Doce Mundiales, dos manos y un ba¨²l
El utillero F¨¦lix Mart¨ªn y el masajista Miguel Guti¨¦rrez, con siete y cinco campeonatos, son los veteranos del equipo espa?ol
En 1982, durante el Mundial, Espa?a dej¨® al mundo algo m¨¢s que el recuerdo de una mascota obesa, El Naranjito, que vuelve a estar de moda, como la evocaci¨®n de su primer campeonato en dos hombres que hoy trabajan en Kamen a las ¨®rdenes de Luis Aragon¨¦s. Han pasado 24 a?os y F¨¦lix Mart¨ªn, utillero de la selecci¨®n espa?ola, que naci¨® en Madrid, en Vallecas, hace 44 a?os "y all¨ª sigo viviendo, en el Valle del Kas", ejerce su funci¨®n en su s¨¦ptimo Mundial con la misma eficiencia que Miguel Guti¨¦rrez, (Bilbao, 1947), que trabaja de fisioterapeuta en su quinta cita mundialista.
"Incluso a nosotros nos sorprendi¨® lo bien que se organiz¨® aquel Mundial", recuerda ahora F¨¦lix, que orden¨® botas, camisetas y balones junto a Antonio Garc¨ªa, un cl¨¢sico ya fallecido. Aqu¨¦l fue su primer Mundial. Con este de Alemania van siete y excepto el de Estados Unidos 94, como auxiliar de Juli¨¢n del Amo en la administraci¨®n, todos metidos en el vestuario, muy cerca de Miguel Guti¨¦rrez. ?ste tambi¨¦n se estren¨® en 1982 y en el campo de San Mam¨¦s, como apoyo a los servicios m¨¦dicos de los equipos que pasaron por all¨ª. Juntos suman 12 campeonatos. Los dos coinciden en que este a?o la cosa pinta bien. Y F¨¦lix sentencia, como si de tanto o¨ªrselo decir cada Mundial a los jugadores, se le hubiera pegado el tic: "Nunca hab¨ªa visto un grupo tan unido". Perro viejo de vestuario, est¨¢ claro.
El fisioterapeuta destaca su amistad con Zubizarreta, con el que ha pasado muchas horas
Seis jugadores de la selecci¨®n no hab¨ªan nacido y ellos ya 'jugaban' su primer Mundial
F¨¦lix trabaj¨® con Jos¨¦ Emilio Santamar¨ªa, "un buen t¨ªo", conoci¨® a Miguel Mu?oz en M¨¦xico -"fue el m¨¢s divertido, a pesar del mal de Moctezuma"-, en 1990 trabaj¨® con Luis Su¨¢rez en Italia, -"se me pas¨® volando; me result¨® siempre muy agradable tener a Luis Su¨¢rez de jefe"- y por dos veces estuvo con Javier Clemente: "En Estados Unidos descubr¨ª a los yankis. Pensaba que eran mucho m¨¢s estirados y son divertidos. De Francia volvimos demasido r¨¢pido". Hasta que hace cuatro a?os se peg¨® una paliza en Jap¨®n y Corea -"curr¨¦ como nunca; entre el idioma y los desplazamientos, creo que fue el m¨¢s duro de todos". Suya es la responsabilidad de que no falte una camiseta; de que cada jugador tenga sus botas y sus man¨ªas bien servidas "y cada jugador es un mundo", asume. Por discreto, no explica nada, pero podr¨ªa, porque las ha visto de todos colores junto a los profesionales -"muy buena gente"- y sabe que los hay especialmente mani¨¢ticos. No lo dice, pero habla de los porteros.
Precisamente con un portero, "el portero", matiza, mantiene Miguel Guti¨¦rrez una intensa amistad. Habla de Andoni Zubizarreta. Los dos son la representaci¨®n de que el f¨²tbol hace amigos. "Hemos pasado muchas horas juntos, no s¨®lo en la selecci¨®n", asume el barbudo fisioterapeuta, que jam¨¢s tuvo un no cuando se trat¨® de cuidar un m¨²sculo o incluso darle un masaje en el territorio del alma a un futbolista de la selecci¨®n si fue menester. ?l sigue necesitando consuelo al acordarse de la nariz de Luis Enrique y el gol de Baggio en Estados Unidos -"?me da una rabia pensarlo!", dice- y tampoco olvida lo desagradable que result¨® la experiencia en Francia. "El sitio era id¨ªlico, pero el ambiente muy hostil", asegura. No olvida especialmente una jugada: "Contra Paraguay, Aguilera se qued¨® solo delante de Chilavert. Alguien del p¨²blico pit¨® y ¨¦l se par¨®. Nadie recuerda aquello", dice. En Jap¨®n lo pas¨® mal porque Camacho le dej¨® sin plaza junto al equipo, pero positivo como siempre, algo aprendi¨®: "Viv¨ª la organizaci¨®n de un evento como ¨¦ste desde un punto de vista diferente y en lo personal crec¨ª".
Desde su primer Mundial han pasado 24 a?os. Seis jugadores de la actual selecci¨®n no hab¨ªan nacido y otros seis apenas ten¨ªan un a?ito y ellos dos ya jugaban su primer Mundial. F¨¦lix y Miguel suman 12. Si les respetan las lesiones, en Sur¨¢frica 2010 ¨¦stos vuelven.
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