Centenario con 'arroz del se?orito'
El Ateneo Barcelon¨¦s celebra un siglo en la calle de Canuda con un 'arroz Parellada' popular
El Ateneo Barcelon¨¦s ol¨ªa ayer a sofrito. Por la ma?ana, tres cocineros preparaban en el jard¨ªn de la instituci¨®n una paella para 300 comensales. Entre otros ingredientes, emplearon 30 kilos de arroz, 10 de pimientos rojos y verdes, 8 de salchichas y pollo... Todo a lo grande para celebrar el centenario de la entidad en el palacio Savassona, situado en la barcelonesa calle de Canuda.
La asociaci¨®n cultural disfruta de aquella sede desde 1906, pero su historia es m¨¢s larga y se remonta a 1860, cuando se funda el Ateneo Catal¨¢n. En 1872, ¨¦ste se fusion¨® con el casino Mercantil Barcelon¨¦s y de aquella uni¨®n surgi¨® el actual Ateneo Barcelon¨¦s. Los atene¨ªstas se reun¨ªan por entonces en unos salones que ten¨ªan alquilados en el teatro Principal, ubicado en la Rambla de Caputxins. Pero los cocineros no gozaban de tiempo para detenerse en estos devaneos hist¨®ricos: estaban demasiado atareados. Su cometido era elaborar un arroz Parellada, tambi¨¦n conocido como el arroz del se?orito y cuya esencia se puede resumir en una f¨®rmula bien sencilla: todo peladito.
Como pregonero de la comilona actu¨® el cronista Llu¨ªs Permanyer, quien explic¨® por qu¨¦ esta receta recibe el nombre del abogado Juli Maria Parellada. Dat¨® la ocurrencia en un jueves indeterminado del a?o 1902. "Parellada era uno de los parroquianos del restaurante Su¨ªs, que estaba en la plaza Reial. All¨ª se reun¨ªan los ling¨¹istas progresistas, aquellos que defend¨ªan que los plurales femeninos en catal¨¢n deb¨ªan acabar en -es. Enfrente estaba el caf¨¦ Espa?ol, adonde acud¨ªan los ling¨¹istas retr¨®grados, que cre¨ªan que estos plurales deb¨ªan terminar en -as. Uno de ellos era Mateu, maestro en gai saber. Mateu quer¨ªa eliminar el pronombre neutro lo. Por eso sus enemigos, en vez de llamarlo lo Mateu, se refer¨ªan a ¨¦l como Mateu-lo", comenz¨® su parlamento Permanyer. "Un jueves de 1902, Parellada pidi¨® al camarero del Su¨ªs que le pusiera un arroz 'sin hueso y sin espina'. Como era tan buen cliente, se lo sirvieron. Le gust¨® tanto que repiti¨® en las siguientes semanas. Cuando iba, el camarero ped¨ªa directamente a cocina un arroz Parellada, que se hizo popular", a?adi¨® Permanyer.
Al acaudalado abogado no le gustaba nada eso de encontrarse c¨¢scaras de mejillones, gambas y otros bichos comestibles. Aunque no se pueda ser m¨¢s concreto, lo de que el invento naci¨® un jueves parece bastante seguro por una costumbre catalana. "El jueves", dijo el pregonero, "era el d¨ªa del arroz. No se sabe por qu¨¦, aunque podemos aventurar algunas causas. En el mundo rural era d¨ªa de mercado, por ejemplo. En las ciudades, serv¨ªa para romper la rutina de la carn d'olla. Los ni?os ten¨ªan fiesta y les entraba mejor el arroz que la escudella. Adem¨¢s, la receta permit¨ªa limpiar la despensa de sobras de la semana".
El ateneo ten¨ªa una raz¨®n especial para organizar, ayer, este homenaje a Parellada. ?l fue precisamente el que vendi¨® a la instituci¨®n el palacio Savassona. La historia de esta venta es un aut¨¦ntico embrollo y tambi¨¦n arranca en 1902. "Los estatutos del ateneo no contemplaban la posibilidad de la propiedad de un edificio, s¨®lo el alquiler. Con el denominado asalto catalanista, encabezado por Enric Prat de la Riba y Valent¨ª Almirall, entre otros intelectuales, se cambi¨® esta situaci¨®n", explica el historiador Joaquim Coll. El palacio era el enclave ideal por su ubicaci¨®n c¨¦ntrica y la apariencia se?orial de sus estancias. Parellada estaba, adem¨¢s, ansioso por venderlo. Parece ser que al adinerado burgu¨¦s le gustaba la buena vida y gast¨® mucho dinero en ramos de flores y perfumes de Par¨ªs... Atene¨ªstas y propietario firmaron un contrato algo ambiguo que acab¨® en los tribunales. Como las batallas en el seno de la instituci¨®n eran enconadas, Parellada se lo pens¨® mejor y quiso despacharlo a unas monjas para que instalaran un colegio: necesitaba r¨¢pidamente el dinero. Finalmente, los prohombres del ateneo le abonaron 650.000 pesetas por el palacio y en 1906 se inaugur¨® all¨ª su sede.
Los que sienten devoci¨®n por aquella casa no quisieron perderse la fiesta, a la que no faltaron Josep Droguet Antillach, de 95 a?os, Ram¨®n Bertran Sendra y Josep Soler, ambos de 88 a?os. Son tres de los pilares de la pe?a de los cr¨ªticos. "Tiene delante a un hombre que luch¨® en la Guerra Civil en el glorioso cuerpo de carabineros por la libertad y a favor de la Rep¨²blica. Me est¨¢n tan agradecidos, que ni siquiera me pasan una pensi¨®n por mi servicio. Pero no me quejo, porque todas las mujeres del ateneo est¨¢n locas por m¨ª. Me conservo tan bien, que creen que s¨®lo tengo 87 a?os", presume con gracia Soler. Una iron¨ªa que Narc¨ªs Garolera, profesor de literatura catalana en la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona, considera marca de la casa. "El fil¨®sofo Francesc Pujols es protagonista de muchas an¨¦cdotas divertidas del ateneo. En el pasado, corr¨ªan por el jard¨ªn un par de tortugas. Un d¨ªa Pujols se las qued¨® mirando y dijo: 'Ya no se hacen cosas tan perfectas como ¨¦stas'. Representa una tendencia a relativizarlo todo propia de los atene¨ªstas".
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