Lorenzo se vuelve cerebral
El espa?ol se reencuentra con el ¨¦xito gracias a una actuaci¨®n tan serena como calculada
Talento, agallas y vehemencia le sobran a Jorge Lorenzo cuando se sube a una moto. El exceso de arrojo le ha privado precisamente en algunas ocasiones de obtener mejores resultados. Pero ayer venci¨® a sus m¨¢s arraigados impulsos y sali¨® triunfador de Italia despu¨¦s de una meritoria exhibici¨®n de autocontrol y cerebralidad. Tras la victoria que el balear, de 19 a?os, consigui¨® en Mugello, la tercera de la temporada en 250cc, las perspectivas se enderezan para el de Aprilia, que resurgi¨® del socav¨®n en el que se hab¨ªa metido de un tiempo a esta parte. Tres carreras llevaba Lorenzo sin subir al podio -se cay¨® en Turqu¨ªa y Le Mans y fue cuarto en China- y la superioridad que derroch¨® despu¨¦s de apuntarse las dos primeras citas parec¨ªa evaporada. Si bien sus triunfos en Jerez y Qatar fueron claros e incontestables, la carrera que gan¨® ayer pareci¨® el fruto de una elaborada estrategia que, con un temple y una paciencia inhabituales en ¨¦l, le permiti¨® completar la actuaci¨®n m¨¢s madura que se le recuerda.
Lorenzo, vehemente por naturaleza, no perdi¨® la calma en ning¨²n momento e incluso en la salida, su m¨¢s fiero caballo de batalla a¨²n, se mostr¨® sereno. Parti¨® bien el pupilo de Dani Amatriain y s¨®lo tard¨® medio giro en situarse al frente, pero los dem¨¢s contendientes le impidieron la marcha. Con el sanmarinense Alex de Angelis y el italiano Andrea Dovizioso, dos de sus rivales m¨¢s directos en el campeonato, a su rueda, Lorenzo lider¨® un compacto grupo de siete pilotos que dej¨® sin respuesta a los dem¨¢s: al paso por el decimotercer giro, Shuhei Aoyama, octavo, rodaba a 16 segundos del s¨¦ptimo, ?lex Deb¨®n, piloto probador de Aprilia que se conoce todos los entresijos del circuito italiano. Fue entonces cuando las escaramuzas comenzaron y Lorenzo derroch¨® la suficiente sangre fr¨ªa como para mantenerse equilibrado y leer e interpretar las necesidades de pilotaje que le exig¨ªa cada pasaje.
Emparejadas las siete motos en varias hileras a lo largo de las rectas del trazado de la Toscana, pasaron a ser las agallas de los que m¨¢s tarde amarraban los frenos las que discern¨ªan las posiciones. Demasiado riesgo, pens¨® Lorenzo, a esas alturas de la pel¨ªcula. Y se recogi¨® cuarto, sin entrar al trapo, tras valorar lo mucho que pod¨ªa perder en su empe?o por volver a abrir la pista.
Llegados al tramo definitivo, a falta de tres giros para la meta, cualquiera de los siete pilotos pod¨ªa ganar o caerse. Pero nadie se cay¨® y venci¨® Lorenzo por listo. Al ver que De Angelis y Dovizioso hac¨ªan adem¨¢n de poner metros entre ellos y los dem¨¢s, Lorenzo super¨® como una flecha al japon¨¦s Takahashi y salt¨® a por ellos. Medio circuito m¨¢s all¨¢, super¨® a Dovizioso. Entonces comenz¨® a atacar a De Angelis, tan o m¨¢s atrevido que Lorenzo, en la batalla por el triunfo. Fueron dos vueltas de una deliciosa intensidad, pues ambos se sucedieron al frente de la carrera. Y, llegados a la ¨²ltima vuelta, fue la trazada de Lorenzo, mucho m¨¢s abierta al entrar en los virajes, lo que le permiti¨® aprovechar en el ¨²ltimo suspiro el hueco dejado por el sanmarinense, que traza a la inversa, en la paella de derechas del circuito.
"Ha sido la victoria m¨¢s emocionante de mi vida", reconoci¨® Lorenzo. "Creo que De Angelis me ha dejado pasar porque pensaba que me superar¨ªa en la recta", convino el mallorqu¨ªn, que reconoci¨® haber sufrido en muchos momentos de la carrera. "Lo m¨¢s complicado ha sido mantener siempre la concentraci¨®n". Lorenzo se a¨²pa hasta el segundo puesto del Mundial, a 20 puntos del calculador Dovizioso, tercero ayer.
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