"No comparto la opini¨®n sobre la desestructuraci¨®n del Estado"

Jos¨¦ Chamizo re¨²ne la doble condici¨®n de sacerdote y defensor del pueblo andaluz. En esta entrevista, realizada por correo electr¨®nico, destaca el avance del Estatuto en los derechos sociales.

Pregunta. ?Qu¨¦ opini¨®n tiene del comunicado de los obispos?

Respuesta. El grupo de obispos andaluces no ha hecho sino manifestar la opini¨®n de la jerarqu¨ªa de la Iglesia en torno a diversos aspectos del Estatuto. Creo que es necesaria cualquier aportaci¨®n en unos momentos especiales en los que debemos conseguir que se dinamice la opini¨®n y la participaci¨®n de toda la sociedad en torno a este importante texto. Pero no comparto la valoraci¨®n tan grave sobre los riesgos de una desestructuraci¨®n del Estado.

P. ?Qu¨¦ le parece la expresi¨®n "realidad nacional"?

R. No me importa tanto esa pol¨¦mica sobre este t¨ªtulo o los conceptos usados. Realidad nacional, regional, comunidad hist¨®rica pueden ser igualmente v¨¢lidos. Lo que s¨ª me importa son dos cuestiones que pueden venir ligadas a esta definici¨®n: una, que Andaluc¨ªa no quede por debajo de otras autonom¨ªas en sus capacidades y competencias; y que ninguna definici¨®n termine suponiendo una marginaci¨®n futura. Me parece que esta pol¨¦mica no es lo m¨¢s importante del texto y con ella se est¨¢n olvidando aspectos muchos m¨¢s esenciales para la ciudadan¨ªa.

P. ? Qu¨¦ echa en falta o cree que sobra en el t¨ªtulo que recoge los derechos sociales?

R. En las primeras discusiones sobre el Estatuto ya planteamos la oportunidad de avanzar en construir un sistema de derechos de contenido social que supusiera un avance comprometido y aut¨¦ntico por garantizar unas m¨ªnimas condiciones de vida digna para todos. Reconocemos que ha existido un avance y la propuesta que presentamos ha sido bien acogida. Es una gran oportunidad para ofrecer un magn¨ªfico signo diferencial. Pero insistimos en que, si se aprueba en las Cortes y en el posterior refer¨¦ndum, hay que trabajar en construir un sistema eficaz que garantice esos derechos m¨ªnimos de contenido social. ?sa es nuestra obsesi¨®n y estaremos atentos a ver en qu¨¦ medida se adecuan en la regulaci¨®n del Defensor las funciones singulares de garant¨ªa que se nos atribuyen en el texto.

P. ?Encuentra en el texto algo que vaya en contra de la doctrina de la Iglesia?

R. Me parece especialmente delicada la cuesti¨®n de la definici¨®n y alcance del llamado derecho a una muerte digna, pero hemos de reconocer que es un debate que est¨¢ en la sociedad y que est¨¢ encontrando comprensi¨®n incluso entre los sectores m¨¢s evolucionados de la Iglesia. Algo parecido pasa con las menciones al principio de laicidad, que tambi¨¦n tiene importantes apoyos entre los colectivos de Iglesia m¨¢s acordes con estos tiempos e independientes respecto de los poderes p¨²blicos. En todo caso, s¨ª he encontrado una buena receptividad en los avances que se han redactado sobre los derechos sociales y el apoyo que van a encontrar grupos como C¨¢ritas en su compromiso hacia los colectivos desfavorecidos.