Nadal salva una prueba de fuego

Rafael Nadal no lo entendi¨®. El mallorqu¨ªn, que ayer cumpl¨ªa 20 a?os, no comprendi¨® por qu¨¦ despu¨¦s del esfuerzo que hab¨ªa estado realizando para ganar su partido contra el franc¨¦s Paul Henry Mathieu (32? mundial) por 5-7, 6-4, 6-4, 6-4 tuvo que salir silbado de la pista. Le recriminaban que con 15-15 del d¨¦cimo juego de la tercera manga parara el juego porque se hab¨ªa atragantado al comerse demasiado r¨¢pido la mitad de un pl¨¢tano, sin apenas masticarlo. Pero qu¨¦ quer¨ªan que hiciera, me costaba incluso respirar", confes¨®. "Y no me gusta que me hayan silbado al final del partido. Es muy feo", agreg¨®, tras lograr su 56? victoria consecutiva en tierra batida.

No hab¨ªa ning¨²n motivo para ello, m¨¢s que el de haber eliminado a uno de los pocos jugadores franceses que segu¨ªan en el torneo: s¨®lo les quedan Beneteau y Monfils - cuyo partido con Blake qued¨® ayer aplazado por falta de luz-. Sin embargo, resultaba una reacci¨®n tremendamente injusta porque tanto Nadal como Mathieu se hab¨ªan entregado a fondo y luchado por cada bola como condenados durante 4 horas y 53 minutos.

El p¨²blico castig¨® al manacor¨ª por parar el juego al atragantarse con un pl¨¢tano

Cierto que Nadal hab¨ªa marcado muchas bolas, con un ojo cl¨ªnico, y que el ¨¢rbitro hab¨ªa tenido que darle la raz¨®n en casi todas, desatando las iras de un p¨²blico que se hab¨ªa olvidado del tenis y buscaba la victoria de su jugador. Pero eso no fueron m¨¢s que an¨¦cdotas. El partido fue de los que hacen historia, porque enfrent¨® dos estilos de juego distintos, pero ambos bien hilvanados y mejor realizados, que acab¨® con el franc¨¦s rendido por la extenuaci¨®n. Para Nadal fue la primera prueba de fuego y la confirmaci¨®n de que es dif¨ªcil encontrar nombres en su parte del cuadro que puedan frenar su acceso a la final, aunque el pr¨®ximo rival sea nada menos que Lleyton Hewitt.

Es cierto que Mathieu no ha brillado excesivamente hasta ahora, que nunca ha conseguido nada importante en un Grand Slam: su mejor resultado siguen siendo los octavos de Par¨ªs en 2002. En su palmar¨¦s figuran s¨®lo dos torneos menores. Y no gana ninguno desde 2002. Pero tambi¨¦n es cierto que a lo largo de los ¨²ltimos a?os ha sufrido todo tipo de lesiones. Sin embargo, antes del partido hab¨ªa anunciado: "Apuesten por m¨ª, es seguro". Y en la primera manga hizo pensar que ganar a Nadal en tierra era posible.

Mathieu jug¨® en sus l¨ªmites, entrando siempre en la pista y lanzando aceleraciones tanto con su derecha como con su rev¨¦s, que acababan desbordando a Nadal. El manacor¨ª no estuvo en su mejor d¨ªa, pro fue capaz de aguantar la avalancha y de seguir luchando hasta el final, esperando que el franc¨¦s bajara su nivel. A Mathieu le cuesta concluir los partidos. En Montecarlo tuvo a Coria 6-1, 5-1 y acab¨® perdiendo. "Todo el partido fue de una gran intensidad", reconoci¨® Mathieu. "Durante las casi 5 horas no le he visto relajarse ni un momento. Jugar contra ¨¦l es tan dif¨ªcil f¨ªsica y mentalmente, que acabas por olvidarte incluso del resultado y concentr¨¢ndote en cada punto. Sab¨ªa que si me relajaba me pasar¨ªa por encima".

Y eso fue lo que ocurri¨®. Mathieu cerr¨® a la perfecci¨®n la primera manga, pero en cuanto baj¨® un pelda?o, Nadal le super¨®. "Creo que he dado un salto cualitativo importante. No ha sido mi mejor partido, pero s¨ª muy correcto. Y he mantenido siempre una concentraci¨®n y una actitud perfecta", dijo.