De la Rosa insiste en que el Rey y el ex presidente Bush autorizaron "pagos de guerra" para liberar Kuwait

El empresario catal¨¢n y principal acusado en el caso KIO, Javier de la Rosa, sostuvo ayer en la Audiencia Nacional que en 1990 realiz¨® "pagos de guerra" por valor de m¨¢s de 75 millones de euros (12.500 millones de pesetas) al diplom¨¢tico y tambi¨¦n imputado Manuel Prado y Col¨®n de Carvajal, a trav¨¦s de las cuentas de KIO, para "liberar" a Kuwait de la ocupaci¨®n iraqu¨ª. Seg¨²n la versi¨®n de De la Rosa, estos pagos habr¨ªan sido aceptados por el Rey, quien lo consult¨® "personalmente" en una llamada telef¨®nica con el entonces presidente de Estados Unidos, George Bush, padre del actual.

De la Rosa hizo estas afirmaciones a instancias de su defensa en el juicio por las piezas del caso KIO relativas a las operaciones "Prima-Oakthorn", "Pincinco" y "Quail-Acie", en las que est¨¢ acusado del desv¨ªo de m¨¢s de 375 millones de euros (62.400 millones de pesetas) de KIO y su filial en Espa?a, Grupo Torras.

El empresario, que se enfrenta a una petici¨®n de 38 a?os de c¨¢rcel por la Fiscal¨ªa Anticorrupci¨®n, ya hizo este tipo de manifestaciones en noviembre de 1995 e incluso utiliz¨® dos cartas falsas con membrete de la Casa Real para intentar justificar ante las autoridades de Kuwait la desaparici¨®n de cuantiosas sumas del grupo Torras, del que fue vicepresidente hasta junio de 1992. Tambi¨¦n insinu¨® reiteradamente entonces que el Rey le habr¨ªa agradecido en Londres los pagos a Manuel Prado.

Seg¨²n de la Rosa, esos pagos a trav¨¦s de Manuel Prado habr¨ªan sido aceptados por el Rey porque el entonces presidente del Gobierno, Felipe Gonz¨¢lez, "no ten¨ªa atribuciones", a pesar de que ¨¦l "no se opon¨ªa" a la entrega de dicha cantidad. A?adi¨® que esos "pagos de guerra" persegu¨ªan conseguir apoyo diplom¨¢tico espa?ol para que los aviones estadounidenses aterrizasen en la base de Rota (C¨¢diz) y para que Arabia Saud¨ª autorizase el paso de soldados americanos para liberar a unas princesas kuwait¨ªes retenidas tras la invasi¨®n.

El empresario declar¨® que "miembros del CESID" le amenazaron para que no hablase sobre "las personalidades" que podr¨ªan resultar implicadas y dijo que los agentes llegaron a ejercer un "control absoluto" sobre sus movimientos. y declaraciones judiciales.