Los ¨²ltimos ni?os del Instituto-Escuela
Los trabajos escolares de 1935, espejo de una labor educativa que acab¨® con la Guerra Civil
El final de curso de 1936 no tuvo un color especial. Ning¨²n presagio, ninguna amenaza, ninguna sombra. Un verano m¨¢s. La misma rutina de otros a?os de enlazar las vacaciones con las colonias infantiles del Instituto-Escuela. Una sensaci¨®n de par¨¦ntesis, pero no de que algo se cerraba para siempre y mor¨ªa. Ni Ana de Azc¨¢rate ni Mar¨ªa Luisa (Mavi) Navarro, ni ning¨²n otro alumno pens¨® que el Instituto-Escuela iba a desaparecer. Ninguno so?¨® tampoco que algunos de sus poemas y dibujos quedar¨ªan a salvo gracias a la imprenta e incluso que a muchos les sobrevivir¨ªan.
Cada a?o, los responsables del Instituto-Escuela guardaban en la biblioteca del centro una selecci¨®n de trabajos escolares de los alumnos. Los de 1935 se imprimieron por primera vez en forma de libro para que cada alumno tuviera un ejemplar. Probablemente, fue tambi¨¦n la ¨²ltima. Los trabajos escolares del 36 ya no pudieron editarse. El Instituto-Escuela empez¨® a morir con el primer disparo de los insurgentes en julio de 1936. Inspirado en el ideario de la Instituci¨®n Libre de Ense?anza (ILE), el Instituto-Escuela fue creado en 1918 por la Junta de Ampliaci¨®n de Estudios. El objetivo era crear un centro piloto donde experimentar m¨¦todos y planes de ense?anza que transformaran la educaci¨®n oficial. La experiencia comenz¨® en Madrid y se extendi¨® a las m¨¢s importantes capitales de provincia. "Franco era anti-Instituci¨®n. Lo mismo que el esp¨ªritu de la Instituci¨®n era lo m¨¢s opuesto a Franco", recuerda Mavi Navarro, de 81 a?os. Su relato, La casta?era, lleno de viveza, aparece en Nuestro Libro 1935. Los avatares de la Guerra Civil, los traslados, huidas, ¨¦xodos y exilios, adem¨¢s del paso del tiempo, hicieron que muchos ejemplares se perdieran. La librer¨ªa Carmichael recuper¨® uno de ellos y la Residencia de Estudiantes lo compr¨® recientemente. Adem¨¢s de su valor escolar e hist¨®rico, Nuestro Libro 1935 refleja el sentir de unos ni?os que viv¨ªan en la normalidad, ignorantes de que su colegio y sus vidas estaban amenazados.
Mavi Navarro parti¨® de Madrid el 1 de julio de 1936 para incorporarse a la colonia de San Vicente de la Barquera, en Cantabria, regentada por la ILE. All¨ª se encontr¨® con otros compa?eros, entre ellos su prima Isabel Luzuriaga, hija del pedagogo Lorenzo Luzuriaga, uno de los padres educativos de la Segunda Rep¨²blica, y Ana Mar¨ªa (Anina) de Azc¨¢rate. Ni?os y ni?as, ya que la coeducaci¨®n era una de las innovaciones pedag¨®gicas de la ILE. "?Qu¨¦ padres hubieran sido tan fr¨ªvolos para dejarnos en una colonia de haber sabido que se preparaba un golpe?", se pregunta Navarro. En las familias de los insurgentes puede que lo supieran, pero no en la suya. Navarro pertenece a una familia de militares. Desciende por v¨ªa materna de los generales Francisco Serrano y Diego Mu?oz Cobos. En la rama paterna abundan los almirantes. Su padre, marino, fue leal a la Rep¨²blica.
Cuando la noticia de que hab¨ªa guerra lleg¨® a la colonia infantil de San Vicente de la Barquera, s¨®lo Anina de Azc¨¢rate llor¨®. "Durar¨¢ poco", le animaron los otros. De la guerra s¨®lo ten¨ªan ideas te¨®ricas. Entre los ejercicios de Nuestro Libro, s¨®lo un poema, escrito por Dolores Jaime, de 11 a?os, alude a ella. Abajo la guerra, invita la ni?a en el t¨ªtulo. "?No m¨¢s reyertas!", clama en uno de sus versos.
Hijos de la elite intelectual en su mayor¨ªa, o de la derecha liberal, muchos ni?os inmortalizados en Nuestro Libro 1935 fueron al exilio o han fallecido. "?Ay! / qu¨¦ fr¨ªo tengo / ?qu¨¦ fr¨ªo! / Mi palomita / ?p¨ªo, p¨ªo!", escribi¨® Luli Bol¨ªn de la Mora, alumna de siete a?os, hija de la republicana Connie de la Mora Maura. Qu¨¦ fr¨ªo pas¨® en la URSS esta peque?a y otros ni?os espa?oles al ser evacuados de Mosc¨² en los momentos m¨¢s duros de la Segunda Guerra Mundial. Y luego, qu¨¦ desarraigo. Luli Bol¨ªn muri¨® en M¨¦xico en 1983.
Un pu?ado vive a¨²n, como Mavi Navarro, que estudi¨® en el edificio que hoy ocupa el instituto Ramiro de Maeztu. Ana Mart¨ªn Gaite (hermana de la escritora), acud¨ªa al de Retiro, hoy instituto Isabel La Cat¨®lica. La familia de Isabel Luzuriaga se exili¨® y ella se form¨® como psicoanalista en Argentina. Volvi¨® en 1977. Anina Azc¨¢rate reside en Par¨ªs. Son parte de una generaci¨®n educada en la innovaci¨®n: evaluaciones continuas en vez de ex¨¢menes, clases sin libros de texto, ense?anza religiosa libre y excursiones al campo.
La derecha liberal tambi¨¦n llev¨® a sus hijos al Instituto-Escuela. Mavi Bravo tuvo como compa?era a la hija de la condesa de Yebes. Tambi¨¦n se educ¨® con ella Gregorio L¨®pez-Bravo, futuro ministro franquista. "Al tratarse de un centro oficial estaba abierto a todas las clases", dice Isabel Luzuriaga.
Al terminar la guerra, Mavi descubri¨® que su colegio estaba prohibido y su padre, el marino Enrique Navarro, en la c¨¢rcel. Era una perdedora aunque viviera en el madrile?o barrio de Salamanca. Continu¨® sus estudios en el instituto Beatriz Galindo y tuvo de profesor a Rafael Lapesa. Un d¨ªa pidi¨® a Lapesa si pod¨ªa adelantarle el examen al recreo, porque ten¨ªa que irse a casa pronto. "Hoy sale de la c¨¢rcel mi padre, aunque no ha estado all¨ª por nada malo, sino por ser militar republicano, y queremos esperarlo", explic¨® la chica. Lapesa le dijo que era buena alumna y que no se preocupara, pero le advirti¨®: "Conmigo le ha valido, pero no diga esto a nadie; le puede perjudicar".

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