Siempre en periodo constituyente

Javier Retegi (Bergara, 1937) no ha vivido el t¨®pico del puesto de trabajo para toda la vida. Al principio fue por imperativo del mundo cooperativo en el que trabajaba y, luego, por vicisitudes de la vida que le llevaron de responsabilidad en responsabilidad. "Al principio, el cambio dr¨¢stico es muy duro, como una p¨¢gina en blanco, empezar otra vez a aprender desde cero, pero con el tiempo descubres que suele ser enormemente enriquecedor, aunque sean terrenos en los que no est¨¢s asentado", explica.

Todo comenz¨® cuando trabajaba en la Uni¨®n Cerrajera y estudiaba por las tardes en la Escuela Profesional de Mondrag¨®n, la que puso en marcha el sacerdote Jos¨¦ Mar¨ªa Arizmendiarrieta, el embri¨®n de lo que hoy es el grupo empresarial cooperativo MCC. Retegi era un buen estudiante y sus capacidades llamaron la atenci¨®n del fundador de las cooperativas. As¨ª que cuando acab¨® sus estudios, y al mismo tiempo en que le iban a nombrar jefe de laminaciones, Arizmendiarrieta le llam¨® para que acudiera a dar clases a la escuela. "Con la voluntad de devolver a la sociedad lo que me hab¨ªa dado a m¨ª", aclara. Y un a?o despu¨¦s, con 25, fue nombrado director de la Escuela Polit¨¦cnica: de dirigir una secci¨®n de una f¨¢brica a dirigir una escuela. "Tuve la fortuna de compartir espacio con Arizmendiarrieta, excelente maestro, buen profesor y tambi¨¦n amigo. Durante m¨¢s de diez a?os compartimos despachos. De ¨¦l aprend¨ª aquello de que hay que estar permanentemente en periodo constituyente", apunta.

Fue durante aquel periodo (los a?os setenta) cuando impuls¨® los apartados de Magisterio y Empresariales, con los que se puso en marcha la pata universitaria del movimiento cooperativo. Y esta experiencia le sirvi¨® para su siguiente paso. El entonces lehendakari, Carlos Garaikoetxea, le llama para que forme parte, como viceconsejero, del primer Departamento de Educaci¨®n, que dirig¨ªa Pedro Miguel Etxenike. Su entrada en la pol¨ªtica le supone el reto de negociar las transferencias educativas. "Son dos mundos distintos. Uno va con la racionalidad de la empresa a la pol¨ªtica y luego se lleva el chasco correspondiente. Recuerdo que estudiamos bien todos los asuntos. A partir de la legislaci¨®n de entonces llegamos a la conclusi¨®n de cu¨¢l era el l¨ªmite competencial y las transferencias que nos correspond¨ªan, y nos dijimos: 'Como no estamos preparados para ello, vamos a pedirlo por etapas'. Esto es lo que har¨ªa un ingeniero".

Sin embargo, la realidad fue muy distinta. "Entonces, el ministro le dijo a Etxenike: 'O todo o nada'. Y el consejero me pregunt¨®: 'Javier, ?qu¨¦ hacemos?'. 'Pues aceptamos todo y ya nos arreglaremos', le respond¨ª. Ah¨ª descubr¨ª la distancia entre la racionalidad de la empresa y la irracionalidad de la pol¨ªtica". Retegi tambi¨¦n constat¨® que su futuro estaba en el ¨¢mbito del movimiento cooperativo, que la pol¨ªtica no era lo suyo. As¨ª, regres¨® a Mondrag¨®n para asumir la direcci¨®n empresarial del grupo.

"Fueron tiempos duros, con la crisis industrial de los ochenta, cerrando empresas, pero tambi¨¦n abriendo otras. No fue tan dura como en otros lugares, quiz¨¢s porque las decisiones las tomaban los propios trabajadores en asamblea y se buscaba la recolocaci¨®n", recuerda quien es un defensor ac¨¦rrimo del cooperativismo, al que le ve mucho futuro. "Estoy de acuerdo en que la sociedad actual ha perdido ciertos valores de solidaridad, que nosotros ten¨ªamos por motivaciones religiosas, pero, en realidad, el idealismo se ha transformado. Ah¨ª est¨¢n los movimientos sociales, las ONG, donde la gente se involucra a fondo, aunque hay que reconocer que el idealismo hoy no est¨¢ de moda".

Retegi se muestra optimista, quiz¨¢ porque ha visto c¨®mo muchos proyectos arriesgados sal¨ªan adelante gracias a la colaboraci¨®n de muchas personas de manera desinteresada. "La persona no puede estar mir¨¢ndose a s¨ª mismo. Tiene que tener en cuenta la sociedad y al conjunto del mundo en el que vive. Y al final regresar¨¢ el altruismo, seguro", dice quien destaca dos grandes preocupaciones en su trayectoria vital: "La igualdad en el acceso a la educaci¨®n, con independencia de los medios econ¨®micos, y el derecho al trabajo, porque cuando estuve en Industria me encontr¨¦ con un panorama de un 26% de desempleo en el Pa¨ªs Vasco, en aquellos primeros noventa, y eso condiciona toda la gesti¨®n: lo primero ofrecer trabajo a la gente".