Una red de expoliadores buscaba nav¨ªos hundidos con metales preciosos
El Centro de Arqueolog¨ªa Subacu¨¢tica reclama los sofisticados medios requisados
La documentaci¨®n requisada en las dos fases de la operaci¨®n Bah¨ªa, desarrollada por la Guardia Civil contra el expolio arqueol¨®gico en aguas de C¨¢diz, ha permitido descubrir que los cazatesoros buscaban principalmente cuatro barcos que se hundieron entre los siglos XVI y XVII cargados de metales preciosos. En el dispositivo, fueron incautados sofisticados medios de rastreo de los fondos marinos.
El Centro de Arqueolog¨ªa Subacu¨¢tica de C¨¢diz (CAS), dependiente de la Junta, reclama al juez encargado del caso la cesi¨®n de estos medios actualmente depositados en el juzgado. Para que los avances de los expoliadores sirvan ahora para futuras investigaciones.
La Guardia Civil y el CAS presentaron ayer los resultados de esta operaci¨®n en la sede del centro arqueol¨®gico, en el balneario de la Palma de la gaditana playa de la Caleta. "Los expoliadores trabajaron en diferentes zonas del litoral de C¨¢diz y Huelva pero ahora sabemos que ten¨ªan unos objetivos principales, barcos naufragados con cargamento de oro y plata", explic¨® ayer la delegada de Cultura en C¨¢diz, Bibiana Aido.
Esos nav¨ªos en los que centraron sus esfuerzos son cuatro: la urca (embarcaci¨®n grande y ancha) Nuestra Se?or de la Victoria y el gale¨®n San Francisco Javier, ambos naufragados el 19 de septiembre de 1655 en C¨¢diz tras un combate librado contra una escuadra inglesa a su regreso de Am¨¦rica; y las naos Santa Cruz y La Vera Cruz, naufragadas en 1555 y 1656, cerca de Conil (C¨¢diz) con cargamentos de metales preciosos tra¨ªdos desde las colonias americanas.
Seg¨²n esta documentaci¨®n y los equipos de posicionamiento GPS se ha podido descubrir que los expoliadores llevaban trabajando en aguas de C¨¢diz desde agosto de 2004, sin autorizaci¨®n de la Junta de Andaluc¨ªa, aunque s¨ª contaban con permisos de Costas. Seg¨²n las investigaciones, los cazatesoros se apoyaban en empresas legales constituidas en terceros pa¨ªses. Ped¨ªan solicitudes para buscar sedimentos marinos pero su objetivo era saquear los fondos marinos. "No buscaban recuperar estos pecios sino venderlos a sociedades tapadera para enriquecerse", concret¨® Aido.
Por esta operaci¨®n, hay 10 detenidos, que permanecen en prisi¨®n, y dos imputados. Era una red internacional. Su presunto cerebro era un estadounidense que fue detenido en Lisboa. Hab¨ªa tambi¨¦n un historiador italiano que resid¨ªa en Sevilla y un submarinista de Algeciras. Adem¨¢s ha habido arrestos en Ciudad Real, Madrid y Murcia. El subdelegado del Gobierno, Sebasti¨¢n Saucedo, atribuy¨® a la "cultura anglosajona" este tipo de pr¨¢cticas. "En Espa?a existe una normativa muy estricta sobre patrimonio hist¨®rico que no hay en otros pa¨ªses", asegur¨®.
Entre los elementos requisados, hay anclas y municiones, que se est¨¢n analizando y que permanecen sumergidas en cubas con agua salada para evitar su destrucci¨®n. Se cuida con especial mimo un saquete de metralla, que se considera valioso porque ha aparecido completo y con la tela que la cubr¨ªa. La directora del CAS, Carmen Garc¨ªa, explic¨® que las piezas encontradas no se pueden evaluar econ¨®micamente porque su principal valor es el hist¨®rico. "Lo que se encuentra importa en funci¨®n de su contexto. Si se elimina ese contexto, se pierde informaci¨®n fundamental y el da?o ya est¨¢ hecho". Anunci¨® que su departamento analizar¨¢ toda la documentaci¨®n requisada y reclam¨® al juez del caso que el centro se pueda hacer cargo de los sofisticados medios intervenidos, entre ellos un robot de filmaci¨®n submarina por control remoto con capacidad para trabajar a una profundidad de 500 metros.
El Instituto Patrimonio Hist¨®rico ha creado en su p¨¢gina web (www.iaph.junta-andalucia.es) el servicio SOS con el objetivo de agilizar denuncias y notificar hallazgos casuales.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.