El subdelegado del Gobierno en Tarragona prev¨¦ detenciones en breve por los asaltos a chalets

La lucha policial contra la proliferaci¨®n de robos con violencia en domicilios particulares podr¨ªa dar sus frutos en breve. As¨ª lo cree el subdelegado del Gobierno en Tarragona, Joan Maria Abell¨®, quien asegur¨® ayer que la dedicaci¨®n de los agentes a esta plaga es "total". Tras los ¨²ltimos episodios de este tipo de delincuencia vinculada a bandas organizadas, el ¨²ltimo de ellos el s¨¢bado pasado en Les Borges del Camp (Baix Camp), donde una familia fue torturada una hora y cuarto por sus captores, Abell¨® defiende la "coordinaci¨®n" de los cuerpos de seguridad como mejor remedio.

Los cinco asaltantes encapuchados que el s¨¢bado de madrugada retuvieron, golpearon, hirieron y amenazaron de muerte a un matrimonio en el dormitorio de su chalet en Les Borges del Camp no son desconocidos para la Guardia Civil. En declaraciones a EL PA?S, el subdelegado del Gobierno en Tarragona asegur¨® ayer disponer ya de "informaci¨®n" operativa para tratar de cerrar el cerco policial en torno a unos delincuentes que podr¨ªan estar detr¨¢s de numerosos robos cometidos en toda Catalu?a.

"Una de sus principales caracter¨ªsticas es la movilidad. Un d¨ªa act¨²an aqu¨ª y al siguiente pueden estar a 200 o 300 kil¨®metros", se?ala Abell¨®. Los cuerpos de seguridad que operan en Catalu?a se reunir¨¢n en los pr¨®ximos d¨ªas para compartir esta informaci¨®n y coordinar esfuerzos.

"Estamos hablando de algo que supera los ¨¢mbitos de Girona, Lleida, Barcelona y Tarragona", advierte el subdelegado. Algo de lo que est¨¢n seguros los responsables policiales es que las bandas procedentes de la Europa del Este y a las que se atribuye una organizaci¨®n paramilitar debido a su paso por ej¨¦rcitos o polic¨ªas de esa zona no son los ¨²nicos responsables de la proliferaci¨®n de estos asaltos. El uso de la violencia tampoco es patrimonio exclusivo de estas organizaciones.

Falta de polic¨ªa

En el caso de Les Borges del Camp, las cinco personas de complexi¨®n atl¨¦tica vestidas con ropa negra y pasamonta?as que maltrataron al matrimonio formado por Joan Borr¨¤s y Roser Nogu¨¦s segu¨ªan un patr¨®n pr¨¢cticamente militar y de los testimonios de las v¨ªctimas, que aseguraron que hablaban poco y mal el castellano, se desprende que proced¨ªan de alg¨²n pa¨ªs pr¨®ximo a los Balcanes.

La forma en que actuaron, con repetidas amenazas y agresiones de todo tipo, caus¨® estupor e indignaci¨®n en los vecinos de este pueblo del Baix Camp.

Su alcalde, Robert Ortiga, expresaba el s¨¢bado su temor a que alg¨²n vecino decida tomarse la justicia por su mano. "Entonces no solucionar¨ªamos ning¨²n problema, sino que crear¨ªamos otro", considera el subdelegado del Gobierno, que, al igual que a los responsables de los cuerpos policiales, le preocupa que cale el sentimiento de desprotecci¨®n y de las quejas se pase a la acci¨®n.

Abell¨® subray¨® que "entiende" la indignaci¨®n vecinal, pero tambi¨¦n quiso lanzar un mensaje de tranquilidad y confianza en la actuaci¨®n policial. "Estoy convencido de que habr¨¢ resultados", afirm¨®.

Otra de las cr¨ªticas m¨¢s extendidas entre los responsables pol¨ªticos del Baix Camp y el Priorat, comarcas que han sufrido m¨²ltiples robos en los ¨²ltimos meses, es la falta de efectivos de la Guardia Civil y del Cuerpo Nacional de Polic¨ªa. De hecho la queja es doble, puesto que a esta carencia se suman las consecuencias del lento despliegue de los Mossos d'Esquadra en ese territorio, previsto para finales de 2008. Por todo ello, los alcaldes ya han solicitado una entrevista con el ministro del Interior, Alfredo P¨¦rez Rubalcaba. "No hay ahora m¨¢s ni menos agentes que hace dos a?os. Las cuotas las cerraron los anteriores gobiernos", argument¨® Abell¨®, quien adem¨¢s sostiene que identificar el remedio a la inseguridad ciudadana con el despliegue de la polic¨ªa auton¨®mica no corresponde con la realidad y supone "a?adir excesiva presi¨®n" a este cuerpo.

En cualquier caso, en el proceso de despliegue de los Mossos y el repliegue de los efectivos de los otros dos cuerpos, ya vivido en otras ¨¢reas y ciudades de Catalu?a, se produce un interregno en el que la seguridad ciudadana se resiente. Ocurri¨® en localidades del ¨¢rea metropolitana de Barcelona y en la propia capital, donde el despliegue de la polic¨ªa auton¨®mica se adelant¨® porque la ciudad sufri¨® un repunte de delincuencia que, al menos en parte, se achac¨® a la falta de efectivos.