La participaci¨®n fue superior en los feudos de CiU, y el 'no' en los del PP

Hay una norma que se cumple de modo constante: en las comarcas catalanas donde CiU obtuvo m¨¢s del 40% en las auton¨®micas de 2003, la participaci¨®n en el refer¨¦ndum del Estatuto fue superior al 50%. Donde el predominio es de los socialistas, sobre todo en los n¨²cleos urbanos, es donde la participaci¨®n se resiente. El no se lo reparten el PP y ERC, pero los votantes de la derecha fueron m¨¢s fieles que los del partido republicano.

Catalu?a est¨¢ dividida en 41 comarcas. El litoral centro es en general de izquierdas, mientras que el resto del territorio presenta un predominio nacionalista. Eso ocurre en las comarcas, no en la capital. Es decir, las zonas rurales tienen una doble tendencia: nacionalista y conservadora, mientras que en las ciudades aparece una mayor variaci¨®n y, de su mano, una mayor presencia de las izquierdas.

La zona menos nacionalista es Barcelona y su cintur¨®n industrial. Y es ah¨ª donde se produce la menor participaci¨®n en el refer¨¦ndum. Con excepciones notables que explican algunas cosas.

La primera excepci¨®n, la m¨¢s notable, es la Val d'Aran, la comarca m¨¢s abstencionista. All¨ª, incluso los feudos de CDC (bajo la denominaci¨®n Converg¨¨ncia Democr¨¤tica) han dado la espalda a las urnas o han optado por el no. El motivo es la voluntad de cierto sector del valle de convertirse en la decimoctava autonom¨ªa espa?ola, de modo que el Estatuto les sabe a poco.

Pero hay otro tipo de excepciones. As¨ª, en Barcelona ciudad, la participaci¨®n ha superado ligeramente la media (52,71%), pero los barrios que han impulsado el porcentaje hacia arriba son los partidarios del no. Es el caso de Sarri¨¤, el m¨¢s caro y exclusivo, donde tradicionalmente pierden los socialistas y ganan CiU y el PP. La participaci¨®n ha sido del 59,4%, y el no ha alcanzado el 29,4% (frente a la media del 22,57% en toda la ciudad). Lo mismo ocurre en el distrito de Les Corts, con una participaci¨®n del 57,7%, y el 25% de noes.

Uno de los lugares donde hubo una potente cosecha de votos negativos fue la comarca del Tarragon¨¨s, en torno a la ciudad de Tarragona. El alcalde es de CiU y tanto Tarragona como Salou son ciudades donde el PP obtiene tradicionalmente buenos resultados, por encima incluso de ERC, pese a que buena parte de su n¨²cleo dirigente proviene de esa zona. En el Tarragon¨¨s, la abstenci¨®n es fuerte (53%), como corresponde a una zona industrial donde CiU no es dominante, pero el voto negativo alcanza el 27,82%, a causa de la conjunci¨®n de PP y ERC, pero sobre todo debido a la implantaci¨®n de los populares. El barrio de Tarragona donde el no tuvo mayor fuerza fue Camp Clar, un ¨¢rea en la que se realiza una intervenci¨®n conjunta del Ayuntamiento y de la Generalitat debido a que es uno de los barrios m¨¢s deprimidos de la ciudad y, posiblemente tambi¨¦n, donde se ha producido una menor integraci¨®n.

Mientras que el PP logra incrementos del no donde su presencia es apreciable, ERC no mantiene la fidelidad de sus votantes. La comparaci¨®n entre los resultados de los republicanos en las auton¨®micas de 2003 y la abstenci¨®n o los votos negativos en el refer¨¦ndum muestran que los votantes del partido que encabeza Josep Llu¨ªs Carod Rovira le han dado, en no pocos casos, la espalda.

En la comarca del Pla de l'Estany, cuya capital, Banyoles, est¨¢ gobernada por ERC, la participaci¨®n fue del 56%, y el no se qued¨® en un 19,89%. Otro tanto ocurri¨® en la Cerdanya, cuya capital, Puigcerd¨¤, tiene tambi¨¦n alcalde de ERC. En Puigcerd¨¤, la abstenci¨®n fue del 55%, y los votos negativos del 22%, poco m¨¢s de un punto sobre la media catalana.