Rafael Ram¨ªrez Heredia observa los claroscuros de la realidad mexicana
Violencia, acci¨®n, amor y muerte transitan 'La esquina de los ojos rojos'
Rafael Ram¨ªrez Heredia sigue empe?ado en mostrarnos un pedazo de Ciudad de M¨¦xico que, probablemente, no coincide con lo que dicen los soci¨®logos; tampoco los peri¨®dicos. Un pedazo de un barrio "bravo" de esa ciudad, en el que hay violencia, droga, muerte; tambi¨¦n honradez, tranquilidad y amor. Y creencias compartidas. La Santa Muerte los protege, por igual, a todos los personajes de La esquina de los ojos rojos.
Los libros son como las personas, opina Rafael Ram¨ªrez Heredia (Tampico, M¨¦xico, 1942). "Yo no soy la misma persona cuando estoy solo, o cuando estoy con mi madre, o con un amigo, o cuando camino por la calle", explica. Y con las novelas pasa lo mismo. Al menos con La esquina de los ojos rojos (Alfaguara). La segunda parte en la trilog¨ªa sobre la violencia que el autor mexicano comenz¨® con La Mara (Alfaguara) -que fue galardonada con el Premio Dashiel Hammett en la pasada edici¨®n de la Semana Negra de Gij¨®n- tiene muchas aristas. "Muchas lecturas", agrega.
"Puede ser una novela de violencia, de acci¨®n, de amor". E incluso puede pertenecer a varios g¨¦neros a la vez. "Novela negra, policiaca...".
"Los escritores tienen el deber de sumergirse en el fango", asegura Ram¨ªrez Heredia. Y ¨¦l est¨¢ dando cumplida cuenta de su responsabilidad literaria. La violencia en un mundo global como ¨¦ste, dice, est¨¢ en todas partes, aunque reconoce que "quiz¨¢s" no por igual. M¨¦xico, defiende, no es el imperio de la violencia. "Lo que pasa es que eso es lo que sale en la prensa, lo cual no es necesariamente un reflejo de la sociedad mexicana", afirma. Y agrega: "A m¨ª nunca me han asaltado en M¨¦xico".
El escenario de la novela es un puzzle compuesto de varios barrios de la Ciudad de M¨¦xico. Aunque la mayor parte del trabajo de campo -"he observado, he escuchado, no necesariamente reproducido"- lo ha hecho en Tepito. Pero advierte: "No es una descripci¨®n realista del barrio". Comentario que, apunta, debe a?adir para que no se solivianten los soci¨®logos. "Mi punto de vista es el literario".
"El barrio" -gen¨¦rico, pues bien podr¨ªa estar en cualquier otro lugar- es una realidad literaria trazada con pulso firme a trav¨¦s de la palabra. En ¨¦l habitan personajes absolutamente "libres". "Intervengo lo menos posible en ellos, no les impongo ninguna moral, les dejo crecer a lo largo de la novela", dice Ram¨ªrez Heredia.
En la trama de La esquina de los ojos rojos hay violencia -un sicario y su novia son asesinados-, hay venganza -la que persigue "la madre de la novia"-, hay droga -negocio para algunos, desgracia para otros, cuyos ojos ti?e de rojo, esos que se hacinan en una determinada esquina del barrio-, hay normalidad -gente "corriente" que va y viene a su trabajo, que lleva una vida alejada de la degradaci¨®n-, hay apariencias -la honestidad y pureza no siempre consiguen salir a la superficie- y hay amor -inesperado y ajeno-. Y por encima de todo: la Santa Muerte, que cubre al barrio con su manto. "Todos se encomiendan a ella porque saben seguro que tarde o temprano van a morir; por eso le dicen que espere un poquito y no se los lleve todav¨ªa", explica el autor mexicano.
Incansable, ultima ya su pr¨®ximo trabajo. "Ser¨¢ salvaje", define. "Y no voy a adelantar nada m¨¢s".
Babelia
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