Las constructoras demandadas por Boliden dicen que es la "¨²nica responsable" de la cat¨¢strofe

Todas las constructoras demandadas por la multinacional Boliden, a las que reclama 248 millones de euros por la rotura de la balsa que caus¨® el vertido t¨®xico de Minas de Aznalc¨®llar (Sevilla) en 1998, dijeron ayer que la responsabilidad de la cat¨¢strofe corresponde "¨²nicamente" a la propietaria de la balsa. As¨ª lo manifestaron los representantes legales de tres de las empresas demandadas -Dragados y Construcciones (actual ACS), Intecsa y Geocisa- en el juicio que comenz¨® hoy en el juzgado de primera instancia n¨²mero 9 de Madrid.

Boliden, seg¨²n fuentes de su defensa jur¨ªdica, no se considera responsable de la rotura de la balsa minera que verti¨® a los aleda?os del parque de Do?ana millones de metros c¨²bicos de metales pesados y lodos contaminados, cuya limpieza millonaria no concluy¨® hasta varios a?os despu¨¦s. Por ello, reclama 115.213.210 euros por los da?os sufridos, m¨¢s los 89.867.545 euros que a su vez le exige la Junta de Andaluc¨ªa por los gastos de limpieza, as¨ª como los 43.724.737 euros que debe pagar a la Confederaci¨®n Hidrogr¨¢fica del Guadalquivir por una multa y en concepto de reposici¨®n del dominio p¨²blico hidr¨¢ulico a su estado anterior al accidente minero. El importe total asciende a 248.805.492 euros que la multinacional sueca intentar¨¢ recuperar por la v¨ªa civil, una vez que los juzgados y la Audiencia de Sevilla archivaron en 2001 la denuncia penal abierta contra Boliden por imprudencia.

En la sesi¨®n de ayer, el primero en comparecer fue el responsable legal de Intecsa, Fernando Rom¨¢n, quien asegur¨® que su empresa se limit¨® a hacer, en 1977, un informe geot¨¦cnico para Boliden, en el que "se dejaba la puerta abierta a una serie de interrogantes" porque -record¨®- el proyecto inicial deb¨ªa ser "revisado" y "aclarar" lo relativo al apartado de la "agresividad t¨®xica". Pero esta recomendaci¨®n, continu¨® Rom¨¢n, no aparece en el proyecto final que la empresa sueca present¨®, a trav¨¦s del director del mismo, Juan Contreras, para conseguir el permiso de construcci¨®n, ya que la multinacional era la que ten¨ªa el "poder de decisi¨®n" y, por tanto, la "responsable de todo", precis¨®. "Alguna raz¨®n tendr¨ªan para omitirla (la recomendaci¨®n). Alg¨²n temor tendr¨ªan porque eran responsables de poner lo que quisieran", afirm¨® Rom¨¢n, que concluy¨®: "No era nuestra obra. La obra no era nuestra responsabilidad".

El turno siguiente correspondi¨® a Demetrio Ullastres, presidente de Servicios y Concesiones de ACS, quien coincidi¨® con Rom¨¢n en afirmar que "sin el visto bueno" de Boliden no se pod¨ªa construir la balsa y a?adi¨® que "nadie puso pegas" a la pauta inicial con la que se dise?¨® el proyecto. Ullastres consider¨® que el "documento oficial" que present¨® Contreras para obtener el permiso de construcci¨®n "era su juguete" y asegur¨® que "ese proyecto no serv¨ªa para construir" porque era un "resumen" en vez de un "verdadero proyecto".

El ¨²ltimo que declar¨® ayer fue el responsable legal de Geocisa, Jos¨¦ Polim¨®n, que explic¨® que la relaci¨®n laboral de su empresa con Boliden fue de 1996 a 1998, cuando la multinacional sueca les encarg¨® un informe de estabilidad de la balsa, en el que -dijo- no estudiaron las filtraciones de agua ¨¢cida, aunque s¨ª aconsejaron que "las tuvieran en cuenta". A?adi¨® que nunca se llegaron a ejercitar las medidas que propusieron en su informe y explic¨® que en marzo de 1998 -un mes antes de que se produjera la rotura de la presa (25 de abril de 1998)- Boliden les comunic¨® que "estaban alarmados porque bombeaban m¨¢s agua de los pozos" de lo normal. Por ello, continu¨® Polim¨®n, un experto de Geocisa examin¨® la zona y prepar¨® una propuesta de trabajo en la que propon¨ªa una "instrumentalizaci¨®n" adecuada, que fue aprobada por Boliden para empezar a trabajar a partir del 27 de abril, "desgraciadamente, dos d¨ªas m¨¢s tarde de la cat¨¢strofe", concluy¨®.

El juicio continuar¨¢ el jueves con la declaraci¨®n de los representantes de las compa?¨ªas aseguradoras, Banco Vitalicio y Z¨²rich, y de la demandante Boliden.