Una discusi¨®n est¨¦tica
La remodelaci¨®n de la principal calle de Granada crea pol¨¦mica por su dise?o moderno
?Hay que renovar los cascos antiguos de las ciudades para adaptarlos est¨¦ticamente al siglo XXI? ?O es mejor dejar las innovaciones para las zonas de expansi¨®n de la ciudad? ?Tienen los cl¨¢sicos complejo de serlo y hacen esfuerzos ¨ªmprobos, a veces exagerados, por no parecerlo? Cuestiones como estas y algunas m¨¢s surgen del debate que est¨¢ suscitando en Granada la remodelaci¨®n de la Gran V¨ªa, la principal arteria de la ciudad. El resultado de los trabajos, que empezaron el pasado mes de enero, ya se ve en alg¨²n tramo de la calle y no deja indiferente a casi nadie. Mientras algunos aplauden el nuevo aspecto, con aceras m¨¢s amplias y ajardinadas, otros lo critican por considerarlo excesivamente caro y poco funcional. Aunque el principal punto de discordia es puramente est¨¦tico.
A mediados de la pasada semana, la nueva acera y la fachada del edificio de la Delegaci¨®n del Gobierno de la Junta, en el tramo ya renovado, amanecieron con pintadas en contra del proyecto y a favor de una "Gran V¨ªa cl¨¢sica". La protesta surgi¨® justo unas horas despu¨¦s de que el Ayuntamiento instalara sobre este tramo dos enormes farolas de doble brazo para iluminar a la vez las aceras y la calzada. El sistema de iluminaci¨®n de las aceras, un dise?o muy moderno formado por figuras geom¨¦tricas de color blanco, ha sido el detonante de la pol¨¦mica.
Es raro pasar junto a ellas y no asistir como oyente a un debate sobre el tema. Algunos han pasado de las palabras a la acci¨®n. D¨ªas despu¨¦s de las pintadas, carteles pegados sobre varias fachadas reclamaban "Farolas y aceras cl¨¢sicas en la Gran V¨ªa". Su autor, un vecino de 35 a?os due?o de un negocio de la zona, prefiere mantener su anonimato. Peg¨® los carteles con la intenci¨®n de recabar apoyos a su cr¨ªtica y aunarlos en torno a una plataforma a la que ha bautizado como Salvemos la Gran V¨ªa. "No me gusta nada de lo que est¨¢n haciendo en esta obra, pero ya al ver las farolas pens¨¦ ?Se han vuelto locos o qu¨¦?", cuenta.
"No entiendo c¨®mo en la Gran V¨ªa, con edificios de tanto valor, se quiere hacer algo que desentona tanto", afirma. Dice estar de acuerdo con la intenci¨®n municipal de remodelar la calle para ensanchar las aceras y mejorar el arbolado, pero disiente con los criterios est¨¦ticos. "Me parecen paletos", asegura. Los carteles que peg¨® y el lema de "Gran V¨ªa cl¨¢sica", han hecho que los defensores de la obra, entre ellos el gobierno municipal (PP), tachen de inmovilistas a los que critican el proyecto. El autor de los carteles, asegura que nada m¨¢s lejos de la realidad: "Soy el m¨¢s moderno del mundo, pero a cada sitio le pega una cosa. Esto es una modernidad mal entendida".
Esa parece ser una de las claves del debate. Algunas de las ciudades europeas se han reinventado en los ¨²ltimos a?os al incorporar a su patrimonio nuevos y rompedores s¨ªmbolos y, visto el ¨¦xito, otras ciudades parecen querer incorporar tambi¨¦n esa pincelada de modernidad. "El PP tiene complejo de conservador y quiere hacer cosas modernas", afirma el vecino defensor de la Gran V¨ªa cl¨¢sica. El Ayuntamiento de Granada, en realidad, est¨¢ tanteando su posicionamiento. Las farolas de la discordia nacieron, seg¨²n ha explicado el gobierno municipal, para crear debate. El dise?o es de una empresa aut¨®ctona conocida por sus dise?os de farolas t¨ªpicas granadinas. Como las que pensaron para la Gran V¨ªa no obedecen exactamente al prototipo de lo que se entiende por farola cl¨¢sica de Granada, el gobierno municipal mand¨® colocar s¨®lo dos para sondear la aceptaci¨®n antes de instalarlas por toda la calle.
Esta falta de contundencia del criterio municipal no ha gustado a la oposici¨®n. "Tenen miedo a que se les critique. Si han apostado por unas farolas tampoco deben quitarlas porque a unos no les guste", se?ala Jos¨¦ Mar¨ªa Rueda, el portavoz municipal socialista. No obstante, ni PSOE ni IU han emitido una valoraci¨®n est¨¦tica clara sobre el proyecto de la Gran V¨ªa. Sus cr¨ªticas al mismo obedecen m¨¢s a que lo consideran un "dispendio innecesario" de dinero. El presupuesto, de alrededor de tres millones de euros, les parece excesivo para unas obras de remodelaci¨®n.
En opini¨®n del portavoz socialista, la obra era "innecesaria". "No est¨¢ dirigida a hacer ninguna mejora que pueda solucionar problemas de movilidad o accesibilidad". En la misma l¨ªnea se expresa la portavoz de IU, Lola Ruiz: "El dinero invertido en las obras de Gran V¨ªa se deber¨ªa haber aplicado en otras prioridades (barrios, colegios p¨²blicos, deporte, etc.) pero la pol¨ªtica desarrollada por Torres Hurtado y el PP de primar el centro de la ciudad en detrimento de los barrios se demuestra en este caso", afirma.Su grupo denunci¨® tambi¨¦n esta semana que el coste del proyecto (tres millones de euros) se ha incrementado en un 75% respecto a lo acordado con la UTE adjudicataria (1,79 millones).
Un paseo inc¨®modo
Recorrer la Gran V¨ªa en obras es uno de los paseos m¨¢s inc¨®modos que se pueden dar hoy en Granada. En coche, el atasco surge al menor imprevisto, pero casi igual de tedioso resulta atravesarla a pie entre los pasillos rodeados de alambre que separan las aceras de la calzada.
Para no correr el riesgo de ser atropellado por un autob¨²s, el peat¨®n debe seguir el itinerario que marcan los carteles con flechas colgados de la alambrada. En algunos cruces, si se anda despistado, es f¨¢cil desviarse del camino. Y dif¨ªcil volver a retomarlo si no es dando marcha atr¨¢s. "Esto es un l¨ªo insoportable. Todo lleno de vallas y polvo", dice Marta Prieto, vecina de la zona, que, no obstante, se muestra dispuesta a soportar lo que venga. "Me gusta c¨®mo est¨¢n quedando las aceras anchas. As¨ª que habr¨¢ que sufrir para luegp disfrutar", dice.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.