Retrato de dama con poder

Mientras Madrid duerme, Esperanza vela; la luz de su ventana no se apaga hasta bien entrada la madrugada; la presidenta de la Comunidad de Madrid lleva 15 a?os durmiendo cuatro horas, "no hace las cosas que hace la gente normal", dice con admiraci¨®n su hermana Piedad: "No tiene tiempo. No se cansa. No se pone mala. Es una bestia".

?Qu¨¦ hace este magn¨ªfico ejemplar de animal pol¨ªtico despu¨¦s de la medianoche?, ?qu¨¦ asuntos la desvelan?, ?qu¨¦ motor impulsa sus cavilaciones nocturnas? En sus largas vigilias, en esas horas robadas al sue?o que ella necesita menos que el com¨²n de los mortales, Esperanza Aguirre ora y labora por la causa, que no es la causa de Madrid y de los madrile?os, ni la del partido en que milita, ni la vieja causa del liberalismo renovado que apoya con tanto empe?o.

La Puerta del Sol no es mal sitio para emprender la conquista de las altas cimas

Aguirre pregunt¨® a la madre de la fallecida Dulce Chac¨®n si su hija estaba en Cuba

Se trata de su propia, ¨²nica e intransferible causa, de su carrera pol¨ªtica, carrera de obst¨¢culos contra los que arremete cuando no puede saltarlos, carrera de fondo, competici¨®n para la que se ha entrenado a conciencia y en la que aspira a las metas m¨¢s altas.

La esclarecedora semblanza publicada en las p¨¢ginas del domingo de este peri¨®dico desvela algunas claves de esta dama de hierro, firmemente anclada en una confianza en s¨ª misma a prueba de golpes y salidas de tono.

La ¨²ltima y no la menor de sus meteduras de pata sucedi¨® hace unos d¨ªas cuando, en la inauguraci¨®n de un colegio, pregunt¨® a la madre de la escritora Dulce Chac¨®n, fallecida hace tres a?os, si su hija estaba en Cuba.

El nuevo colegio hab¨ªa sido bautizado con el nombre de la autora extreme?a, lo que sin duda habr¨ªa debido de darle una pista a la despistada presidenta, pues reconocimientos y honores como ¨¦stos suelen llegarles a los autores a t¨ªtulo p¨®stumo.

Un fallo garrafal para la que fue ministra de Cultura, periodo en el que siguiendo la conocida m¨¢xima "que hablen de ti, aunque sea bien" se convirti¨® en el blanco favorito de humoristas y reporteros.

De acuerdo con otra de las consignas que campean en su ideario de cabecera, "No llorar sobre la leche derramada", Esperanza Aguirre nunca se detiene, nunca se equivoca, no tiene tiempo para ello, como dice su hermana, su tiempo est¨¢ medido y cronometrado desde que a las siete de la ma?ana la despierta su entrenador personal para empezar al d¨ªa con una hora de tonificador ejercicio f¨ªsico y salir luego a la calle rozagante como un narciso, que debe ser su flor her¨¢ldica: "Siempre me he considerado list¨ªsima, antipija y elegante. S¨ª, siempre he sido list¨ªsima".

As¨ª de apabullante se exhibe, sin falsa modestia, sin modestia alguna, nuestra ambici¨®n rubia; pero de d¨®nde saca Esperanza Aguirre tanta seguridad en su persona, algo deben tener que ver sus firmes convicciones derechistas, su sentimiento de pertenecer a las ¨¦lites dominantes, a una casta superior predestinada para gobernar el mundo. La Casa de Correos de la Puerta del Sol no es mal sitio para emprender la conquista de las m¨¢s altas cimas pol¨ªticas, kil¨®metro cero en una carrera que Esperanza Aguirre lleva preparando desde las ligas infantiles y juveniles.

Se supone que detr¨¢s de cada gran pol¨ªtico hay una figura relevante, un viejo maestro, un gur¨², un ide¨®logo, un punto de referencia, un modelo a imitar, o a seguir en los primeros pasos; Esperanza lo tiene, muy cerca, y lo proclama sin rubores ni complejos: "En el mundo no me ha impresionado nadie; el Papa, Isabel II, el Dalai Lama. Lo siento, s¨®lo me impresiona Aznar".

A m¨ª tambi¨¦n, a¨²n no me he repuesto del todo de la impresi¨®n que me caus¨® el ex presidente, no por su carisma, ni por sus ideas (??), sino precisamente por la escandalosa falta de ambas cosas.

El Aznar que m¨¢s me impresion¨®, no s¨¦ si coincidir¨¦ en ello con la presidenta honoraria de su club de fans, fue el de los ¨²ltimos d¨ªas de su mandato presidencial, por su numantina defensa del error y la mentira, su desparpajo goebbelsiano para manipular y ocultar y por su ingenua creencia de que tales infamias no le iban a pasar factura en las urnas.

La filosof¨ªa de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, el pensamiento ¨²nico y ¨²nico pensamiento del ex presidente, sobre todo en los d¨ªas finales de su mandato, se concentraba en el m¨¢s rancio maximalismo ib¨¦rico, en el "sostenella y no enmendalla" que su disc¨ªpula Esperanza Aguirre Gil de Biedma apostilla con su pensamiento positivo de "no llorar sobre la leche derramada", sobre tanta mala leche derramada.