Los fantasmas de la ciencia
Las historias fant¨¢sticas tradicionales, sobre todo las que tienen elementos de escalofr¨ªo y sobresalto, se basan casi siempre en la aparici¨®n de fantasmas, es decir: seres sobrenaturales que pertenecen al lado oscuro o degradado de las creencias religiosas. Vienen del Mas All¨¢ pero cargados de los elementos siniestros y estremecedores de lo sagrado (una de cuyas principales caracter¨ªsticas consiste en ser temible, como nos ense?¨® Rudolf Otto). Han traspasado la barrera de la muerte pero no se han librado de la malevolencia, el rencor o la frustraci¨®n: en el otro mundo siguen tan incapaces de lo sublime como en ¨¦ste.
Los viejos fantasmas acompa?aban a la fe religiosa como las sombras del crep¨²sculo al esplendor del sol. Incluso se han revelado m¨¢s duraderos que la ortodoxia salvadora que caricaturizaban: el siglo XIX, tan positivista, nos proporcion¨® las mejores narraciones protagonizadas por espectros e invent¨® esos happenings fantasmales que fueron las sesiones de espiritismo, en las que cre¨ªan racionalistas alucinados como Schopenhauer o Conan Doyle. Algunos fantasmas con chic rom¨¢ntico, como los vampiros, siguen frecuentando incansables nuestras noches tecnol¨®gicas...
AMAZING STORIES (1926-1935)
Edici¨®n y traducci¨®n de Francisco Arellano
La Biblioteca del Laberinto
Madrid, 2006
213 p¨¢ginas. 15 euros
Pero paulatinamente la fe
cient¨ªfica fue desplazando a la fe religiosa y no tard¨® mucho en proporcionar a la imaginaci¨®n literaria su propio modelo de fantasmas. Quiz¨¢ los dos primeros fueron la criatura del doctor Frankenstein, de Mary W. Shelley, y el se?or Valdemar, cuyo extra?o caso narr¨® Edgar A. Poe. No tard¨® en seguirles Griffin, el hombre invisible, y el doctor Moreau de H. G. Wells. Tienen sus propias caracter¨ªsticas: los fantasmas tradicionales provienen del enigma de la voluntad de Dios, que a pesar de ser omnipotente consiente el Mal; los fantasmas de la ciencia derivan de la no menos enigm¨¢tica voluntad racional humana, que se cree omnipotente y buscando el Bien patenta el Mal... El nuevo g¨¦nero se llam¨® despu¨¦s, de modo tan insuficiente como famoso, "ciencia-ficci¨®n".
En sus or¨ªgenes, la ciencia-ficci¨®n opt¨® m¨¢s por la narraci¨®n breve y la revista que por la novela caudalosa en varios vol¨²menes: la saga de "Dune" estaba a¨²n lejos... Sin duda fue la norteamericana Amazing Stories la primera publicaci¨®n insustituible en este campo. En sus p¨¢ginas aparecieron los t¨®picos que luego tanto hemos visto repetidos: el ¨²ltimo humano sobre la tierra, la invasi¨®n de plantas transgen¨¦ticamente mutantes, la sociedad jer¨¢rquicamente perfecta en la que las clases han sido petrificadas por la tecnolog¨ªa, los antiguos hombres que se convierten en m¨¢quinas inmortales, etc¨¦tera... Gran conocedor y veterano promotor de la literatura popular fant¨¢stica, Francisco Arellano ha preparado una sabrosa antolog¨ªa bien comentada de los primeros a?os de esta revista ya inencontrable. Todos los relatos que elige son significativos y cada uno ofrece su propio tipo de delicia. Hay textos de verdadera calidad, como 'Las ciudades de Ardathia' de Francis Flagg, una antiutop¨ªa social.
El m¨¢s disparatado de los cuentos viene firmado parad¨®jicamente por el m¨¢s conocido de los autores, Curt Siodmak, buen guionista cinematogr¨¢fico a quien debemos 'La criatura de la Laguna Negra' (si prefieren, 'La mujer y el monstruo'). Su relato se titula, po¨¦ticamente, 'Los huevos del lago Tanganika' y en ¨¦l hallamos di¨¢logos tan inolvidables como ¨¦ste: "-?Profesor! La Estaci¨®n Central de Polic¨ªa ha difundido la noticia de que un enjambre de moscas gigantes est¨¢ descendiendo hacia la ciudad.
-?Cierren los pestillos de todas las ventanas enseguida!".
En los relatos de Amazing stories, la primera revista ¨ªntegramente dedicada a la ciencia-ficci¨®n, adquirieron la afici¨®n por el g¨¦nero muchachos como Ray Bradbury, luego autor de 'Cr¨®nicas marcianas' y otras maravillas, al que este a?o los nobles del Reino de Redonda hemos concedido el premio que lleva el nombre de la m¨ªtica isla...
Siempre bajo la inspiraci¨®n de Paco Arellano, La Biblioteca del Laberinto ha editado tambi¨¦n un volumen de relatos de Nilo Maria Fabra, pionero decimon¨®nico de la ciencia-ficci¨®n, y 'Amor eterno', que re¨²ne dos novelas muy poco conocidas -y dignas de conocerse- de Edgar Rice Burroughs, el autor de Tarz¨¢n.
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