Francia vive la larga crisis del 'no'
Un a?o despu¨¦s del refer¨¦ndum sobre la Constituci¨®n europea, la derecha en el poder y los socialistas evitan hablar de su fracaso
Ayer se cumpli¨® un a?o del no de los franceses al Tratado Constitucional Europeo (TCE), cuyos efectos siguen paralizando la UE. El tema, sin embargo, parece haber desaparecido de las prioridades de una sociedad y una clase pol¨ªtica que, desde entonces, vive una larga y penosa crisis de fin de r¨¦gimen y se prepara para una interminable campa?a electoral con vistas a las presidenciales de 2007. Las encuestas, sin embargo, detectan el impacto. Un 60% considera que Francia ha perdido peso en Europa y se ha debilitado, pero la mayor¨ªa de los no¨ªstas aseguran que volver¨ªan a votar lo mismo y, probablemente, el no volver¨ªa a ganar.
Ni la derecha gubernamental, gran derrotada entonces; ni la oposici¨®n socialista, que se desgarr¨® en la campa?a del refer¨¦ndum, se atreven a debatir el asunto abiertamente y esperan que no juegue ning¨²n papel en el pr¨®ximo ciclo electoral. Todo lo contrario de lo que proclaman los miembros de la heterog¨¦nea coalici¨®n que sali¨® victoriosa cuando los votantes rechazaron por un 54,67% el proyecto de Carta Magna europea; han podido comprobar que no hab¨ªa un plan B, tal y como aseguraban durante la campa?a, pero tanto la extrema derecha soberanista como la izquierda comunista, trotskista y altermundialista, mantienen intacto el discurso del miedo y siguen reclamando que se levanten las murallas del proteccionismo.
Un 60% de los franceses considera que su pa¨ªs ha perdido peso en Europa
En la izquierda radical, a sabiendas de que las principales formaciones no renunciar¨¢n a presentar a su propio candidato a la presidencia, la comunista Marie-George Buffet hizo ayer un llamamiento a la uni¨®n de "todas las fuerzas antiliberales" para derrotar a la derecha. En la extrema derecha, Philippe de Villiers, que pretende robarle parte de su electorado al Frente Nacional de Jean-Marie Le Pen, acus¨® al presidente Jacques Chirac y al Gobierno conservador de traicionar al electorado, ignorando el mensaje el 29 de mayo de 2005.
En el campo de la derecha gubernamental, el refer¨¦ndum marca un punto de inflexi¨®n. Los simpatizantes de la Uni¨®n por un Movimiento Popular (UMP) votaron mayoritariamente s¨ª en el refer¨¦ndum y volver¨ªan a hacerlo. Pero el problema es que aquella derrota, que supuso la salida del Gobierno de Jean Pierre Raffarin y su relevo por Dominique de Villepin, ha generado un estado de crisis permanente, que arranca con la derrota de la candidatura de Par¨ªs para los Juegos Ol¨ªmpicos de 2012; sigue con el "peque?o accidente cerebral" sufrido por Chirac a finales del verano; se prolonga en oto?o con la rebeli¨®n de las barriadas en la que arden decenas de miles de veh¨ªculos; y acaba en primavera con las manifestaciones contra los contratos precarios para j¨®venes.
El ¨²ltimo episodio de este fin de reinado, el esc¨¢ndalo del caso Clearstream -por el que supuestamente Chirac y Villepin intentaron implicar falsamente al ministro del Interior y presidente de la UMP, Nicolas Sarkozy-, muestra hasta qu¨¦ punto ha llegado la deriva de la derecha gobernante que puso en marcha el refer¨¦ndum.
En el seno del socialismo, que sali¨® muy debilitado del envite, s¨ª que se han producido cambios; como la llegada de una personalidad como S¨¦gol¨¨ne Royal, que parece superar el desgarro de aquel envite. Los socialistas adoptaron la postura de apoyar el refer¨¦ndum europeo tras someter la cuesti¨®n a votaci¨®n entre sus militantes. Una parte del partido, sin embargo, liderada por el ex primer ministro Laurent Fabius, hizo campa?a por el no y pretendi¨® situarse como alternativa a la direcci¨®n para aglutinar las fuerzas de izquierdas.
Pero las bases no le perdonaron la traici¨®n y en el congreso del pasado oto?o Fabius obtuvo un apoyo muy minoritario. Ayer, sin embargo, insisti¨® en el plan B. El no "hab¨ªa sido necesario", pero "no suficiente", dijo, porque deb¨ªa ir acompa?ado por un "relanzamiento europeo".
Por el contrario Royal, que en su momento hizo campa?a por el s¨ª en el refer¨¦ndum, evita ahora tomar partido y prefiere explicar que en estos momentos no es prioritario el tema, sino tomar medidas concretas para relanzar el proyecto europeo.
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