"La pr¨®xima guerra ser¨¢ la del agua"
Lleva al lector de sus libros a las zonas m¨¢s oscuras de Venecia, le mete en las casas de la ciudad, le pasea por sus canales, le muestra su gastronom¨ªa y le descubre un mundo plagado de mafias, desastres ecol¨®gicos, turismo sexual, inmigraci¨®n, a trav¨¦s del comisario Brunetti, un hombre culto y con un filos¨®fico sentido de la justicia. "La gente quiere saber de problemas reales, qui¨¦n roba o contamina, y de eso escribo yo en mis libros". Donna Le¨®n (Nueva Jersey, 1942) ha presentado en Madrid su ¨²ltimo trabajo literario, Veneno de cristal (Seix Barral), en el que Brunetti se ve obligado a investigar una peculiar trama en la que se mezclan la corrupci¨®n pol¨ªtica y los delitos ecol¨®gicos.
"La gente quiere saber de problemas reales, qui¨¦n roba o contamina, y de eso escribo"
"El problema de la inmigraci¨®n es econ¨®mico. Yo soy rica y nadie me pregunta si estoy ilegal"
Pregunta. ?Qu¨¦ le lleva a que sus personajes se vean envueltos en problemas tan pegados a la realidad?
Respuesta. Aborrezco la televisi¨®n, pero soy una gran lectora de peri¨®dicos y libros. Es en los diarios donde uno se da cuenta de cu¨¢les son los temas que preocupan al ciudadano. En esta ocasi¨®n he optado por el tema ecol¨®gico porque es algo que a m¨ª me interesa especialmente. Es mi bandera roja, de lo que hagamos ahora depende nuestro futuro y no creo que lo estemos haciendo demasiado bien. Hay que tomar medidas urgentes, y si no lo hacemos, las consecuencias ser¨¢n terribles. La pr¨®xima guerra que tengamos ser¨¢ la del agua.
P. Vive en Italia desde hace muchos a?os, pero usted se considera norteamericana. Su pa¨ªs se ha negado a firmar el tratado de Kyoto y no est¨¢ adoptando demasiadas medidas para evitar un desastre ecol¨®gico.
R. No me siento ni responsable ni part¨ªcipe de la ignorancia y negligencia criminal de un gobierno como el de Bush. Su pol¨ªtica demuestra un desprecio absoluto y una ignorancia sin l¨ªmites.
P. Al Gore acaba de protagonizar el documental Una verdad inconveniente, en el que da cuenta del grave problema del cambio clim¨¢tico. ?Cree que en Estados Unidos puede calar su mensaje?
R. No soy optimista en ese sentido. En Nueva York viven 12 millones de personas que producen muchas toneladas de basura y no ves contenedores de reciclaje. Miras los coches y sus dimensiones son tremendas y los utilizan para hacer recorridos de menos de 500 metros. No hay concienciaci¨®n ciudadana. Les preocupa bien poco lo que ocurra m¨¢s all¨¢ de sus narices.
P. No tiene una visi¨®n demasiado buena de su pa¨ªs de nacimiento.
R. Mi mente no llega a entender c¨®mo Estados Unidos permite la tortura o la pena de muerte. Se est¨¢ torturando a detenidos ¨¢rabes y no s¨¦ cu¨¢l es la raz¨®n. Soy una mujer que vive de las palabras. Se supone que cuando soldados norteamericanos est¨¢n torturando a un iraqu¨ª es para obtener informaci¨®n y mi pregunta es c¨®mo. Si unos hablan ingl¨¦s y otros ¨¢rabe y no se entienden. ?Hasta d¨®nde llega la maldad? No hay suficientes traductores de ¨¢rabe y muchos de los que hab¨ªa fueron rechazados porque son homosexuales. Eso pasa en mi pa¨ªs. As¨ª que no me puedo sentir demasiado contenta de pertenecer a un sitio en el que ocurren este tipo de cosas.
P. Ha tratado el tema de la inmigraci¨®n en alguna de sus novelas.
R. En Europa o en Am¨¦rica te das cuenta de que lo que importa no es que los ciudadanos vayan de un lado a otro y tengan o no papeles. Lo importante es tener dinero. Yo soy rica y a m¨ª nadie me pregunta si estoy legal o ilegal. Vivo desde hace muchos a?os en Italia como turista y nunca he tenido problemas. La cuesti¨®n es meramente econ¨®mica. Si tienes dinero puedes elegir vivir donde quieras. Si eres hispano, ¨¢rabe o africano pobre entonces es cuando tienes problemas. Nos hemos olvidado de que nuestros antecesores emigraron a los lugares en los que nosotros nacimos. Mi familia procede de Alemania y Espa?a.
P. Su cultura es americana pero sus personajes son bastante europeos.
R. Me gusta mucho m¨¢s la visi¨®n que tienen los europeos de la vida que los norteamericanos, la de ¨¦stos es mucho m¨¢s bobalicona. Brunetti es un hombre normal, casado con una profesora de universidad, dos hijos, suegros ricos. Todo ello me permite introducir al lector en un mundo que considero bastante interesante.
P. Ha dado clases de Literatura durante muchos a?os ?Brunetti le hizo abandonar la ense?anza?
R. Me gustaba ense?ar y yo tengo mucho respeto y estima por los estudiantes. Mi puesto estaba en las bases americanas y me fui dando cuenta de que ellos estaban cada vez m¨¢s a la derecha y yo cada vez m¨¢s a la izquierda. Opt¨¦ por abandonar ese trabajo. En mi pr¨®ximo libro, Sin Brunetti, la protagonista ser¨¦ yo, un ensayo en el que narrar¨¦ mis andanzas por Ir¨¢n, China y Arabia Saud¨ª.
P. Adem¨¢s de la lectura tiene otra gran pasi¨®n que es la ¨®pera.
R. A ella va destinado el dinero que obtengo por mis libros. Es algo que me produce enormes satisfacciones. En 2005, la ¨®pera Donna Galiana, con libreto m¨ªo, gan¨® un premio como mejor ¨®pera del a?o en Alemania.
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