El valor de la tapa

Para Marc Wegener, un alem¨¢n de 23 a?os, en Granada nunca amanece antes de las once.

11.05. Desayuno sin prisas. En la taberna pide caf¨¦ y una tostada con aceite y tomate. "En Alemania tomaba cereales, pero esto est¨¢ superbueno". Habla un espa?ol m¨¢s que correcto que aprendi¨® en Argentina, aunque se reconoce "adicto" a la palabra s¨²per. En su pa¨ªs estudia 2? de Ciencias de la Comunicaci¨®n, que no se cursa en Granada. "Pero ten¨ªa tantas ganas de venir aqu¨ª... Me hab¨ªan dicho que era muy bonita, con mucha fiesta y vida cultural". As¨ª que se matricul¨® en asignaturas de Econ¨®micas, Traducci¨®n e Interpretaci¨®n y Filosof¨ªa y Letras, que le servir¨¢n para completar su formaci¨®n. El primer cuatrimestre aprob¨® cuatro de cinco. Lleg¨® en octubre y se va a finales de junio. "Me da mucha pena".

Anda por el centro de Granada como si fuera el pasillo de su casa: "Ah¨ª hay unos graffitis superguays". "En esta biblioteca alquilamos DVD para aprender castellano". "Aqu¨ª hay un monasterio muy tranquilo para leer".

14.00. Sin siesta. A la puerta del piso de Marc, en el centro de Granada, un cartel anuncia que se est¨¢ ante el hogar de Los Piseros: Marc, el austriaco Alex y los franceses Pierre y Sophie. Todos erasmus. Pagan 200 euros al mes por persona. Hoy Alex invita a Marc a un plato de pasta de sobre que le han regalado en la universidad. "Pero solemos cocinar mejor", asegura. Sin tiempo para la siesta, sale hacia clase.

19.50. Un plan improvisado. Un cap¨ªtulo del DVD de El coche fant¨¢stico. "Me encanta. Un d¨ªa tenemos que comprar un mont¨®n de cervezas y hacer una noche de series de los ochenta", propone. Sale con Pierre camino del bar donde han quedado para ver la final de la Liga de Campeones. Un bar de barrio en el que se mezclan los granadinos con 20 o 30 erasmus que le han cogido cari?o al sitio. "Venimos siempre a ver el f¨²tbol. Es superespa?ol, tranquilo y por 1,30 te ponen cerveza y buenas tapas". La cultura de la tapa ha sido un descubrimiento: "El primer mes engord¨¦ bastante. No estaba acostumbrado a que me regalaran una comida supergrande". Hoy Marc advierte de que se retirar¨¢ pronto porque al d¨ªa siguiente viaja a Salamanca y hay que hacer la maleta. Pero el Barcelona gana, el due?o invita a m¨¢s rondas y la noche se va alargando.

0.30. A por la pen¨²ltima. La mayor¨ªa de los clientes del barrio se han ido hace rato, pero al bar siguen llegando erasmus. "Conocemos a algunos espa?oles, pero menos". Pasada la una de la madrugada deciden cambiar de bar. "Cuando sales, nunca sabes c¨®mo va a acabar la noche".