¦fono m¨®vil. La polic¨ªa de S?o Paulo estima que el 70% de los secuestros que se producen en el Estado son planificados y ordenados desde el interior de las prisiones. Los jefes de PCC no utilizan m¨®viles con n¨²meros originales, sino clonados, es decir, replicados de n¨²meros aut¨¦nticos de usuarios en el exterior de la prisi¨®n, lo que complica el seguimiento de las llamadas. La ejecuci¨®n de las ¨®rdenes sigue un sistema jerarquizado. En lo m¨¢s alto se encuentran los denominados torres, seis personas subordinadas a Marcola, que forman parte de la direcci¨®n del PCC. Sus instrucciones son transmitidas a los pilotos -que se encuentran tanto en el interior como en el exterior de las c¨¢rceles- que a su vez las replican a los soldados, tambi¨¦n jerarquizados a su vez, encargados de ejecutarlas. En menos de una hora con este sistema, el PCC se ha mostrado capaz de coordinar ataques en masa contra comisar¨ªas de polic¨ªa o decenas de motines por todo el Estado. La polic¨ªa asegura que los abogados tambi¨¦n pasan ¨®rdenes al exterior.
Las redes de contactos del PCC llegan hasta los lugares m¨¢s reservados de la Administraci¨®n brasile?a. Ayer se conoci¨® que los l¨ªderes del PCC tuvieron acceso apenas 24 horas antes del comienzo de la revuelta a las declaraciones secretas hechas por dos altos responsables policiales de S?o Paulo ante una comisi¨®n del Congreso brasile?o. Los polic¨ªas revelaron su intenci¨®n de trasladar a la direcci¨®n del grupo criminal a un penal situado a m¨¢s de 600 kil¨®metros de la capital paulista para tratar de entorpecer sus actividades. El t¨¦cnico encargado de grabar las declaraciones ante los diputados vendi¨® por 71 euros (unos 200 reales) los dos CD donde se registraron los planes policiales. Con esta informaci¨®n, la c¨²pula del PCC sab¨ªa de antemano cu¨¢ndo ten¨ªa que actuar y c¨®mo. El autor de la venta ha reconocido que sab¨ªa que los abogados a los que estaba vendiendo las grabaciones eran del PCC, pero asegur¨® desconocer "la inmensidad" de lo que iba a provocar. "Es que gano poco", dijo.
El PCC quiere presentar un candidato -naturalmente oculto- a las elecciones legislativas de octubre tanto al Congreso federal como al Estado de S?o Paulo. Seg¨²n los datos que maneja el Departamento de Investigaciones sobre Crimen Organizado, el grupo est¨¢ invirtiendo unos 350.000 euros (700.000 reales) en la campa?a. Las investigaciones se centran en saber qui¨¦nes son los candidatos.
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