De miedo en miedo
Como es habitual en el comportamiento de los mercados burs¨¢tiles, cuando tras un per¨ªodo m¨¢s o menos intenso de ganancias se imponen las cesiones, ¨¦stas suelen caracterizarse por su elevada intensidad. Pasados unos d¨ªas (o, en ocasiones, semanas) tenemos ocasi¨®n de comprobar si las ca¨ªdas estaban justificadas por un deterioro en el entorno macroecon¨®mico o han sido motivadas por una "correcci¨®n t¨¦cnica", en cuyo caso las bolsas no s¨®lo recuperan el terreno perdido sino que incluso marcan nuevos m¨¢ximos. Para saber cu¨¢l es la situaci¨®n actual, conviene analizar el motivo por el que se ha activado el movimiento bajista. Las ca¨ªdas comenzaron el 10 de mayo, coincidiendo con la ¨²ltima subida de tipos de inter¨¦s por parte de la Reserva Federal de EE UU y su advertencia sobre la posible aparici¨®n de presiones inflacionistas.
Si hasta ese momento exist¨ªa consenso a la hora de anticipar una inminente finalizaci¨®n del endurecimiento de la pol¨ªtica monetaria en aquel pa¨ªs, la renovada incertidumbre sobre la evoluci¨®n de los precios al consumo y, en consecuencia, las futuras decisiones sobre los tipos de inter¨¦s de referencia, provoc¨® una modificaci¨®n en el escenario manejado por los mercados financieros, introduciendo una factor de incertidumbre adicional. Este nuevo factor de riesgo (ya no se sabe hasta d¨®nde va a subir la Reserva Federal), junto con las revalorizaciones acumuladas hasta aquel momento por las bolsas (10%), as¨ª como el renovado atractivo de la renta fija, favorecieron el inicio de la actual fase bajista.
Sin embargo, desde mediados de la pasada semana estamos asistiendo a una destacada correcci¨®n en las cotizaciones de las materias primas que ha llevado al mercado a olvidarse de los riesgos inflacionistas, como pone de manifiesto la relajaci¨®n de las curvas de tipos de inter¨¦s. ?Por qu¨¦, entonces, han continuado las cesiones en las bolsas si el factor que las activaron ha desaparecido? La respuesta la encontramos en que en apenas una semana el mercado ha cambiado su principal temor. Parece que ya no es la inflaci¨®n sino el crecimiento de la econom¨ªa mundial, un riesgo ¨¦ste con una mayor probabilidad de ocurrencia y mucho m¨¢s negativo para las bolsas. Una muestra de este nuevo miedo es el comportamiento de las bolsas emergentes (ceden en las ¨²ltimas sesiones de manera mucho m¨¢s intensa), tal vez menos sensibles a una inflaci¨®n m¨¢s alta en EE UU pero mucho m¨¢s a una desaceleraci¨®n mundial.
Las bolsas necesitar¨¢n m¨¢s tiempo para asimilar el nuevo escenario de crecimiento econ¨®mico mundial, sobre todo porque el manejado hasta ahora es muy positivo. Ahora bien, ni los riesgos inflacionistas son tan elevados como el mercado descontaba hace apenas una semana, ni la econom¨ªa mundial se va a desacelerar de forma tan intensa como parece que comienza a temer. De esta forma, es muy probable que la actual correcci¨®n burs¨¢til genere claras oportunidades de compra, cuya rentabilidad se plasmar¨¢ en la segunda mitad del a?o. No antes. Quien quiera buscar oportunidades de compra a corto plazo en bolsa, tendr¨ªa que apostar por mercado bajista y no alcista.
David Cano Mart¨ªnez es socio de Analistas Financieros Internacionales.
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